qué es, síntomas, causas y tratamiento

Artritis

La artritis es una inflamación de las articulaciones del cuerpo, que provoca dolor, deformidad y dificultad de movimiento. Los síntomas de la artritis pueden aparecer en cualquier persona, pero son más comunes en personas mayores de 40 años y que tienen sobrepeso.

La artritis, u osteoartritis, puede ser causada por cambios autoinmunes, infección o desgaste natural de las articulaciones, y es importante identificar el tipo de artritis para poder indicar el tratamiento más adecuado.

El tratamiento para la artritis debe ser indicado por un ortopedista o reumatólogo y se realiza con medicación, fisioterapia y ejercicio, sin embargo, en algunos casos puede ser necesaria la cirugía.

Síntomas de artritis

Los principales síntomas de la artritis son:

  • Dolor y sensibilidad en la articulación;
  • Rigidez y dificultad para mover la articulación, especialmente por la mañana;
  • Enrojecimiento y sensación de calor en la articulación afectada;
  • Inflamación de articulaciones;
  • Debilidad y atrofia muscular;
  • Deformación en la articulación.

Los síntomas pueden afectar a cualquier articulación, pero las articulaciones de las manos, los pies, el cuello y las rodillas son más comunes.

Los síntomas también pueden variar según el tipo de artritis. Por ello, es importante consultar a un reumatólogo u ortopedista para que pueda indicar el tratamiento más adecuado para aliviar los síntomas y evitar un mayor desgaste de la articulación.

¡No ignores tus síntomas!

Prueba de síntomas

Si cree que puede tener artritis, describa sus síntomas y conozca su riesgo de padecer la enfermedad:

El test de síntomas es una herramienta que sólo sirve como orientación, no sirve como diagnóstico ni sustituye a la consulta con un reumatólogo, ortopedista o médico de cabecera.

¿La artritis y la osteoartritis son la misma enfermedad?

La artritis es un término utilizado para referirse a enfermedades en las que hay inflamación de las articulaciones, que puede ocurrir ya sea por envejecimiento o como consecuencia de cambios inmunológicos, infecciones o traumatismos.

La osteoartritis, también conocida como osteoartrosis, es un tipo de artritis en la que el cartílago se desgasta, lo que provoca fricción entre las articulaciones, provocando la aparición de síntomas como dolor, rigidez articular e hinchazón, en algunos casos.

Causas principales

El desgaste natural de la articulación es una de las causas más comunes de artritis, pero esta enfermedad también puede ser causada por exceso de peso, uso excesivo, edad, traumatismos directos o indirectos, factores genéticos y por hongos, bacterias o virus, que establecen ingresa a través del torrente sanguíneo en la articulación, generando el proceso inflamatorio.

Si este proceso no se revierte a tiempo, puede provocar la destrucción completa de la articulación y la consiguiente pérdida de función.

La osteoartritis generalmente aparece después de los 40 años, pero también puede afectar a personas más jóvenes. Un tipo de artritis que se manifiesta en los niños es la artritis juvenil. Sin embargo, su forma más común afecta especialmente a personas mayores de 65 años.

Tipos de artritis

La artritis se puede clasificar en algunos tipos según su causa:

  • Artritis degenerativaen los que el desgaste natural del cartílago se produce por el envejecimiento, cambios genéticos o exceso de peso, favoreciendo la inflamación de las articulaciones;
  • Artritis reumatoideque es un cambio autoinmune en el que el propio sistema inmunológico ataca al cuerpo provocando inflamación de las articulaciones;
  • Artritis septicaque ocurre como consecuencia de una infección bacteriana y es común después de la cirugía;
  • Artritis psoriásicaque es consecuencia de la psoriasis, una enfermedad que provoca la aparición de placas rojas y escamosas en la piel;
  • artritis gotosaque sucede cuando hay una acumulación de ácido úrico en las articulaciones, provocando inflamación y rigidez de las articulaciones;
  • Artritis reactivaque se produce como consecuencia de otras infecciones, generalmente gastrointestinales o urinarias, en las que las bacterias pueden llegar a las articulaciones y provocar inflamación;
  • Artritis reumatoide juvenil idiopáticaque ocurre en los niños y que ocurre cuando el sistema inmunológico ataca los tejidos sanos de las articulaciones.

