que puede ser y que hacer

Exámenes

La presencia de bilirrubina en la orina normalmente es indicativa de problemas hepáticos, como hepatitis, cirrosis, cáncer de hígado o presencia de cálculos biliares, y puede verse a través del color amarillo oscuro a naranja de la orina, y debe confirmarse mediante un análisis de sangre. prueba. orina.

La bilirrubina es producto de la degradación de la hemoglobina, se vuelve soluble en el hígado, recibiendo el nombre de bilirrubina directa, es transportada a las vías biliares y al intestino, donde sufre un proceso de degradación, y se elimina por las heces en forma de estercobilinógeno y en la orina en forma de urobilinógeno.

Cuando hay problemas con el hígado o las vías biliares, la bilirrubina directa regresa a la circulación y puede ser filtrada por los riñones y eliminada por la orina. Obtenga más información sobre la bilirrubina.

Causas principales

Las principales causas de la bilirrubina en la orina son:

1. hepatitis

La hepatitis es una de las principales causas de bilirrubina en la orina, ya que debido a la inflamación del hígado, la bilirrubina conjugada no puede seguir la ruta normal de eliminación, volviendo a la circulación y pudiendo ser filtrada por los riñones y eliminada por la orina.

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ocurrir debido a una infección viral, al uso recurrente de medicamentos o debido a una enfermedad autoinmune, que puede causar fiebre, dolor de cabeza, hinchazón abdominal y heces pálidas. Además, cuando la enfermedad no se identifica y se trata, puede aparecer ictericia, en la que los ojos y la piel se vuelven amarillos. Vea cómo reconocer los tipos de hepatitis.

Qué hacer: Si se sospecha hepatitis, es importante acudir al médico general o hepatólogo para solicitar pruebas diagnósticas, como serología para virus de la hepatitis, evaluación de enzimas hepáticas y análisis de orina. Al confirmar la hepatitis, el médico puede indicar el mejor tratamiento según el tipo de hepatitis, que puede ir desde reposo y aumento de la ingesta de líquidos, hasta el uso de medicamentos, como el Interferón, por ejemplo.

2. Cirrosis

En la cirrosis se produce una inflamación crónica y progresiva del hígado, lo que provoca que este órgano ya no realice correctamente sus funciones. Así, como el hígado está en proceso de degeneración, la bilirrubina no puede viajar a las vías biliares e intestino para ser eliminada, regresando a la circulación y siendo eliminada por la orina.

La cirrosis hepática puede ocurrir como consecuencia de la hepatitis, pero suele estar relacionada con el consumo frecuente y excesivo de bebidas alcohólicas, resultando en síntomas como debilidad, cansancio excesivo, pérdida de peso sin causa aparente, falta de apetito, atrofia muscular e insuficiencia renal. . Conozca otros síntomas de la cirrosis hepática.

Qué hacer: El tratamiento recomendado por el médico general o hepatólogo para la cirrosis varía según la causa, y la mayoría de las veces se recomienda dejar de beber alcohol y adoptar uno adecuado que incluya suplementos vitamínicos para que no haya deficiencias nutricionales. Es importante identificar y tratar la cirrosis lo más rápido posible para evitar la progresión de la enfermedad y, en consecuencia, el trasplante de hígado.

3. Cáncer de hígado

Al igual que en la hepatitis y la cirrosis, en el cáncer de hígado el órgano se encuentra en un proceso de inflamación y degeneración crónica, lo que favorece la eliminación de la bilirrubina directamente en la orina.

Este tipo de cáncer es más común en personas que tienen hígado graso o que usan esteroides anabólicos frecuentemente y los síntomas aparecen cuando la enfermedad ya está en etapas más avanzadas, como dolor abdominal, pérdida de apetito sin causa aparente, cansancio excesivo, piel y color amarillo. ojos y náuseas constantes. Aprenda a identificar el cáncer de hígado.

Qué hacer: Si se sospecha cáncer de hígado, es importante acudir al hepatólogo para que pueda realizar pruebas diagnósticas, como ecografía abdominal y tomografía computarizada, por ejemplo. Además, se pueden recomendar algunas pruebas de laboratorio, como la medición de las enzimas hepáticas. Si se confirma el cáncer de hígado, el médico puede recomendar la extirpación quirúrgica de toda el área afectada y quimioterapia.

4. Cálculos biliares

La presencia de cálculos en la vesícula biliar también puede provocar la aparición de bilirrubina en la orina. Esto sucede porque debido a la presencia de cálculos, la bilirrubina directa no puede pasar al intestino, regresando a la circulación, donde es filtrada por los riñones y eliminada por la orina.

Los cálculos biliares o piedras surgen debido a cambios en la composición de la bilis, que pueden estar relacionados con la dieta, hábitos de vida y el uso prolongado de anticonceptivos. El principal signo de los cálculos en la vesícula biliar es el cólico biliar, que corresponde a un dolor intenso en el lado derecho del abdomen, además de pérdida de apetito, diarrea y ojos y piel amarillentos. Conozca los signos y síntomas de los cálculos biliares.

Qué hacer: El tratamiento más frecuentemente indicado en el caso de cálculos biliares es la extirpación de la vesícula biliar mediante un proceso quirúrgico. A continuación, es importante que la persona lleve una alimentación adecuada, rica en frutas, verduras y alimentos integrales y baja en grasas y fritos.