qué es, síntomas y tratamiento

Autismo

El síndrome de Asperger es una condición que hace que las personas tengan dificultades para relacionarse y comunicarse con los demás. Sin embargo, no hay cambios en el aprendizaje e incluso pueden tener una capacidad de aprendizaje superior a la media. Por tanto, aunque forma parte del espectro del autismo, el Asperger no es lo mismo que el autismo.

La intensidad de los síntomas puede variar mucho de un niño a otro y, por tanto, los casos menos evidentes pueden ser más difíciles de identificar. Es por ello que muchas personas sólo descubren el síndrome de Asperger durante la edad adulta, cuando experimentan depresión o cuando empiezan a tener episodios de ansiedad intensos y recurrentes.

A diferencia del autismo, el síndrome de Asperger no provoca dificultades generalizadas de aprendizaje y es habitual que las personas diagnosticadas con este síndrome necesiten crear rutinas fijas. Entender mejor qué es el autismo y cómo identificarlo.

Principales síntomas del síndrome de Asperger

El síndrome de Asperger puede provocar algunos signos y síntomas característicos, como:

1. Dificultad para relacionarse con otras personas

Los niños y adultos con este síndrome generalmente muestran dificultad para relacionarse con otras personas, ya que tienen un pensamiento rígido y dificultad para comprender sus propias emociones y las de los demás, lo que puede parecer que no les importan los sentimientos y necesidades de otras personas.

2. Dificultad para comunicarse

Las personas con síndrome de Asperger tienen dificultades para comprender el significado de señales indirectas, como cambios en el tono de voz, expresiones faciales, gestos corporales, ironía o sarcasmo, por lo que sólo pueden entender lo que se dice literalmente.

Así, también tienen dificultades para expresar lo que piensan o sienten, no compartir intereses o lo que piensan con otras personas, además de evitar el contacto con la mirada de otra persona.

3. No entender las reglas

Es común que, ante la presencia de este síndrome, el niño sea incapaz de aceptar el sentido común o respetar reglas simples como esperar su turno en la fila o esperar su turno para hablar, por ejemplo. Esto hace que la interacción social para estos niños sea cada vez más difícil a medida que crecen.

4. Sin retrasos en el lenguaje, el desarrollo o la inteligencia

Los niños con este síndrome tienen un desarrollo normal, no necesitando más tiempo para aprender a hablar o escribir. Además, su nivel de inteligencia también es normal o, a menudo, superior a la media.

5. Necesidad de crear rutinas fijas

Para hacer el mundo un poco menos confuso, las personas con síndrome de Asperger tienden a crear rituales y rutinas muy fijos. No se aceptan modificaciones en el orden o horarios de actividades o citas, al igual que los cambios no son bienvenidos.

En el caso de los niños, esta característica se puede observar cuando el niño siempre necesita caminar el mismo camino para llegar a la escuela, se molesta cuando sale tarde de casa o no puede entender que alguien también pueda sentarse en la misma silla que ellos usan, por ejemplo. ejemplo ejemplo.

6. Intereses muy específicos e intensos

Es común que estas personas se mantengan concentradas en determinadas actividades durante mucho tiempo, y se mantengan entretenidas con una misma cosa, como un tema u objeto, por ejemplo, durante mucho tiempo.

7. Poca paciencia

En el síndrome de Asperger, es común que las personas sean muy impacientes y tengan dificultades para comprender las necesidades de los demás, siendo muchas veces consideradas groseras. Además, es común que no les guste hablar con personas de su edad, ya que prefieren un discurso más formal y con mucha profundidad sobre un tema específico.

8. Incoordinación motora

Puede haber falta de coordinación de movimientos, que tienden a ser torpes y torpes. Es común que los niños con este síndrome tengan una postura corporal inusual o extraña.

9. Falta de control emocional

En el síndrome de Asperger existe dificultad para comprender los sentimientos y las emociones. Por lo tanto, cuando se sienten abrumados emocionalmente pueden tener dificultades para regular sus reacciones.

