Los beneficios de estar rodeado de naturaleza

Sudamerica

Incluso si vives en una gran ciudad, cuando abres la ventana y ves un hermoso árbol; O, cuando ves una flor o escuchas el canto de un pájaro, tu estado de ánimo cambia, la tensión disminuye, todo se vuelve más ligero por un momento.

Y cuanto mayor y más rutinario es el contacto y la observación de la naturaleza, se produce una importante reducción del estrés y, como consecuencia, un aumento de la inmunidad.

Por el momento, es necesario fomentar este contacto con más cautela.

Pero cuando nuestra rutina se normaliza y es posible volver a viajar, este contacto se puede estimular de una forma mucho más inmersiva. Muchos destinos tienen como principal atractivo la interacción con la naturaleza y Ambiental se especializa en estos viajes.

Por eso, para facilitarte la cuarentena y animarte a planificar tu próximo viaje en un futuro próximo, ¡a continuación te enumeramos los beneficios de las experiencias que promueven el contacto con la naturaleza!

Baño de bosque

Hay viajes que proporcionan un verdadero “baño de bosque”, un concepto japonés que anima a pasar tiempo inmerso en una zona verde y boscosa para relajarse y adquirir toda la energía de la naturaleza.

Estudios realizados por la Universidad de Chiba, así como investigaciones realizadas por la Nippon Medical School, en Japón, demostraron que este “buceo” frecuente en selvas y bosques influye positivamente en el sistema inmunológico, fortaleciendo la salud física, mental y emocional de las personas.

Ayuda a reducir el estrés, ya que baja el nivel de cortisol, reduce la presión arterial e influye en los sistemas simpático y parasimpático, que son los sistemas nerviosos responsables del estado de alerta (simpático) y del estado de calma (parasimpático).

Equilibrio energético corporal

¿Sabías que tomar un baño en cascada equilibra la energía del cuerpo? El agua fría que golpea las rocas aporta esta fuerza al cuerpo y al alma, recargando tu energía. Un estudio de la Universidad de Jerusalén, en Israel, demostró que existen efectos beneficiosos en el organismo cuando las personas se exponen a iones negativos, y son estas partículas las que se forman cuando las moléculas de agua chocan con las rocas, las cuales, al escapar sus electrones, se unen con ellos, el resultado son iones negativos.

Además, mejora la circulación sanguínea ya que el contacto con el agua fría hace que el corazón se acelere para hacer circular la sangre más rápidamente, manteniéndonos calientes, mejorando el sistema cardiovascular.

También ayuda a reducir los dolores musculares, provocando relajación corporal; realza la belleza de la piel, las uñas y el cabello eliminando la grasa y las impurezas, y estimula la producción de colágeno.

Dormir mejor

Se sabe que la presencia constante en el ambiente al aire libre ayuda a un sueño reparador, ya que aumenta la producción de melatonina, la hormona del sueño. Una mayor exposición al sol durante el día, y a la oscuridad durante la noche, facilita esta producción, regulando el ritmo circadiano, que es el famoso reloj biológico.

Un estudio realizado por la Universidad de Colorado lo demostró al analizar a dos grupos de personas, uno de los cuales se fue a acampar a un bosque durante dos días y el otro se quedó en casa. El estudio demostró que después de la experiencia, el grupo que acampó prolongó su producción de melatonina durante más días, lo que resultó en un mejor sueño por más tiempo.

Exposición al sol

Exponerse al aire libre en días soleados combate la depresión. El sol aumenta el nivel de vitamina D en el organismo, un elemento importante para la salud mental. En algunos lugares del planeta, la incidencia de la luz solar es menor en determinadas épocas del año, como en el invierno, por ejemplo, provocando que la gente salga menos de casa. Esta falta de sol puede provocar una falta de esta vitamina en el organismo, desencadenando síntomas de depresión.

Creencias y energías

Existen muchas creencias en torno a las energías curativas y tonificantes que la naturaleza ofrece a los seres vivos. Es posible sentir esta energía al conectar con ella, al contemplar su belleza o al tocar árboles, plantas y animales; al caminar sobre pasto, tierra o arena, darse un chapuzón en el mar, ríos, lagos o bañarse en cascadas.

Tanto la energía que viene de arriba, del Sol, como la energía que viene de abajo, del centro de la Tierra, son energías naturales, vitales y positivas que aumentan la energía corporal, elevando la vibración y frecuencia que también emanan las personas.

Este contacto ayuda de varias maneras:

  • Reduce los pensamientos negativos;
  • Aumenta la inmunidad del cuerpo;
  • Aumenta la oxigenación del cuerpo;
  • Aumenta la creatividad, la memoria, el enfoque y la concentración;
  • Proporciona relajación y tranquilidad;
  • Aumenta la sensación de plenitud y bienestar;
  • Fomenta la frecuencia de las actividades físicas;
  • Reduce los riesgos de enfermedades crónicas; es mucho más.

Todos los beneficios de los que hablamos en este artículo contribuyen a la salud y la calidad de vida, al hacernos desconectar, al menos un poco, de la vida urbana para conectar con el medio ambiente, incrementando nuestras funciones vitales de la forma más saludable posible: en plena naturaleza.

Cuando no estás viajando, puedes estar en contacto con la Naturaleza de otras maneras. Mira algunos de nuestros consejos: