Antihistamines: what they are and main types

qué son y tipos principales

Alergias

Los antihistamínicos son medicamentos indicados para el tratamiento de reacciones alérgicas, como urticaria, secreción nasal, rinitis alérgica o conjuntivitis, por ejemplo, ya que actúan reduciendo los síntomas de picazón, hinchazón, enrojecimiento o secreción nasal. Estos remedios actúan impidiendo la acción de la histamina, sustancia que provoca alergias, por lo que también se les llama antialérgicos.

El tipo de antihistamínico que se puede utilizar depende de la afección que se esté tratando, pudiendo el médico recomendar el uso de antihistamínicos de primera, segunda o tercera generación, que tienen diferencias en la forma de acción y efectos secundarios, como la somnolencia. , Por ejemplo.

Por ello, es importante consultar a un médico para diagnosticar la afección a tratar y así asesorarse sobre el mejor antihistamínico, dosis de medicación y duración del tratamiento. Además, estos remedios no deben ser utilizados por niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia sin consejo médico.

Imagen ilustrativa número 1

Los principales tipos de antihistamínicos incluyen:

1. Antihistamínicos clásicos o de primera generación

Los antihistamínicos clásicos o de primera generación fueron los primeros que se introdujeron en el mercado y actúan bloqueando la liberación de histamina en el cerebro y la médula espinal. Por tanto, provocan más efectos secundarios como somnolencia intensa, sedación, fatiga, cambios en las funciones cognitivas y la memoria. Además, también son más difíciles de eliminar del organismo y, por estos motivos, deben evitarse.

Los principales antihistamínicos de primera generación son:

  • prometazinatableta o crema dermatológica (Phenergan o Profergan);
  • Dexclorfeniraminacomprimido, jarabe, gotas o crema dermatológica (Polaramina o Histamina);
  • Hidroxizinatableta, jarabe o solución oral (Hixizine o Pruri-gran);
  • clemastinatableta o crema dermatológica (Emistin);
  • difenhidraminaampolla inyectable (difenidrina).

Estos antihistamínicos generalmente están indicados para el tratamiento de reacciones alérgicas, dermatitis alérgica, urticaria, rinitis alérgica, vértigo, náuseas provocadas por viajes o prevención de vómitos postoperatorios, por ejemplo, y deben usarse con consejo médico.

Además, algunos antihistamínicos de primera generación, como la difenhidramina, pueden usarse en hospitales para tratar reacciones alérgicas o anafilácticas graves, aplicándolos directamente en una vena o músculo por una enfermera, bajo supervisión médica.

2. Antihistamínicos no clásicos o de segunda generación

Los antihistamínicos no clásicos o de segunda generación son medicamentos que actúan impidiendo la acción de la histamina en los tejidos periféricos, como los vasos sanguíneos, el tracto gastrointestinal y el sistema respiratorio. Estos antihistamínicos penetran en menor cantidad en el sistema nervioso central y se eliminan más rápidamente, por lo que presentan menos efectos secundarios.

Los principales antihistamínicos de segunda generación son:

  • loratadinatableta o jarabe (Claritin, Histadin o Loratamed);
  • cetirizinatableta, cápsula o solución oral (Zyrtec o Reactine);
  • Bilastinatabletas o solución oral (Alektos);
  • Ebastinatableta o jarabe (Ebastel);
  • Epinastinacomprimidos o gotas para los ojos (Talerc o Relestat).

Estos antihistamínicos generalmente están indicados para la rinitis alérgica, urticaria, rinoconjuntivitis alérgica, ayudando a aliviar síntomas como picazón en la piel, ojos o nariz, sensación de secreción o congestión nasal, estornudos, enrojecimiento de los ojos o tos.

Antes de iniciar el tratamiento con antihistamínicos de segunda generación se debe consultar con el médico para que le recomiende el tratamiento más adecuado según los síntomas presentados. Aprenda a reconocer los síntomas de la alergia.

3. Antihistamínicos de tercera generación

Los antihistamínicos de tercera generación son medicamentos producidos mediante la modificación de moléculas de antihistamínicos de segunda generación, presentando la misma acción y eficacia, pero con dosis más pequeñas y menos efectos secundarios.

Los principales antihistamínicos de tercera generación son:

  • Levocetirizinatabletas o gotas (Zyxem, Zina o Rizi);
  • Desloratadinatableta o jarabe (Desalex, Leg o Esalerg);
  • Fexofenadinatableta o jarabe (Allegra, Fexx o Allexofedrin).

Estos remedios están indicados para el tratamiento de la rinitis alérgica estacional, la urticaria crónica, las alergias cutáneas, la secreción nasal, la conjuntivitis alérgica o la fiebre del heno, por ejemplo, y deben utilizarse durante el tiempo que dure el tratamiento indicado por el médico.

¿Qué antihistamínicos se pueden utilizar durante el embarazo?

Durante todo el embarazo se debe evitar en la medida de lo posible el uso de medicamentos, incluidos los antihistamínicos, especialmente en el primer trimestre del embarazo, ya que es la fase en la que las células del embrión se multiplican rápidamente y forman los órganos principales, y el uso de medicamentos u otras sustancias pueden afectar el desarrollo del bebé.

Sin embargo, si es necesario, la mujer embarazada puede tomar antihistamínicos, pero sólo si lo indica el obstetra. Los antihistamínicos que se consideran más seguros durante el embarazo, y que se encuentran en la categoría B, son la clorfeniramina, la loratadina y la difenhidramina.

Cuando no usar

Los antihistamínicos pueden ser utilizados por cualquier persona, sin embargo, existen algunos casos que requieren asesoría médica, como por ejemplo:

  • Embarazo y lactancia;
  • Niños;
  • Glaucoma;
  • Alta presión;
  • Enfermedades renales o hepáticas;
  • Hipertrofia benigna de próstata.

Además, algunos de estos medicamentos pueden interactuar con algunos anticoagulantes y medicamentos depresores del sistema nervioso central, como ansiolíticos o antidepresivos, y es recomendable consultar con su médico antes de utilizarlos.