La artrosis de cadera, también llamada artrosis o coxartrosis, es el desgaste de la articulación que provoca síntomas como dolor localizado en la cadera, sensación de arena al mover la articulación y sensación de hormigueo en las piernas, que aparece principalmente durante el día y al caminar o permanecer sentado durante mucho tiempo.
Esta enfermedad provoca la degeneración del cartílago, y es muy común que aparezca en la cadera, ya que es una región que soporta gran parte del peso del cuerpo y está siempre en movimiento y, generalmente, ocurre en personas mayores de 45 años, pero También puede ocurrir en personas más jóvenes, especialmente en el caso de deportistas que utilizan mucho sus articulaciones.
El tratamiento debe ser guiado por un ortopedista, y consiste en aliviar los síntomas con el uso de medicamentos y fisioterapia. La cirugía se puede realizar como último recurso, cuando no hay mejoría con el tratamiento clínico, realizándose raspando la parte inflamada o reemplazando el cartílago por una prótesis de cadera.
Síntomas de la osteoartritis de cadera
Los síntomas más comunes de la osteoartritis de cadera incluyen:
- Dolor en la cadera, que empeora al caminar, estar sentado durante mucho tiempo o acostarse de lado sobre la articulación afectada;
- Caminar cojeando, necesitando un bastón para soportar mejor el peso corporal;
- Sensación de entumecimiento u hormigueo en las piernas;
- El dolor puede variar desde la cadera hasta la rodilla en la parte interna de la pierna;
- Dolor ardiente en la pierna;
- Dificultad para mover la pierna por la mañana;
- Sensación de arena al mover la articulación.
- Dificultad para cortarse las uñas de los pies, ponerse calcetines, atarse los zapatos o levantarse de una silla, cama o sofá más bajo.
Esta enfermedad es causada por el desgaste de la articulación de la cadera, generalmente en personas genéticamente predispuestas, que se presenta con la edad avanzada, pero la artrosis de cadera también puede aparecer en personas jóvenes, debido a traumatismos locales provocados por la práctica de deportes, como correr y levantar pesas. Por ejemplo. Conozca otras enfermedades que pueden causar dolor de cadera.
¿Se retira la artrosis de cadera?
En algunas personas, los síntomas pueden ser tan intensos que pueden incapacitar las actividades diarias e incluso ser un motivo de jubilación. Pero, para evitarlo, es necesario seguir estrictamente el tratamiento y seguimiento médico.
Cómo confirmar el diagnóstico.
El diagnóstico de artrosis de cadera lo realiza el médico ortopédico tras evaluar los síntomas y comprobar la radiografía de cadera. Algunas palabras que pueden estar escritas en el informe radiológico y que sugieren artrosis de cadera son: estrechamiento del espacio articular, esclerosis subcondral, osteofitos marginales, quistes o geodas.
Otras pruebas que el médico puede ordenar son la tomografía computarizada, que puede indicar si hay un tumor óseo, y la resonancia magnética, que puede usarse para evaluar el estado de la cabeza del fémur.
Posibles Causas
La artrosis de cadera se produce por el desgaste natural de esta articulación, por la edad o por traumatismos frecuentes, como correr largas distancias, por ejemplo. En estos casos, la cabeza del fémur, que encaja perfectamente en el acetábulo de la cadera, ya no encaja del todo. La superficie articular se vuelve irregular y áspera, y da lugar a osteofitos, lo que provoca dolor y disminución de la capacidad de movimiento.
Algunas situaciones que favorecen la aparición de osteoartrosis de cadera son:
- Artritis reumatoide,
- Espondiloartritis anquilosante;
- Diabetes;
- Artritis septica;
- Displasia de cadera;
- Traumatismo local o traumatismo repetido (correr).
Por ello, es importante mantener bajo control estas situaciones para eliminar el dolor y prevenir la progresión de la artrosis.
Es muy común que una persona que tiene artrosis en un lugar la tenga también en otros, como las rodillas o los hombros, por ejemplo. Conoce, con más detalle, qué la causa y qué hacer en caso de artrosis.
Cómo se realiza el tratamiento.
Las principales formas de tratamiento son:
1. Cambios de hábitos
Algunos cambios que pueden ser útiles para aliviar el dolor y empeorar el cuadro son reducir la frecuencia o intensidad de la actividad física que está provocando la artrosis, reducir el peso y utilizar un bastón, apoyándolo siempre en la mano opuesta al lado del dolor. para reducir la sobrecarga de la cadera.
2. Medicamentos
Los medicamentos analgésicos, recetados por el médico, como la dipirona o el paracetamol, se pueden utilizar hasta 4 veces al día para aliviar los síntomas. Cuando los síntomas son muy intensos se pueden utilizar analgésicos más potentes, como tramadol, codeína y morfina, además de inyectar corticoides directamente en la cadera.
Los antiinflamatorios, como el diclofenaco y el ketoprofeno, o los corticosteroides, como la prednisona, sólo están indicados durante los períodos de empeoramiento de los síntomas y no deben tomarse de forma rutinaria, debido al riesgo de provocar daño renal y úlceras de estómago.
Todavía es posible utilizar suplementos como el colágeno hidrolizado, la glucosamina o la condroitina, que actúan ayudando a renovar el cartílago y mejorar la osteoartritis en algunas personas.
3. Fisioterapia
El tratamiento de fisioterapia se puede realizar con el uso de aparatos que alivian el dolor, uso de bolsas térmicas, masajes, tracción manual y ejercicios, para mejorar el rango, lubricación y función de la articulación, y debe realizarse diariamente o al menos 3 veces por semana.
4. Ejercicios
Los ejercicios, como aeróbic acuático, Pilates, ciclismo u otros ejercicios que no empeoran el dolor, son importantes para fortalecer los músculos y proteger las articulaciones del cuerpo. Por ello, se recomienda fortalecer la musculatura de los muslos y realizar ejercicios de estiramiento y funcionales.
Los ejercicios se pueden iniciar con bandas elásticas, pero es importante ir aumentando el nivel de dificultad utilizando pesas que pueden llegar a pesar hasta 5kg en cada pierna.
5. Cirugía
La cirugía para la osteoartritis se debe realizar cuando otros tratamientos no son suficientes para controlar el dolor. Consiste en retirar parcial o totalmente el cartílago dañado, y, en algunos casos, es necesario sustituirlo por una prótesis de cadera.
Después del procedimiento es necesario guardar reposo alrededor de 10 días, el cual varía según las necesidades de cada persona. En los casos en los que se coloca una prótesis de cadera, la recuperación es más prolongada, siendo necesario continuar con la fisioterapia durante alrededor de 1 año o más, para que los movimientos se recuperen de la mejor manera. Vea qué hacer para acelerar la recuperación después de un reemplazo de cadera.