Santa Princesa Isabel: la petición formal de santidad vuelve a ser un tema de discusión

Solicitud formal de santidad vuelve a la agenda

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La petición de santificar a la princesa Isabel fue planteada nuevamente por el movimiento monárquico brasileño después de una década.

Una petición de hace casi una década ha resurgido entre bastidores de la Iglesia católica. El intento de convertir a la princesa Isabel en santa no es nada nuevo, pero por ahora no son más que susurros. Para convertirse en una declaración pública, se cree que todavía queda un largo camino por recorrer. En primer lugar, la princesa brasileña sería beatificada. Poco después se convertiría en santa. La petición formal de santidad circula en la Arquidiócesis de Río de Janeiro desde 2011.

La princesa Isabel era ultracatólica y reconocida, durante su vida, como una mujer de múltiples virtudes. Su mayor papel fue el de supuesta “redentora”, tras promulgar la ley para la abolición de los esclavos. Asimismo, Isabel aún heredaría el trono brasileño si no se hubiera proclamado la República en 1889.

En cualquier caso, la petición de santificar a la princesa Isabel provino del periodista Hermes Rodrigues Nery, católico conservador y coordinador del Movimiento Legislación para la Vida. La petición cuenta con el apoyo de varios monárquicos en Brasil. Nery aún no ha concedido entrevistas sobre el tema y oficialmente la Arquidiócesis de Río evita tomar posición. Además, la institución, a través de su consultoría, afirma que existe la posibilidad de que haya un “inicio de conversaciones” para desembocar en la beatificación, pero no se prevé la rapidez con la que se producirán los avances.

En un intento por volver a la princesa Isabel Santa

Santa Princesa Isabel: la petición formal de santidad vuelve a ser un tema de discusión

Según trascendió, existe cierto malestar sobre el tema. Después de todo, una gran parte del movimiento negro contemporáneo cuestiona el papel de la princesa en la abolición. En este sentido, la narrativa quitaría el foco de atención a las luchas de los propios negros esclavizados y exesclavizados para obtener su libertad. Asimismo, aún existe preocupación por el crecimiento de los discursos monárquicos en Brasil, debido a la polarización ideológica que divide al país. La propia elección de Jair Bolsonaro alentó el pedido de avanzar.

Por otro lado, este retraso en el proceso no es una cuestión política, sino burocrática. Hay una cola natural en la oficina de la Causa de los Santos, que está vinculada a la Arquidiócesis. Según el padre José Cláudio Loureiro, hay poca gente trabajando y muchos procesos en marcha. Los trabajos de investigación sobre la orden comenzaron en 2019, pero fueron interrumpidos debido a la pandemia. Y sólo ahora, con la flexibilización de las normas sanitarias, se ha reanudado el proceso.

El trabajo de investigación es el primer paso para santificar a la princesa Isabel, como es habitual en un proceso de reconocimiento de la santidad. Normalmente esto ocurre a través de la diócesis donde falleció la candidata, pero la princesa pasó sus últimos años exiliada en Francia, y murió allí, el 14 de noviembre de 1921. Así, la Archidiócesis solicitó un traspaso de jurisdicción.

Documentación de la princesa Isabel

En primer lugar, es importante que el expediente biográfico del candidato apunte a sus virtudes. Por tanto, los investigadores necesitan recopilar sus propios escritos, así como todo tipo de documentación sobre los mismos. Si hay personas vivas que vivieron con la princesa, por ejemplo, también hay que entrevistarlas. Una vez finalizada esta fase, el obispo responsable deberá aprobar o no la continuación. Finalmente, el proceso pasa al Vaticano, que incluso analiza posibles milagros, declarándola beata y luego santa.

Por otro lado, el caso de la princesa Isabel también involucra política común además de fe. Una posible reelección del presidente Bolsonaro haría que la causa se mantuviera firme, ya que su base conservadora mantendría la presión. Sin embargo, si gana la izquierda, se cree que la investigación bibliográfica sería archivada. Sea como fuere, para entonces ya se ha trabajado mucho. Una comisión analizó más de 80.000 documentos sobre la vida de la princesa y su contenido debería convertirse en un enorme dossier.

Veneración de la princesa

En vida, la princesa Isabel recibió el título de “Santa Isabel Brasileira”, en un discurso político en la Iglesia de Nossa Senhora do Rosário de São Benedito dos Homens Pretos, para celebrar la abolición. En ese momento, la iglesia era un bastión del movimiento abolicionista negro. Asimismo, muchos católicos la consideraban una santa. Quienes convivían con ella decían que era muy buena persona, e Isabel no invirtió en esto por una cuestión de “marketing personal”.

Por otro lado, la princesa también tenía una personalidad autoritaria. Esto también sucedió con su fe: como era ultracatólica, estaba comprometida con la creencia de que sólo la Iglesia católica salvaría a todos los hombres. El investigador Paulo Rezzutti también afirma que existen registros históricos de que la veneración a la imagen de Isabel comenzó cuando aún estaba viva y se prolongó durante muchos años entre los negros. Hoy en día, este culto todavía existe, pero entre otros círculos, como los católicos del movimiento monárquico brasileño.

Virtudes de Isabel

Paulo Rezzutti reflexiona sobre el hecho de que son 3 los puntos que se utilizan para justificar el proceso de beatificación de la princesa. La primera es su “prueba de virtud en grado heroico”, es decir, su defensa al apresurarse y aprobar la Ley Áurea. Asimismo, también recibió culto durante años del movimiento negro vinculado a la religión católica. Fue vista como una santa por haberlos liberado. El tercer punto es el relato de posibles milagros, personas que dirían haber sido curadas por Isabel, de una manera inexplicable en términos de medicina.

Todos estos puntos reciben análisis de expertos vaticanos. También se puso de moda el peso político de la familia imperial brasileña y el liderazgo del catolicismo en ese momento. La princesa Isabel tenía una estrecha vinculación con la Iglesia católica, la causa mariana y la doctrina social de la Iglesia. Isabel hizo varias veces importantes pedidos a la Iglesia, demostrando que Brasil estaba entregado a la causa mariana.

En cualquier caso, según el padre Nascimento, experto de la Causa de los Santos, la petición de santificar a la princesa Isabel sólo tiene sentido por los signos de devoción popular. “La Iglesia no fabrica santos”, comenta. “Lo que hace santos es la propia santidad del individuo. Y quien reconoce la santidad de una persona es el pueblo. Es el pueblo el que crea esta devoción y la fama de santidad se difunde”.