que puede ser y que hacer

Síntomas

La flema con sangre puede ocurrir debido a tos prolongada, uso de anticoagulantes, infecciones respiratorias, edema pulmonar, bronquitis, bronquiectasias o ser un signo de cáncer de pulmón.

Es importante consultar a un neumólogo o médico general cuando se note flema con sangre, especialmente cuando hay otros síntomas, como dificultad para respirar, dolor en el pecho, fiebre, cansancio frecuente, ronquera o dolor de espalda, por ejemplo, ya que puede ser un signo. de gravedad.

Una vez identificada la causa de la flema sanguinolenta, es importante iniciar un tratamiento para prevenir complicaciones, pudiendo estar indicado el uso de medicamentos dependiendo de la causa, además de medidas para hidratar las vías respiratorias, como beber abundante líquido. durante el día. y lavarse la nariz, por ejemplo.

Causas principales

Las principales causas de la flema con sangre son:

1. Tos prolongada

Cuando se tiene alergia o gripe y se presenta tos seca, fuerte y prolongada, se pueden notar pequeños sangrados debido a la irritación de las vías respiratorias, que pueden terminar mezclados con flemas. Esta situación es temporal y no suele ser grave, desapareciendo al cabo de unos días, sobre todo cuando la tos mejora.

Qué hacer: Lo ideal es intentar calmar la tos para reducir la irritación en las vías respiratorias. Por eso, es importante beber mucha agua durante el día, además de lavarse la nariz con suero para hidratar las mucosas y tomar un jarabe casero de miel con propóleo, por ejemplo, o jarabes antihistamínicos, como la loratadina. Mira cómo preparar este jarabe y otras recetas naturales para la tos.

2. Sequedad de las vías respiratorias

La sequedad de las vías respiratorias superiores, que involucra nariz, laringe y faringe, puede provocar la eliminación de flemas sanguinolentas. Esto puede ocurrir por una gripe, un resfriado o una alergia, por ejemplo, que, debido a la tos o los estornudos constantes, pueden provocar que la mucosa local se irrite más, provocando pequeños sangrados.

Sin embargo, también es posible que las vías respiratorias superiores se sequen como resultado de un clima muy seco, lo que provoca que los pequeños vasos de la nariz revienten y provoquen flema con sangre.

Qué hacer: En este caso, es importante beber mucho líquido y lavarse la nariz para mantener las mucosas hidratadas. Además, su médico puede recomendarle el uso de medicamentos antiinflamatorios para aliviar los síntomas.

3. Uso de anticoagulantes

El uso de anticoagulantes, como warfarina o heparina, puede aumentar el riesgo de hemorragia en diversas partes del cuerpo, ya que la sangre se vuelve más fluida. Por tanto, es posible que, si hay una ligera irritación de las vías respiratorias, por una alergia, por ejemplo, se produzca una pequeña cantidad de sangrado que se elimina con tos y flemas.

Qué hacer: Si la cantidad de sangre presente en la flema es pequeña no es señal de alarma, sin embargo, si hay sangrado abundante se debe acudir a cita médica para valorar la posibilidad de suspender el medicamento o cambiar la dosis. .

4. Infecciones respiratorias

Las infecciones respiratorias, como la gripe, la neumonía o la tuberculosis, por ejemplo, también pueden provocar tos con sangre debido a la inflamación e irritación de las vías respiratorias. Además, es común notar otros síntomas como flema amarillenta o verdosa, dificultad para respirar, piel pálida, dedos o labios azulados, fiebre y dolor en el pecho. Consulte otros síntomas que pueden indicar una infección pulmonar.

Qué hacer: Si se sospecha una infección respiratoria, siempre es importante consultar a un médico general o neumólogo para confirmar el diagnóstico, identificar la causa e iniciar el tratamiento más adecuado, que puede incluir el uso de antibióticos, reposo y aumento de la ingesta de líquidos durante el día. .

