cuidado y cuando preocuparse

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El embarazo

El sangrado posparto, cuyo nombre técnico es loquio, es normal y dura un promedio de 5 semanas, caracterizándose por la liberación de sangre de color rojo oscuro y consistencia espesa y, en ocasiones, coágulos sanguíneos.

Este sangrado está formado por sangre, mocos y restos de tejido del útero y a medida que el útero se contrae y vuelve a su tamaño normal, la cantidad de sangre perdida disminuye y su color se vuelve cada vez más claro hasta desaparecer. completamente.

En esta etapa es importante que la mujer descanse, evite realizar cualquier esfuerzo y observe la cantidad de sangre que se pierde, además del color y presencia de coágulos. También se recomienda que las mujeres utilicen toallas sanitarias nocturnas y eviten el uso de tampones tipo OB, ya que pueden transportar bacterias al útero y provocar infecciones.

Señales de advertencia

El loquio es una situación considerada normal después del parto, sin embargo es importante que la mujer esté consciente de las características de este sangrado a lo largo del tiempo, ya que puede ser signo de complicaciones que deben ser investigadas y tratadas según las indicaciones del ginecólogo. Algunas señales de advertencia para que las mujeres llamen al médico o vayan al hospital son:

  • Tener que cambiar las toallas sanitarias cada hora;
  • Observe que la sangre, que ya se estaba aclarando, vuelve a tornarse de color rojo brillante;
  • Si hay un aumento de la pérdida de sangre después de la segunda semana;
  • Identificación de coágulos de sangre grandes, más grandes que una pelota de ping-pong;
  • Si la sangre tiene muy mal olor;
  • Si tiene fiebre o mucho dolor abdominal.

Si aparece alguno de estos signos, es importante contactar a su médico, ya que puede ser un signo de infección posparto o vaginosis bacteriana, que es causada principalmente por bacterias. Gardnerella vaginalis. Además, estos signos también pueden indicar la presencia de placenta o ser una señal de que el útero no está volviendo a su tamaño normal, lo que puede solucionarse con el uso de medicamentos o legrado.

Cuidado posparto

Después de dar a luz, se recomienda que la mujer descanse, lleve una dieta sana y equilibrada y beba abundante líquido. Además, se recomienda utilizar toallas sanitarias nocturnas y observar las características de los loquios a lo largo de las semanas. También se recomienda que las mujeres eviten el uso de tampones, porque este tipo de absorbente puede aumentar el riesgo de infección, lo que puede derivar en complicaciones.

Si se verifica la presencia de signos de alerta, dependiendo del cambio, el médico podrá recomendar el legrado, que es un procedimiento sencillo, realizado bajo anestesia general y destinado a eliminar restos uterinos o placentarios. Entender qué es el legrado y cómo se realiza.

Antes del legrado, el médico puede recomendar el uso de antibióticos de 3 a 5 días antes del procedimiento para reducir el riesgo de complicaciones. Por lo tanto, si la mujer ya está amamantando, es importante consultar a su médico para saber si puede continuar amamantando al mismo tiempo que toma medicamentos para prepararse para el procedimiento quirúrgico, ya que algunos medicamentos están contraindicados durante este período.

Si no es posible amamantar, la mujer puede extraerse la leche con las manos o con un sacaleches, que luego debe guardarse en el congelador. Siempre que llegue el momento de que el bebé tome el pecho, la mujer u otra persona puede descongelar la leche y dársela al bebé en una taza o biberón que tenga una tetina similar al pecho para no perjudicar el retorno al pecho. Vea cómo extraer la leche materna.

¿Cómo es la menstruación después de dar a luz?

La menstruación después del parto suele volver a la normalidad cuando la lactancia materna deja de ser exclusiva. Por tanto, si el bebé amamanta exclusivamente o si solo toma pequeñas cantidades de leche artificial para complementar la lactancia, la mujer no debería tener la regla. En estos casos, la menstruación debe regresar cuando la mujer comienza a producir menos leche, porque el bebé comienza a mamar menos y comienza a tomar jugos y papillas.

Sin embargo, cuando una mujer no amamanta, su período puede llegar antes, en el segundo mes del bebé y en caso de duda debe hablar con el ginecólogo o pediatra del bebé durante las consultas de rutina.