Jarabes caseros para la tos (seca y con flemas)

Síntomas

Algunos jarabes, como el de zanahoria con miel y orégano, ayudan a aliviar la tos seca, ya que hidratan la garganta y tienen propiedades calmantes, reduciendo el reflejo de la tos de forma natural.

El jarabe de guaco y poleo, y el jarabe de remolacha, por ejemplo, tienen propiedades expectorantes y broncodilatadoras, ayudando a diluir las secreciones y aliviando la tos con flemas.

Aunque ofrecen beneficios, los jarabes caseros no deben sustituir el uso de medicamentos. Por lo tanto, estos remedios naturales sólo deben utilizarse para complementar el tratamiento prescrito por el médico.

Jarabes para la tos seca

La tos seca puede ser causada por una alergia respiratoria, asma, tabaquismo o contaminación, por ejemplo. Vea las posibles causas de la tos seca y cómo tratarla.

Algunas opciones de jarabes que ayudan a aliviar la tos seca son:

1. Sirope de zanahoria

Un buen jarabe casero para la tos seca es el jarabe de zanahoria, que ayuda a aliviar la tos porque lubrica, reduciendo la irritación de la garganta.

Ingredientes:

  • 1 zanahoria mediana;
  • 1 cucharada de azúcar moreno;
  • 1 cucharada de miel;
  • Jugo de 1/2 limón.

Modo de preparación:

Lava bien y corta la zanahoria en rodajas muy finas. Coloca la zanahoria en un frasco de vidrio con tapa. Agrega el jugo de limón, la miel y el azúcar, mezclando bien con una cuchara. Tapa la olla y deja reposar la mezcla durante la noche a temperatura ambiente. Tomar 1 cucharada de este almíbar dos veces al día.

Este jarabe no está recomendado para niños menores de 2 años y personas con alergia a la miel. Del mismo modo que el jarabe de zanahoria no está recomendado para personas con intolerancia a la fructosa o síndrome del intestino irritable. Además, las personas con diabetes deben utilizar este jarabe con moderación.

2. Sirope de orégano

El jarabe de orégano tiene propiedades antitusivas que ayudan a aliviar la tos seca.

Ingredientes:

  • 1 cucharada de miel;
  • 1 cucharadita de orégano.

Modo de preparación:

Mezcla los ingredientes en un recipiente de vidrio y calienta durante 10 segundos en el microondas. Espera a que se enfríe y tómalo de 2 a 3 veces al día. Vea otros beneficios del orégano.

Este jarabe no está recomendado para personas con alergia al orégano o a la miel, ni tampoco a mujeres embarazadas o en período de lactancia.

Además, este jarabe no está recomendado para niños menores de 2 años, personas con intolerancia a la fructosa o síndrome del intestino irritable. Este jarabe debe ser utilizado con moderación por personas con diabetes.

3. Sirope de jengibre y limón

El jarabe de jengibre y limón fortalece el sistema inmunológico y tiene acción antiinflamatoria, ayudando a reducir la irritación de garganta y aliviando así la tos seca.

Ingredientes:

  • 250 ml de agua;
  • 1 cucharada de jugo de limón;
  • 1 cucharada de jengibre fresco rallado;
  • 1 cucharada de azúcar moreno.

Modo de preparación:

Coloca el agua y el azúcar en una cacerola y deja hervir, revolviendo bien hasta que el azúcar se disuelva. Después de apagar el fuego, agrega el jengibre, tapa la sartén y deja enfriar. Transfiera la mezcla a un frasco de vidrio con tapa y agregue el jugo de limón, mezclando bien. Tomar 1 cucharadita de este jarabe, hasta 3 veces al día.

El jarabe de jengibre no debe ser utilizado por niños menores de 6 años, personas con cálculos biliares, enfermedades hemorrágicas o quienes toman medicamentos anticoagulantes.

Las mujeres embarazadas y las personas que toman medicamentos para controlar la presión arterial alta o la diabetes sólo deben consumir este jarabe bajo supervisión médica.

4. Jarabe de equinácea

La Equinácea es una planta rica en compuestos antialérgicos, antioxidantes, antiinflamatorios e inmunoestimulantes, ayudando a aliviar los síntomas de la gripe, las alergias y los resfriados, como la congestión nasal y la tos seca.

Ingredientes:

  • 300 ml de agua;
  • 2 cucharaditas de raíces de equinácea;
  • 2 cucharadas de azúcar moreno.

Modo de preparación:

Coloca el azúcar en una sartén y calienta a fuego lento hasta que se derrita por los bordes. Agrega las raíces de equinácea y el agua, dejando hervir durante 10 minutos. Deja enfriar la bebida y cuela. Tomar 1 cucharada, hasta 3 veces al día.

