8 tipos de anemia y tratamiento

Anemia

La anemia es una enfermedad caracterizada por una disminución de la hemoglobina en el torrente sanguíneo, que puede tener varias causas, como el uso de medicamentos, deficiencias nutricionales, mala alimentación, cambios genéticos y autoinmunes.

Para identificar y confirmar el diagnóstico de anemia, el médico suele solicitar un análisis de sangre para evaluar la cantidad de hemoglobina, y se considera anemia cuando el valor es inferior a 12 g/dL en mujeres o 13 g/dL en hombres. Además, pueden estar indicadas otras pruebas para identificar el tipo de anemia, como el recuento de reticulocitos, la medición de hierro y ferritina y la electroforesis de hemoglobina, por ejemplo. Conozca las pruebas que confirman la anemia.

Independientemente del tipo de anemia, es importante que se inicie el tratamiento, ya que esto puede reducir el riesgo de desarrollar complicaciones que resulten en daño cerebral irreversible, como demencia, derrame cerebral y problemas cardiovasculares, por ejemplo.

Tipos principales

Los principales tipos de anemia son:

1. Anemia por deficiencia de hierro

La anemia ferropénica es uno de los tipos de anemia más comunes y se produce principalmente por una disminución en el consumo de alimentos ricos en hierro, como las carnes rojas, los huevos o las espinacas. Sin embargo, este tipo de anemia también puede aparecer tras un sangrado o una menstruación intensa, debido a la pérdida de hierro de la sangre.

Debido a la disminución de la cantidad de hierro, es posible observar una disminución en la cantidad de hemoglobina circulante, ya que el hierro es esencial para la formación de hemoglobina, provocando síntomas como cansancio, debilidad, somnolencia, sensación de mareo o desmayo. uñas débiles y quebradizas, piel seca y caída del cabello. Vea más sobre la anemia por deficiencia de hierro.

Como lidiar con: El tratamiento de la anemia ferropénica debe ser guiado por un médico y puede implicar cambios en los hábitos alimentarios, pudiendo estar indicado un aumento en el consumo de alimentos ricos en hierro y, en algunos casos, el uso de un suplemento de hierro. En casos más graves, se puede recomendar una transfusión de sangre.

2. Anemia falciforme

La anemia falciforme es un tipo de anemia caracterizada por un cambio en la forma de los glóbulos rojos, que adoptan forma de hoz o de media luna, interfiriendo con la cantidad de hemoglobina que puede estar presente dentro de los glóbulos rojos, provocando síntomas como como cansancio excesivo, palidez, dolor generalizado, hinchazón de pies y manos y coloración amarillenta de ojos y piel. Obtenga más información sobre la anemia falciforme.

Como lidiar con: El tratamiento para la anemia falciforme tiene como objetivo aliviar los síntomas, ya que no existe cura para este tipo de anemia. Por ello, el hematólogo puede recomendar el uso de medicamentos analgésicos y antiinflamatorios, así como transfusión de sangre en algunos casos.

3. Anemia megaloblástica

La anemia megaloblástica es un tipo de anemia que se produce por una ingesta reducida de vitamina B12 o ácido fólico, y es más común en personas que siguen una dieta vegetariana, o es consecuencia del uso de algunos medicamentos.

Así, debido a las deficiencias nutricionales y al desarrollo de anemia, se pueden notar síntomas como dolor abdominal, caída del cabello, cansancio y llagas en la boca. Consulte otros síntomas de la anemia megaloblástica.

En este tipo de anemia, los glóbulos rojos se vuelven más grandes de lo normal y puede haber una disminución en la cantidad de glóbulos rojos circulantes, y también se observa una disminución en la cantidad de plaquetas y glóbulos blancos circulantes.

Como lidiar con: El tratamiento de la anemia megaloblástica debe ser guiado por el médico, en conjunto con el nutricionista, quien debe realizar ajustes en la dieta para aumentar el consumo de alimentos ricos en ácido fólico y/o vitamina B12, dependiendo de la causa de la anemia. En algunos casos también puede estar indicado el uso de algún complemento dietético.

Si la anemia megaloblástica es causada por el uso de medicamentos, el médico puede recomendar suspender, cambiar la dosis o cambiar el medicamento.