Es importante que el tipo de artritis sea identificado por el reumatólogo u ortopedista para poder indicar el tratamiento más adecuado.

Cómo se hace el diagnóstico

El diagnóstico de artritis debe ser realizado por un reumatólogo u ortopedista con base en la observación de los signos y síntomas que presenta la persona, además de un examen físico.

Además, el médico puede recomendar una radiografía para comprobar la hinchazón local y la deformidad de las articulaciones, así como una tomografía computarizada o una resonancia magnética.

Para identificar el tipo de artritis, también se puede recomendar medir el factor reumatoide y el ácido úrico en sangre, además de puncionar el líquido sinovial de la articulación afectada, en algunos casos.

Tratamiento de la artritis

El tratamiento para la artritis debe realizarse según las indicaciones del médico y tiene como objetivo aliviar los síntomas, ya que el desgaste de las articulaciones no se puede revertir por completo.

1. Medicina para la artritis

El médico de cabecera o el ortopedista pueden recetar paracetamol, ibuprofeno, así como pomadas que contengan ketoprofeno, felbinac y piroxicam, y otras sustancias como el sulfato de glucosamina o la cloroquina. Cuando estos no sean suficientes, se puede utilizar una inyección de corticosteroides cada 6 meses o una vez al año.

Para prevenir la progresión de la enfermedad pueden estar indicados medicamentos como Infliximab, Rituximab, Azatioprina o Ciclosporina, por ejemplo.

2. Fisioterapia para la artritis

La fisioterapia puede ayudar enormemente a los pacientes con artritis. Mediante el tratamiento fisioterapéutico la inflamación podrá disminuir y será más fácil realizar movimientos. Se podrán utilizar recursos antiinflamatorios, analgésicos y ejercicios de estiramiento y movilización articular para preservar los movimientos articulares y evitar que se produzcan nuevas deformidades.

La fisioterapia debe realizarse al menos 3 veces por semana, hasta que los síntomas de la artritis se resuelvan por completo. Corresponde al fisioterapeuta decidir qué recursos utilizará para tratar esta enfermedad. También se recomienda practicar ejercicios como natación, aeróbic acuático y Pilates, ya que ayudan a combatir la inflamación y ayudan a fortalecer los músculos.

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3. Inmovilización de la articulación

El ortopedista puede recomendar que se inmovilice la articulación para ayudar a mantenerla en reposo y prevenir lesiones más graves.

4. Cirugía para la artritis

A largo plazo, una forma de tratamiento para la artritis puede incluir la cirugía, que debe estar indicada dependiendo de la articulación afectada. Las opciones quirúrgicas pueden incluir una artroscopia, fusión o reemplazo de articulaciones.

La recuperación completa después de la cirugía puede llevar algunos meses y generalmente es necesaria la rehabilitación después del procedimiento.

5. comida

La dieta para la artritis y artrosis debe incluir el consumo de alimentos que tengan propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, como pescados grasos, frutos secos y alimentos ricos en vitamina C y fibra. Además, se debe evitar el consumo de alimentos procesados ​​ricos en grasas y azúcares, como galletas y helados, ya que favorecen la inflamación en el cuerpo, incluidas las articulaciones.

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6. Tratamiento natural de la artritis

Un gran tratamiento natural para complementar el tratamiento recomendado por tu fisioterapeuta o médico es beber tés e infusiones de plantas medicinales, como el jengibre y el azafrán.

El consumo diario de pimienta de cayena y orégano también actúa como un potente antiinflamatorio natural, al igual que masajear las zonas afectadas con aceite esencial de lavanda o uña de gato.

¿Es curable la artritis?

La artritis aún no tiene cura y por lo tanto es una enfermedad crónica, pero los individuos pueden recurrir a diferentes formas de tratamiento cada vez que se vuelve dolorosa y compromete sus actividades diarias.

Para traer alivio del dolor y mejorar la capacidad de movimiento, se recomienda una dieta cuidadosa, donde beber mucha agua y evitar el consumo excesivo de alimentos ricos en proteínas, además de recurrir a medicamentos antiinflamatorios, inmunosupresores, prescritos por el reumatólogo, y fisioterapia. .

La cirugía para colocar una prótesis articular puede representar, en muchos casos, una cura para la artritis en esa articulación, como ocurre en la artritis séptica, por ejemplo, pero no siempre se puede realizar.