10. Hipersensibilidad a los estímulos

Las personas con Asperger suelen tener una intensificación de sus sentidos y, por ello, es habitual que reaccionen de forma exagerada ante estímulos, como luces, sonidos o texturas.

Sin embargo, también se dan algunos casos de Asperger en los que los sentidos parecen estar menos desarrollados de lo normal, lo que acaba empeorando su incapacidad para relacionarse con el mundo que les rodea.

Cómo confirmar el diagnóstico.

Para diagnosticar el síndrome de Asperger, los padres deben llevar al niño al pediatra o al psicólogo infantil tan pronto como aparezcan signos que indiquen este síndrome. Durante la consulta, el médico y/o psicólogo realizará una valoración física y psicológica del niño para comprender el origen de su conducta y poder confirmar o descartar el diagnóstico de Asperger.

Cuanto antes se haga el diagnóstico y se inicien las intervenciones para tratar al niño, mejor podrá ser su adaptación al entorno y su calidad de vida.

Cómo se realiza el tratamiento.

El tratamiento para el síndrome de Asperger tiene como objetivo promover la calidad de vida y una sensación de bienestar. Por ello, es importante que el tratamiento se inicie poco después del diagnóstico e, idealmente, durante la infancia, para que sea posible obtener mejores resultados a lo largo del tratamiento.

El tratamiento normalmente lo lleva a cabo un equipo multidisciplinar, que coordina las terapias para que se complementen en el tiempo:

1. Apoyo psicológico

El apoyo psicológico es fundamental en el síndrome de Asperger, ya que es durante las sesiones donde se observan las principales características del síndrome, permitiendo identificar situaciones en las que estas características se destacan. Además, durante el tratamiento con un psicólogo se anima a la persona a hablar y pasar tiempo con alguien “desconocido”, que no forma parte de su vida diaria.

Aún así, es importante que padres, amigos y profesores participen en el proceso de asesoramiento psicológico, ya que pueden reforzar lo desarrollado durante las sesiones y apoyar la evolución. Algunos ejemplos de lo que pueden hacer padres y profesores para ayudar a un niño con síndrome de Asperger, por ejemplo, son:

  • Dar órdenes sencillas, breves y claras. Por ejemplo: “Guarda el rompecabezas dentro de la caja después de jugar” y no: “Guarda tus juguetes después de jugar”;
  • Pregúntele al niño por qué está actuando en el momento de la acción;
  • Explique de forma clara y tranquila que la actitud “extraña”, como decir malas palabras o tirarle algo a otra persona, es desagradable o inaceptable para los demás, para que el niño no repita el error;
  • Evite juzgar al niño por su comportamiento.

Además, dependiendo del comportamiento que presente el niño, el psicólogo puede realizar juegos que pueden ayudar a facilitar la convivencia o ayudar al niño a comprender por qué ha tenido una determinada actitud y el impacto de sus acciones, por ejemplo, una vez que muchas veces no puede entender qué es. correcto e incorrecto.

2. Sesiones de logopedia

Como en algunos casos una persona con síndrome de Asperger puede tener dificultades para hablar con otras personas, las sesiones con un logopeda pueden ayudar a estimular el habla y construir frases. Además, las sesiones también pueden ayudar a modular el tono de voz, ya que en algunos casos la persona puede gritar o hablar con más fuerza en situaciones en las que no es necesario.

Además de ayudar a interactuar con otras personas mediante la estimulación del habla, el logopeda también puede ayudar en la expresión adecuada de los sentimientos, que se identifican con la ayuda del psicólogo.

3. Uso de medicamentos

No existe un medicamento específico para tratar el síndrome de Asperger de una vez por todas, sin embargo cuando hay signos de ansiedad, depresión, hiperactividad o déficit de atención, el psicólogo puede derivarlo a un psiquiatra para que el uso de medicamentos (como antidepresivos o ansiolíticos) se puede recomendar. ) que ayudan a controlar los signos y síntomas de estos cambios, ayudando a promover la calidad de vida.