Este jarabe no está recomendado para niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia. Tampoco se recomienda para personas con tuberculosis, leucemia, esclerosis múltiple o enfermedades autoinmunes, como artritis reumatoide, lupus y psoriasis. Además, las personas con diabetes deben utilizar este jarabe con precaución.

5. Sirope de tomillo, regaliz y anís verde

El jarabe de tomillo, la raíz de regaliz y las semillas de anís verde ayudan a relajar las vías respiratorias, además de tener en su composición miel que reduce la irritación de garganta, lo que ayuda a aliviar la tos seca.

Ingredientes:

  • 1 cucharada de tomillo seco;
  • 1 cucharada de raíz de regaliz seca;
  • 1 cucharada de semillas de anís verde;
  • 500 ml de agua;
  • 250 ml de correo.

Modo de preparación:

Agrega las semillas de anís verde, la raíz de regaliz y el agua a un recipiente, tapa y deja hervir durante 15 minutos. Luego retira del fuego y agrega el tomillo, tapa y deja reposar hasta que se enfríe. Luego cuela y agrega miel.

Conserva este almíbar en un vaso limpio y seco, en el frigorífico, durante un máximo de 3 meses.

Este jarabe no debe ser utilizado por niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia, ni por personas que tengan hipertensión arterial, problemas cardíacos o renales, o antecedentes de enfermedades dependientes de estrógenos, como cáncer de mama, de ovario o endometriosis, por ejemplo.

La tos con flema puede surgir por situaciones como bronquitis, bronquiolitis y tuberculosis, por ejemplo. Conozca otras causas de tos con flema.

Algunas recetas caseras de jarabes para la tos con flemas son:

1. Sirope de guaco y poleo

El guaco y el poleo son plantas medicinales con acción expectorante, antiinflamatoria y broncodilatadora, ayudando a tratar la tos con flemas.

Ingredientes:

  • 2 cucharaditas de hojas de poleo;
  • 4 hojas de guaco lavadas y secas;
  • 500 ml de agua;
  • 3 cucharadas de azúcar moreno.

Modo de preparación:

En una sartén grande agrega el azúcar y calienta a fuego medio hasta que se caramelice bien. Agrega a la sartén el agua, el guaco y las hojas de poleo, revolviendo bien, hasta que se disuelva todo el azúcar. Déjalo hervir durante 10 minutos. Espera a que se enfríe y cuela. Transfiera la mezcla a un frasco de vidrio con tapa. Tomar de 1 a 2 cucharadas de este almíbar al día.

Este jarabe no debe ser utilizado por niños menores de 2 años, mujeres embarazadas o en período de lactancia. Las personas con enfermedades renales, enfermedades respiratorias crónicas, tuberculosis o cáncer no deben consumir este jarabe.

Este jarabe tampoco debe ser utilizado por personas que estén usando la planta medicinal Ipê Roxo (Tabebuia avellanedae) o medicamentos anticoagulantes. Además, las personas con diabetes deben utilizar este jarabe con precaución porque contiene azúcar.

2. Sirope de remolacha

El jarabe de remolacha es un estupendo remedio casero para calmar la tos con flemas debido a las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que tiene.

Ingredientes:

Modo de preparación:

Lavar y cortar la remolacha en rodajas, colocándola en un frasco de vidrio limpio y seco con tapa. Agrega el azúcar y mezcla bien con una cuchara. Luego, tapa la olla y déjala reposar durante 24 horas.

Tomar 2 cucharadas de este almíbar 3 veces al día. Para los niños pequeños se recomienda tomar únicamente 1 cucharada hasta 3 veces al día. Vea otras recetas de sirope de remolacha.

Este jarabe debe ser utilizado con precaución por personas con diabetes porque puede aumentar los niveles de glucosa en sangre.

3. Almíbar de ajo, cebolla y miel

El jarabe de ajo, cebolla y miel tiene acción expectorante, antiséptica y antiinflamatoria, ayudando a diluir las flemas y aliviar la tos.

Ingredientes:

  • 1 cebolla rallada;
  • 1 diente de ajo machacado;
  • Jugo de 1/2 limón;
  • 3 cucharadas de miel.

Modo de preparación:

En un frasco de vidrio con tapa, coloca la cebolla y el ajo, cubriéndolos con la miel y el jugo de limón. Revuelve bien esta mezcla con una cuchara o espátula. Tapa la olla y déjala en el frigorífico toda la noche.

A los niños se les puede dar 1/2 cucharadita de este jarabe, hasta 3 veces al día. Los adultos pueden tomar 1 cucharadita de este jarabe, hasta 3 veces al día. Este almíbar se puede conservar en el frigorífico hasta por 1 semana.

El sirope de ajo, cebolla y miel no debe ser utilizado por niños menores de 2 años ni por personas alérgicas a la miel. Asimismo, este jarabe no está recomendado para personas con intolerancia a la fructosa o síndrome del intestino irritable. Además, este jarabe también debe utilizarse con moderación.