5. Bronquiectasias

Las bronquiectasias es una enfermedad crónica en la que se produce una dilatación permanente de los bronquios pulmonares, provocando una producción excesiva de flemas, así como una sensación de falta de aire frecuente. Además, la presencia de sangre en la flema también es un signo muy común.

Qué hacer: Las bronquiectasias siempre deben ser diagnosticadas por un médico para poder iniciar el tratamiento adecuado. Por lo tanto, si se sospecha esta condición, se debe consultar a un neumólogo para realizar pruebas, como radiografías, y observar las características de los bronquios. Esta afección no tiene cura, pero el tratamiento con medicamentos recetados por un neumólogo puede aliviar los síntomas durante los ataques. Comprenda mejor qué son las bronquiectasias y qué hacer.

6. Bronquitis

La bronquitis también puede estar asociada a la producción de flema sanguinolenta, ya que hay una inflamación recurrente de los bronquios, lo que aumenta la irritación de las vías respiratorias y las posibilidades de sangrado.

En los casos de bronquitis, la flema suele ser blanca o ligeramente amarillenta, y puede ir acompañada de la presencia de algunos hilos de sangre, sibilancias al respirar, cansancio frecuente y sensación de dificultad para respirar. Vea otros síntomas de la bronquitis.

Qué hacer: El reposo y la ingesta adecuada de agua muchas veces consiguen aliviar los síntomas de la bronquitis, sin embargo, si los síntomas son persistentes o si la dificultad para respirar empeora, es recomendable buscar atención médica, ya que puede ser necesario utilizar medicamentos directamente en la vena.

Las personas que padecen bronquitis crónica deben realizar un seguimiento adecuado con un neumólogo, comenzando a utilizar los medicamentos recomendados por el médico tan pronto como aparezcan los primeros signos de un ataque.

7. Edema pulmonar

El edema pulmonar, conocido popularmente como “agua en los pulmones”, se produce cuando hay una acumulación de líquidos en el interior de los pulmones. Esto sucede más fácilmente en personas con problemas cardíacos, como insuficiencia cardíaca congestiva, en la que la sangre no es bombeada correctamente por el corazón y, por lo tanto, se acumula en los pequeños vasos sanguíneos del pulmón, provocando que se libere líquido dentro del pulmón. .

En estos casos, la flema liberada puede ser rojiza o rosada y tener una ligera consistencia espumosa. Además, otros síntomas comunes son dificultad para respirar, labios y dedos azulados, dolor en el pecho y taquicardia.

Qué hacer: El edema pulmonar se considera una emergencia médica. Por ello, si se tiene un problema cardíaco y se sospecha alguna alteración en los pulmones, es muy importante acudir rápidamente a urgencias, para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado, que en el caso de edema se realiza. en el hospital. en el hospital. Obtenga más información sobre el tratamiento del edema pulmonar.

8. Cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón es una afección más rara, pero también puede causar flema con sangre. Este tipo de cáncer es más común en personas mayores de 40 años y que fuman.

Otros síntomas que también pueden aparecer en casos de cáncer de pulmón incluyen tos persistente que no mejora, pérdida de peso, ronquera, dolor de espalda y cansancio extremo. Vea las 10 señales que podrían indicar cáncer de pulmón.

Qué hacer: Siempre que se sospecha de cáncer, especialmente en personas con factores de riesgo, es muy importante consultar a un neumólogo para realizar todas las pruebas necesarias, confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento. Generalmente, cuanto antes se identifique el cáncer, más fácil será lograr una cura.

Cuando ir al medico

Es importante consultar a un neumólogo para identificar la causa de la sangre en la flema, para poder iniciar el tratamiento más adecuado.

La consulta con un médico es más urgente cuando hay:

  • Flema con sangre que no mejora después de 3 días;
  • Presencia de grandes cantidades de sangre en la flema;
  • Presencia de otros síntomas como fiebre alta, dificultad intensa para respirar, piel pálida, dedos y labios azulados.

Para investigar este tipo de síntomas, el médico puede realizar pruebas como radiografías de pulmón, espirometría o tomografía computarizada, por ejemplo.