4. Anemia perniciosa

La anemia perniciosa es un tipo de anemia megaloblástica que ocurre cuando una persona ingiere vitamina B12, pero el cuerpo es incapaz de absorberla debido a la ausencia o disminución en la cantidad de una proteína encargada de unirse a la vitamina B12 y promover su absorción, que es intrínseca. factor.

Este tipo de anemia es más común en personas que padecen enfermedad celíaca, desnutrición infantil u homocistinuria, por ejemplo, provocando síntomas como debilidad, dolor de cabeza, cansancio excesivo, palpitaciones y mareos. En casos más graves, también puede haber afectación del sistema nervioso. Obtenga más información sobre la anemia perniciosa.

Como lidiar con: El tratamiento de la anemia perniciosa debe ser guiado por un médico y normalmente se realiza con la aplicación de inyecciones de vitamina B12 o el uso de un suplemento de vitamina B12. Además, es importante añadir a tu dieta diaria más alimentos ricos en vitamina B12, como carne, huevos y queso, por ejemplo. Consulte una lista de alimentos ricos en vitamina B12.

5. Anemia de Fanconi

La anemia de Fanconi es un tipo raro de anemia genética que se caracteriza por cambios congénitos y una disminución progresiva del funcionamiento de la médula ósea, de modo que se nota una disminución en la producción de células sanguíneas.

De esta manera, se pueden notar los síntomas característicos de la anemia, como cansancio excesivo, debilidad, mareos y palidez, además de la posibilidad de deformidad en los huesos, cambios en la visión, manchas rojas en la piel y un mayor riesgo de desarrollar cáncer. Sepa reconocer los síntomas de la anemia de Fanconi.

Como lidiar con: El tratamiento de la anemia de Fanconi debe ser guiado por un hematólogo e implica el uso de medicamentos corticosteroides y/o transfusiones de sangre. En casos más graves, se puede recomendar un trasplante de médula ósea.

6. Talasemia

La talasemia es un tipo de anemia que se produce por cambios genéticos que provocan defectos en el proceso de síntesis de la hemoglobina, lo que puede provocar fatiga, irritabilidad, retraso en el crecimiento, falta de apetito y debilitamiento del sistema inmunológico, por ejemplo.

La talasemia se puede clasificar en algunos tipos según la cadena de hemoglobina que ha visto alterado su desarrollo, lo que puede provocar que los síntomas que presenta la persona sean menos o más severos. Aprenda a identificar cada tipo de talasemia.

Como lidiar con: Es importante identificar el tipo de talasemia para poder iniciar el tratamiento y, así, prevenir la progresión de la enfermedad. Además, es importante seguir una dieta adecuada para mejorar la calidad de vida y garantizar una sensación de bienestar.

7. Anemia hemolítica

La anemia hemolítica es un tipo de anemia autoinmune en la que el propio cuerpo produce anticuerpos contra las células sanguíneas, provocando su destrucción, provocando síntomas como palidez, mareos, marcas moradas en la piel, piel y ojos secos y amarillentos, orina oscura e hinchazón abdominal. Vea otros síntomas de este tipo de anemia.

Como lidiar con: El tratamiento de la anemia hemolítica debe ser guiado por un hematólogo, pudiendo recomendarse el uso de corticoides, inmunosupresores e inmunomoduladores, pudiendo recomendarse también en algunos casos transfusión de sangre y extirpación del bazo.

8. Anemia aplásica

La anemia aplásica es un tipo de anemia en la que la médula ósea disminuye progresivamente la producción de células sanguíneas, lo que puede ocurrir por el uso de medicamentos, enfermedades autoinmunes, infecciones o exposición frecuente a sustancias tóxicas.

Así, debido a la disminución del número de células sanguíneas, se pueden notar síntomas como manchas moradas en la piel, sangrado que puede tardar mucho en detenerse, dificultad para respirar, dolor de cabeza, piel pálida y mucosas.

Como lidiar con: en este caso, el médico puede recomendar una transfusión de sangre y el uso de medicamentos que estimulen el funcionamiento de la médula ósea y/o inmunosupresores. En algunos casos, también se puede recomendar un trasplante de médula ósea. Ver más detalles sobre el tratamiento de la anemia aplásica.