10 causas principales y que hacer

Diarrea Síntomas

La diarrea puede ser causada por estrés, ansiedad, intoxicación alimentaria, malabsorción de alimentos, enfermedades inflamatorias intestinales o incluso el uso de algunos medicamentos, ya que estas situaciones pueden interferir con la capacidad del intestino para absorber o eliminar líquidos con normalidad, lo que resulta en un aumento del número de deposiciones. por día, con heces que pueden ser pastosas, pero generalmente más líquidas.

Normalmente la diarrea no es un padecimiento grave, pero debe ser evaluada por un gastroenterólogo si dura más de 2 a 3 días, ya que la pérdida excesiva de agua a través de las heces puede causar deshidratación con síntomas como cansancio excesivo, disminución de la producción de orina, mareos o confusión mental.

Por eso, independientemente de la causa, es muy importante beber siempre abundante líquido para acelerar la recuperación y evitar complicaciones. Sepa qué beber y comer durante los ataques de diarrea.

Causas principales

Las principales causas de la diarrea son:

1. Intoxicación alimentaria

La intoxicación alimentaria es una de las causas más comunes de diarrea y se produce tras el consumo de alimentos o agua contaminados por virus o bacterias, generando una situación de diarrea infecciosa aguda, que puede contener sangre o mocos, además de ir acompañada de otros síntomas como como fiebre. , cólico intestinal, náuseas o vómitos.

Generalmente, la intoxicación alimentaria se produce por no cocinar bien los alimentos, especialmente la carne, tocar los alimentos con las manos sucias o comer alimentos que ya han pasado su fecha de caducidad, por ejemplo.

Qué hacer: debes mantener tu cuerpo hidratado, bebiendo mucha agua o suero casero, descansando y realizando comidas pequeñas con alimentos más ligeros como tostadas, plátano o arroz. Sin embargo, si la diarrea no mejora después de 2 o 3 días, si aparecen síntomas de deshidratación, como confusión mental o palpitaciones, o si se pertenece a un grupo de riesgo como niños o ancianos, se debe buscar ayuda médica para iniciar el tratamiento. más apropiado, que se puede realizar con suero o el uso de antibióticos.

2. Consumo de alimentos que irritan el intestino

Algunos alimentos, como frutas muy ácidas, frituras, queso, helados, cebollas, ajos o alimentos que contienen cafeína como el café, el chocolate o el té verde, por ejemplo, pueden provocar irritación en el intestino, especialmente si se consumen en exceso. o cuando la persona tiene algún problema intestinal, provocándole diarrea, cólicos o exceso de gases.

Qué hacer: se debe evitar o reducir el consumo de alimentos que provocan irritación en el intestino, además de aumentar el consumo de agua para hidratar el organismo e incluir en la dieta alimentos más ligeros y de fácil digestión como peras, guayabas o manzanas, o puré de patatas o calabaza, Por ejemplo.

3. Ingestión de alimentos laxantes

Algunos tipos de alimentos, especialmente verduras, frutas y semillas, son muy ricos en fibra y, por tanto, tienen propiedades laxantes que estimulan la función intestinal, haciendo que las heces sean más blandas. Consulta una lista más completa de los principales alimentos laxantes.

Por lo tanto, las personas que hayan consumido recientemente una gran cantidad de este tipo de alimentos también pueden presentar diarrea durante 1 o 2 días.

Qué hacer: Se debe evitar el consumo excesivo de estos alimentos, especialmente cuando ya existe diarrea. Además, es importante aumentar la ingesta de agua y comer comidas ligeras y de fácil digestión.

4. Estrés y ansiedad

El estrés y la ansiedad son situaciones que provocan la activación de señales químicas en el cerebro y la liberación de hormonas, como la adrenalina y el cortisol, que llevan a la persona a un estado de alerta constante, cambios en la digestión de los alimentos y aumento de las contracciones de los músculos intestinales. . Por tanto, pasar por una situación de estrés o ansiedad intensa puede provocar diarrea, dolor abdominal o náuseas.

Qué hacer: Se deben tomar medidas para aliviar el estrés o la ansiedad, como relajarse en un lugar tranquilo o beber un té calmante, como el de manzanilla, pasiflora o valeriana. Además, para evitar una nueva crisis, se recomienda realizar actividades placenteras con regularidad, como caminar o practicar algún hobby, o buscar ayuda profesional de un médico y/o psicoterapeuta. Vea otras formas de aliviar el estrés y la ansiedad.

5. Lombrices intestinales

Las lombrices intestinales, como las lombrices intestinales, las tenias o los oxiuros, por ejemplo, son parásitos que se alojan en el intestino provocando cambios en la digestión y absorción de los alimentos. Esto puede provocar síntomas gastrointestinales como diarrea constante, dolor abdominal, sangre en las heces, náuseas, pérdida de apetito o náuseas.

Estos gusanos generalmente se transmiten al ingerir agua cruda o poco cocida, verduras, frutas, legumbres, pescado o carne que estén contaminados con huevos del gusano o al manipular alimentos sin lavarse bien las manos.

