qué es, síntomas, causas y tratamiento

Cáncer

El tumor del estroma gastrointestinal o GIST es un tipo raro de tumor del tracto gastrointestinal que inicialmente no presenta síntomas, pero a medida que el tumor crece puede provocar síntomas como vómitos o heces con sangre, dolor abdominal o sensación de saciedad incluso después de haber comido poco. .

Este tumor puede ser benigno o maligno y se origina en las células intersticiales de Cajal que recubren la pared de cualquier parte del tracto gastrointestinal y son las encargadas de las deposiciones, afectando con mayor frecuencia al estómago o al intestino delgado, pero también puede presentarse en el esófago. dos puntos o recto, por ejemplo.

El tratamiento de GIST (del inglés Tumores del estroma gastrintestinal) lo realiza el oncólogo y varía según el tamaño del tumor, su extensión y estadio, pudiendo estar indicado seguimiento con exámenes, cirugía o terapia dirigida.

Síntomas de GIST

Los principales síntomas del GIST o tumor del estroma gastrointestinal son:

  • Vómitos con sangre, parecidos a los posos del café;
  • Heces con sangre oscura, negra, rojiza o brillante;
  • Náuseas constantes y pérdida de apetito;
  • Dolor o hinchazón abdominal;
  • Sensación constante de saciedad, incluso después de haber comido poco;
  • Pérdida de peso sin motivo aparente;
  • Dificultad para tragar, en el caso de GIST en el esófago.

Además, otros síntomas que pueden presentarse son cansancio o franqueza, debido a hemorragias gastrointestinales, que pueden derivar en anemia.

Si aparecen síntomas como vómitos y dolor abdominal intenso, se debe acudir al hospital de inmediato, ya que son indicativos de obstrucción estomacal o intestinal, que son emergencias médicas que requieren atención inmediata.

Cómo confirmar el diagnóstico.

El diagnóstico inicial de GIST, o tumor del estroma gastrointestinal, normalmente lo realiza un médico general o gastroenterólogo, mediante la evaluación de los síntomas, el historial médico y el examen físico.

Si el médico siente una masa sólida palpable debe solicitar una tomografía computarizada con contraste, y en casos de personas alérgicas al contraste se realiza una resonancia magnética. Otras pruebas que se pueden solicitar son la endoscopia, la colonoscopia y la PET-CT. Vea cómo se realiza la PET-CT.

Además, el médico debe solicitar una biopsia del tumor, obtenida mediante aspiración con aguja fina o durante la cirugía, y pruebas inmunohistoquímicas y genéticas, para confirmar el diagnóstico, estadio y tipo de tumor, y así derivar a la persona a tratamiento con el oncólogo.

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¿Cómo saber si el GIST es maligno o benigno?

La forma de saber si es maligno o benigno es a través de pruebas ordenadas por el médico, una biopsia del tumor y pruebas inmunohistoquímicas.

La mayoría de los GIST son benignos, presentan un crecimiento lento y miden menos de 2 cm, sin embargo, dependiendo de su tamaño y capacidad de multiplicación celular, pueden ser malignos, es decir, cancerosos.

En este caso, cuando es maligno, el GIST forma parte de un grupo de cánceres llamados sarcomas de tejidos blandos. Entender qué es el sarcoma.

Posibles Causas

El GIST es causado por mutaciones en los genes KIT (CD 117) o PDGFRA (receptor alfa del factor de crecimiento derivado de plaquetas), lo que resulta en la multiplicación descontrolada de las células intersticiales de Cajal que recubren la pared del tracto gastrointestinal.

Algunos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar GIST, como:

  • Edad, siendo más común después de los 60 años;
  • Síndrome de tumor del estroma gastrointestinal familiar (GIST);
  • síndrome de Carney;
  • Neurofibromatosis tipo 1.

Generalmente, el GIST crece lentamente, sin embargo, tiene potencial maligno y puede convertirse en cáncer, pudiendo muchas veces diagnosticarse en exámenes de rutina, especialmente cuando la persona no presenta síntomas en sus etapas iniciales.

En el caso de personas que padecen el síndrome de tumor del estroma gastrointestinal familiar, es importante acudir al oncólogo con regularidad para que el tumor se detecte a tiempo.

Cómo se realiza el tratamiento.

El tratamiento del GIST debe realizarse bajo la supervisión de un oncólogo y varía según el tamaño del tumor y la extensión de la enfermedad.

Para tumores menores de 2 cm y que no causan síntomas, se puede recomendar el seguimiento del tumor mediante ecografía endoscópica, realizada 1 o 2 veces al año.

Para los tumores de más de 2 cm, que no se han diseminado y son susceptibles de extirpar, el médico recomienda la cirugía, y también se puede realizar un tratamiento con terapia dirigida, como imatinib, antes de la cirugía para reducir el tamaño. tamaño del tumor o después de una cirugía para complementar el tratamiento.

En casos de metástasis, en las que el tumor se ha diseminado a otras partes del cuerpo, o tumores que no pueden extirparse mediante cirugía, el tratamiento suele realizarse con terapia dirigida, con fármacos como imatinib, sunitinib, sorafenib, pazopanib, regorafenib, ripretinib. , dasatinib, nilotinib o pazopanib, por ejemplo. Si el tumor se reduce, puede estar indicado en algunos casos.