qué es, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Enfermedades

La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune crónica causada por una intolerancia permanente al gluten, que es la proteína presente en el trigo, el centeno, la malta y la cebada, provocando una respuesta del sistema inmunológico capaz de provocar inflamación y daño en el intestino.

La enfermedad celíaca es causada por cambios genéticos y puede ocurrir tanto en niños como en adultos e incluye síntomas como diarrea, dolor de cabeza, hinchazón del vientre, irritabilidad, cansancio y pérdida de peso.

El diagnóstico de la enfermedad celíaca debe ser realizado por un gastroenterólogo, o médico general, quien evaluará los signos y síntomas que presenta la persona, y solicitará pruebas para confirmar el diagnóstico, como pruebas genéticas, endoscopia y análisis de sangre.

Síntomas principales:

Los principales síntomas de la enfermedad celíaca son:

  • Diarrea;
  • Constipación;
  • Pérdida de peso;
  • Dolor de estómago;
  • Exceso de gases;
  • Vientre hinchado;
  • Fatiga.

Además, como esta condición disminuye la absorción de nutrientes por parte del cuerpo, la enfermedad celíaca también puede causar anemia y osteoporosis.

Síntomas de la enfermedad celíaca en niños

Los síntomas de la enfermedad celíaca en los niños incluyen retraso en el desarrollo y el crecimiento, pérdida de peso, vómitos, diarrea crónica, vientre hinchado, pérdida de masa muscular, anemia por deficiencia de hierro, irritabilidad y malestar.

Síntomas de la enfermedad celíaca no clásica

Además de los síntomas clásicos, algunas personas pueden tener enfermedad celíaca no clásica, que puede causar o no síntomas gastrointestinales.

Los principales síntomas de la enfermedad celíaca no clásica son:

  • Vientre hinchado;
  • Dor abdominal;
  • Diarrea;
  • Cansancio;
  • Constipación;
  • Dolor de cabeza o migraña.
  • Cambios en la piel, como dermatitis, heridas y psoriasis;
  • Pérdida de apetito.

Además, este tipo de enfermedad celíaca también puede provocar irritabilidad, deficiencia de ácido fólico y/o vitamina B12, infertilidad, menstruación tardía, menopausia precoz, defectos del esmalte dental, ansiedad, irritabilidad, aborto espontáneo, parto prematuro o nacimiento de recién nacidos. con baja estatura.

Diferencia entre intolerancia al gluten y enfermedad celíaca

La intolerancia al gluten es la incapacidad o dificultad para digerir el gluten, lo que provoca síntomas como diarrea, dolor e hinchazón abdominal. Sin embargo, en la intolerancia al gluten la persona no presenta alergias ni cambios autoinmunes y el daño intestinal disminuye con la exclusión del gluten de la dieta. Comprenda más sobre la intolerancia al gluten.

La enfermedad celíaca es una respuesta del sistema inmunológico al gluten que causa inflamación y daño permanente al intestino. Aunque los síntomas de la enfermedad celíaca son similares a los de la intolerancia al gluten, esta condición provoca daños irreversibles en el intestino, incluso después de eliminar el gluten de la dieta.

Cómo se hace el diagnóstico

El diagnóstico de la enfermedad celíaca lo realiza un gastroenterólogo o médico general, mediante la evaluación de los síntomas y signos que presenta la persona y los antecedentes familiares, ya que la enfermedad celíaca tiene causas principalmente genéticas.

Si deseas concertar una cita, puedes buscar el gastroenterólogo más cercano a ti mediante la siguiente herramienta:

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El médico también puede solicitar algunos exámenes y pruebas, como análisis de orina, heces y sangre, para comprobar los niveles de anticuerpos; Prueba genética; y endoscopia con biopsia intestinal, un examen que evalúa la estructura del intestino y busca cualquier signo que indique enfermedad celíaca.

Cuando las pruebas y exámenes iniciales no son concluyentes, el médico también puede recomendar excluir el gluten de la dieta y luego solicitar una segunda biopsia intestinal.

Causas principales

Aunque aún no se conoce la causa exacta de la enfermedad celíaca, se cree que esta enfermedad es causada por un cambio genético heredado de los padres o familiares que hace que el sistema inmunológico reaccione, provocando inflamación, daño en el intestino y dificultando la absorber nutrientes. .

Cómo se realiza el tratamiento.

La enfermedad celíaca no tiene cura y, por tanto, el tratamiento debe realizarse durante toda la vida, y se aconseja principalmente excluir alimentos y medicamentos que contengan gluten, ayudando a mejorar la calidad de vida de la persona y evitar los síntomas de esta enfermedad.

1. Dieta sin gluten

Es fundamental excluir de la dieta los alimentos con gluten, como el trigo, el centeno, la malta y la cebada, y los productos elaborados con estos cereales, como el pan, la pasta, la cerveza, las tartas y las galletas, por ejemplo. Vea cómo debe ser la dieta para la enfermedad celíaca.

La dieta también debe priorizar los alimentos ricos en hierro y folato, especialmente si la persona tiene deficiencia de estos minerales. Además, es importante leer siempre la etiqueta del producto para comprobar si el alimento contiene o no gluten antes de consumirlo.

La avena se puede incluir en la dieta, sin embargo, es imprescindible comprobar si el fabricante dispone del sello de certificación sin gluten para este producto.

Es importante consultar a un nutricionista especializado en dietas sin gluten, especialmente durante el primer año tras el diagnóstico de la enfermedad, para que se pueda crear un plan de alimentación individualizado para prevenir deficiencias de nutrientes.

2. Suplementos

Dado que muchas personas con enfermedad celíaca pueden tener deficiencias de fibra, hierro, calcio, zinc, folato, vitamina B12 y vitamina D, un médico o nutricionista también puede recomendar el uso de suplementos.

3. Medicamentos

El uso de medicamentos para la enfermedad celíaca generalmente sólo está indicado en personas que también padecen dermatitis herpetiforme o en casos de enfermedad celíaca refractaria, que es cuando la persona no mejora o mejora temporalmente con la eliminación del gluten de la dieta.

Los medicamentos recetados pueden incluir prednisolona, ​​azatioprina, ciclosporina u otros medicamentos utilizados para reducir las reacciones inflamatorias o inmunológicas, que sólo deben usarse bajo la supervisión de un gastroenterólogo.