He estado comiendo cada vez menos carnes rojas y siempre me llamó la atención este paquete de pollo congelado en el supermercado, pero nunca lo había comprado porque temía que solo contuviera huesos y piel, pero me sorprendió positivamente la trozos carnosos.
El empaque es tipo “zip” que se puede cerrar luego, así que lo dejé descongelar, tiré el condimento adentro y lo guardé en el refrigerador. Perfecto para una casa de 2 personas, ya que sólo puedo usar la mitad del pack.
Mi condimento para el pollo es siempre el mismo y ya lo mencioné en otra receta. Haga clic –> aquí para acceder. Lo dejé marinando durante la noche, luego lo llevé a hornear en un molde poco profundo cubierto con papel de aluminio y untado con aceite de oliva (encima del papel). Truco para evitar engrasar la sartén.
El pollo se mete al horno precalentado a 200º y cada 15 minutos aproximadamente mezclo los ingredientes para caramelizarlo uniformemente. Estará listo cuando esté dorado (lo siento y chicos, pero el tiempo en el horno es algo a lo que no puedo prestar atención).
Las hierbas, las cebollas peladas y los dientes de ajo dejan un maravilloso aroma en el asado. La cebolla queda caramelizada y el ajo después de asarlo queda muy tierno. Delicioso para comer con arroz, ¡créame!
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