qué es, para qué sirve y efectos en el organismo

Tratamientos naturales

La ibogaína es el principio activo procedente de la raíz de una planta procedente del continente africano llamada iboga, que tiene propiedades alucinógenas y por ello se utiliza normalmente en algunas ceremonias religiosas.

Además, la ibogaína parece equilibrar los niveles de serotonina y dopamina en el sistema nervioso central y, por tanto, puede ayudar en el tratamiento de la adicción a drogas como el tabaco y la cocaína.

Sin embargo, como aún no existen estudios científicos que demuestren la seguridad y eficacia de esta planta en humanos, el uso de iboga e ibogaína está prohibido en Brasil.

¿Para qué se utiliza la ibogaína?

Debido a que tiene efectos similares a la serotonina y la dopamina, los posibles beneficios de la ibogaína para la salud son:

  • Ayuda en el tratamiento de la drogadicción. como el alcohol, el crack, el tabaco, la cocaína y la morfina, reduciendo el deseo de consumo y las crisis de abstinencia;
  • Mejorar cansancio, libido y estado de ánimo.

Sin embargo, como se necesitan más estudios para confirmar la seguridad y eficacia de la ibogaína, el uso de esta planta en Brasil sólo está permitido en investigaciones científicas controladas.

Efectos de la ibogaína

Al igual que los hongos alucinógenos y la ayahuasca, la ibogaína es una planta alucinógena. Por tanto, masticar la planta de iboga o beber té de la raíz de esta planta favorece la relajación, además de provocar llanto, risa y alucinaciones como ver u oír cosas distorsionadas o inexistentes.

También se cree que el uso de la iboga favorece la purificación de la mente y el cuerpo, la sensación de “salir del cuerpo” y el encuentro con los espíritus.

Dependiendo de la cantidad consumida, los efectos alucinógenos de la ibogaína pueden durar hasta 24 horas después de su ingestión.

Posibles efectos secundarios

Los efectos secundarios de la ibogaína comienzan alrededor de 30 minutos después de la ingestión y pueden durar hasta 3 horas e incluyen:

  • Agitación;
  • Náuseas;
  • Vómitos intensos y repetidos,
  • Dolor de cabeza;
  • Soy;
  • Temblores:
  • Pérdida de coordinación motora;
  • Frío o calor.

Además, el consumo de ibogaína también puede provocar síntomas psiquiátricos, arritmia cardíaca, deshidratación grave, ataques epilépticos y muerte súbita.

¿Quién no puede usar?

Las personas con enfermedades cardiovasculares, hepáticas o psiquiátricas, como psicosis, esquizofrenia o trastorno bipolar, no pueden utilizar ibogaína.

La ibogaína no debe usarse junto con otras drogas, como bebidas alcohólicas, marihuana, éxtasis o cocaína.

Además, los niños, así como las mujeres embarazadas o en período de lactancia, tampoco deben consumir ibogaína.