El dolor de espalda que normalmente no desaparece es causado por una mala postura o una sobrecarga frecuente de la columna debido a una actividad física excesiva, pero también puede indicar una hernia de disco, fractura de vértebras y cáncer de huesos.
Dependiendo de la causa del dolor de espalda, pueden aparecer otros síntomas como hormigueo, dolor o debilidad en otras partes del cuerpo y, en ocasiones, el dolor puede empeorar con el tiempo y no mejorar con el reposo.
En caso de dolor de espalda que no desaparece, es importante consultar a un ortopedista para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado, pudiendo el médico aconsejarle sobre la corrección de la postura, el uso de analgésicos, fisioterapia y, en su caso, algunos casos, cirugía.
Causas principales
Las principales causas del dolor de espalda que no desaparece son:
1. Esfuerzo excesivo
La tensión excesiva en la columna al levantar pesas o hacer ejercicio, por ejemplo, puede dañar músculos y tendones, provocando un dolor de espalda que, si la persona continúa sobrecargando la columna, puede no desaparecer.
Qué hacer: El dolor de espalda por esfuerzo excesivo suele mejorar en unos días con reposo y medidas como la aplicación de compresas con agua tibia y masajes. Descubra más formas de aliviar el dolor de espalda.
Además, en ocasiones el médico también puede recetar medicamentos, como antiinflamatorios y relajantes musculares, para aliviar el dolor. Sin embargo, se recomienda no sobrecargar la columna con demasiado peso y ejercicio físico, para que el dolor no vuelva a ocurrir.
2. Mala postura
Una mala postura puede provocar dolor de espalda debido a la tensión prolongada en músculos y ligamentos. Además, cuando una persona continúa teniendo una mala postura, es posible que el dolor de espalda no desaparezca.
Qué hacer: El dolor de espalda por mala postura tiende a mejorar cuando la persona cambia de postura para realizar las actividades diarias.
Sin embargo, en ocasiones el médico puede recomendar fisioterapia y actividades físicas con la orientación de un profesional, para ayudar a corregir la postura a través de estiramientos y fortalecimiento muscular. Vea algunos estiramientos para el dolor de espalda.
3. hernia de disco
El dolor de espalda causado por una hernia de disco generalmente no desaparece sin el tratamiento adecuado. Además, cuando hay compresión de la médula espinal, es común que aparezcan síntomas como dolor, hormigueo, sensación de ardor o debilidad en otras partes del cuerpo. Vea más síntomas de una hernia de disco.
Qué hacer: Si se sospecha de una hernia de disco, se recomienda consultar a un ortopedista para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento, que normalmente se realiza con el uso de medicamentos antiinflamatorios, fisioterapia y, en los casos más graves, cirugía.
4. Fractura de huesos de la columna
Las fracturas de huesos en la columna pueden causar dolor de espalda que no desaparece y tiende a empeorar con el movimiento, especialmente al caminar o estar de pie, y normalmente es notado por la persona después de golpes y caídas, por ejemplo. Conozca más síntomas de fracturas.
Sin embargo, especialmente en el caso de enfermedades como la osteoporosis o los tumores de columna, no siempre es posible identificar una causa específica de la fractura, que en ocasiones puede provocar pocos síntomas.
Qué hacer: En caso de sospecha de fractura de vértebra, se recomienda acudir a urgencias, especialmente tras golpes o caídas, por ejemplo. El tratamiento de las fracturas de huesos de la columna puede implicar reposo, uso de analgésicos, fisioterapia y cirugía.
5. Cáncer de columna
Aunque es poco común, el cáncer de columna generalmente causa dolor de espalda que no desaparece, incluso con reposo. Además, el dolor tiende a empeorar con el tiempo y a ser más intenso por la noche, pudiendo incluso despertar a la persona. Entender qué es y los principales síntomas del cáncer de huesos.
Qué hacer: Si se sospecha cáncer de columna, se recomienda consultar a un ortopedista para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento, que puede implicar radioterapia, quimioterapia y/o cirugía.
Cómo saber si el dolor de espalda es grave
El dolor de espalda puede ser grave, especialmente si:
- Historia de cáncer, accidentes o golpes fuertes;
- Uso prolongado de medicamentos corticosteroides orales;
- Pérdida de peso;
- Enfermedades como la osteoporosis y el cáncer;
- Entumecimiento, hormigueo, ardor o dolor en otras partes del cuerpo;
- Pérdida de fuerza muscular;
- Dificultad para orinar o evacuar;
- Incontinencia fecal o urinaria.
Sin embargo, cuando el dolor es constante y no desaparece ni siquiera con el reposo y la aplicación de compresas, también puede ser indicativo de situaciones más graves, como una fractura de vértebra o cáncer de huesos, y es importante consultar a un ortopedista para una evaluación. .
El ortopedista puede recomendar pruebas de imagen, como radiografías de columna y tomografía computarizada, que pueden identificar cambios en la columna, para confirmar el diagnóstico.