Qué hacer: Si se sospecha una infección por lombrices intestinales, se debe consultar a un médico de cabecera, pediatra o gastroenterólogo, para iniciar el tratamiento con medicamentos antiparasitarios, como albendazol o mebendazol, por ejemplo. Además, es importante adoptar medidas de higiene, como lavarse las manos antes de comer y limpiar verduras y frutas, así como cocinar bien la carne y el pescado, para evitar ingerir huevos de lombriz y provocar una nueva infección. Ver otras medidas de higiene para evitar lombrices intestinales.

6. Intolerancia alimentaria

La intolerancia alimentaria es una dificultad para digerir determinados alimentos como la leche, el pan, la pasta o aditivos alimentarios, como colorantes o conservantes, por ejemplo, provocando un ataque de diarrea que puede comenzar a las pocas horas de ingerir el alimento y que puede ir acompañado de por formación excesiva de gases intestinales, náuseas o calambres abdominales.

Aunque los síntomas son similares, la intolerancia alimentaria se diferencia de la alergia alimentaria, porque en las alergias también hay una reacción del sistema inmunológico, que puede provocar síntomas más graves que comienzan inmediatamente después de ingerir el alimento, como dificultad para respirar, dolor en el pecho. , sensación de garganta cerrada o hinchazón en la cara. Saber identificar los síntomas de la intolerancia y alergia alimentaria.

Qué hacer: Generalmente la diarrea causada por intolerancia alimentaria mejora a las 24 horas, sin embargo, debes mantener tu cuerpo bien hidratado tomando pequeños sorbos de agua o suero casero con regularidad. Además, es importante intentar identificar el alimento que provocó la intolerancia y consultar a un gastroenterólogo o nutricionista para confirmar el diagnóstico y crear una dieta individual. Otra recomendación importante es leer la etiqueta de los alimentos antes de consumirlos para evitar episodios de diarrea.

7. Enfermedades inflamatorias intestinales

Algunas enfermedades intestinales como la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn o la enfermedad celíaca pueden provocar inflamación en el intestino, provocando diarrea crónica que puede durar más de 4 semanas y que generalmente se acompaña de síntomas como fiebre, dolor abdominal o deposiciones con sangre o mocos. Las enfermedades inflamatorias intestinales también suelen provocar períodos de estreñimiento que se alternan con períodos de diarrea. Sepa cómo identificar una enfermedad inflamatoria intestinal.

Qué hacer: Se debe consultar a un gastroenterólogo para diagnosticar la enfermedad e iniciar el tratamiento más adecuado, que puede incluir medicamentos antiinflamatorios, corticoides, antibióticos, antidepresivos o antidiarreicos. Además, es importante realizar un seguimiento con un nutricionista quien debe recomendar una dieta individual para cada tipo de enfermedad intestinal.

8. Síndrome del intestino irritable

El síndrome del intestino irritable es una enfermedad en la que se producen cambios en las deposiciones provocados por la intolerancia a determinados alimentos, como los cítricos, el café, las legumbres o incluso las bebidas carbonatadas, por ejemplo, o por la ansiedad y el estrés, lo que provoca ataques de diarrea, que pueden ir acompañado de otros síntomas como calambres abdominales, exceso de gases, diarrea o periodos de estreñimiento intercalados con diarrea.

Qué hacer: se debe evitar consumir alimentos que parezcan provocar ataques de diarrea, además de identificar situaciones que provoquen estrés y ansiedad, y realizar actividades relajantes o beber un té calmante como el té de manzanilla o el té de valeriana, por ejemplo. Además, se debe consultar a un gastroenterólogo si la diarrea no mejora y hacer un seguimiento con un psicólogo o psiquiatra para tratar la ansiedad o el estrés, si es necesario.

9. Uso de medicamentos

Algunos medicamentos como antibióticos, antiinflamatorios, antihipertensivos, antidiabéticos, antidepresivos o antiácidos, así como los utilizados en el tratamiento de quimioterapia, pueden alterar las deposiciones o provocar cambios en la flora intestinal, derivando en diarrea como efecto secundario. .

Qué hacer: El efecto secundario debe ser comunicado al médico que recetó el medicamento, para que pueda reevaluar el tratamiento y descartar la posibilidad de reducir la dosis del medicamento o cambiarla por otro, o para el tratamiento con antidiarreicos, por ejemplo. para ser llevado a cabo.

No debe dejar de tomar medicamentos sin el conocimiento de su médico. En el caso del uso de antibióticos, se pueden utilizar probióticos para regular la flora intestinal. Además, se debe evitar el uso excesivo de laxantes.

10. Cirugía gastrointestinal

Algunas cirugías que involucran el sistema gastrointestinal, como la cirugía bariátrica, la extirpación de la vesícula biliar o la extirpación de parte del intestino, pueden alterar el movimiento o la absorción de agua y grasas, provocando diarrea, que es una condición normal que puede ocurrir principalmente en el primer mes de embarazo. cirugía, y acompañarse de exceso de gases o náuseas, por ejemplo.

Qué hacer: Debes mantener tu cuerpo hidratado bebiendo agua u otros líquidos recomendados por tu médico y realizar consultas periódicas con el médico que recomendó la cirugía, así como una dieta recomendada por el nutricionista de forma individual según el tipo de cirugía realizada.