La incontinencia fecal es una condición caracterizada por la pérdida involuntaria o incapacidad de controlar la eliminación de heces y gases a través del ano. Por esta razón, nutrición juega un papel fundamental en el tratamiento de la afección, ya que es posible mejorar la consistencia de las heces y, así, ayudar a reducir el esfuerzo que debe realizar el esfínter anal, que está flácido, para evitar la fuga de heces. heces.
Para ello es importante evitar el consumo de alimentos que irriten o estimulen la mucosa intestinal, como caféchocolate, pimienta o bebidas alcohólicas, por ejemplo, además de regular la cantidad de fibra que se ingiere, ya que su consumo excesivo puede tener el efecto contrario y empeorar la incontinencia.
Algunos estudios sobre este tema han demostrado que casi la mitad de las personas pueden mejorar su incontinencia fecal con orientación profesional sobre hábitos alimentarios, además del tratamiento recomendado por su médico. Por ello, se recomienda que las personas que padecen este tipo de incontinencia acudan periódicamente a consultas con un nutricionista.

Alimentos que se pueden evitar
Hay alimentos que tienen más probabilidades de provocar gases y diarrea y, por tanto, deben ser evitados por quienes padecen incontinencia fecal. Algunos ejemplos incluyen:
- Café, bebidas energéticas, chocolate, bebidas achocolatadas, refrescos, té negro, té verde o mate ricos en cafeína que irrita la mucosa intestinal;
- Alimentos con edulcorantes, como sorbitol, manitol o xilitol: se sabe que provocan producción de gases y empeoran la diarrea;
- Azúcar y alimentos muy dulces, como caramelos, galletas, pasteles y otros;
- Se sabe que las legumbres, como los guisantes, las lentejas, los garbanzos y los frijoles, provocan gases. Vea una lista de otros alimentos que causan gases.
- Verduras crucíferas, como brócoli, coles de Bruselas o coliflor.
- comidas picantes
- Bebidas alcohólicas.
Además, la leche y los productos lácteos pueden provocar más gases y provocar heces más blandas y difíciles de controlar, debido a la presencia de lactosa, especialmente en personas con intolerancia a la lactosa.
Para realizar una mejor adaptación dietética, siempre es recomendable consultar a un nutricionistaya que se pueden utilizar diversas técnicas, como registrar en un diario de alimentos qué y cuándo se come y el momento de la pérdida fecal, y así se pueden identificar patrones que ayudarán a definir qué alimentos realmente se deben evitar en cada caso.
Alimentos permitidos
Los alimentos que se pueden consumir en mayores cantidades son aquellos de fácil digestión, como por ejemplo:
- Arroz;
- Cabeza;
- Tapioca;
- Calabaza;
- Batata;
- plátano verde;
- Pan blanco;
- Galleta galleta de crema;
- Papa;
- maicena;
- Carnes blancas, como pollo o pavo;
- Pez.
En el caso de las frutas y verduras, se debe dar preferencia a las peras, manzanas, melocotones sin piel, plátanos verdes, zanahorias cocidas, calabacines y berenjenas.
Además, como muchas personas con incontinencia fecal también pueden sufrir síndromes de malabsorción intestinal, sigue siendo importante consultar a un nutricionista para evaluar la necesidad de suplementación con un multivitamínico.
Beber agua también es importante para evitar la deshidratación que puede provocar la eliminación frecuente de las heces. También se puede recomendar preferir tomar casero suero cuando usted sufre de diarrea crónica.
Tratamientos para curar la incontinencia fecal
Como nada se soluciona con un solo enfoque, además de los cuidados dietéticos, el ejercicio, la medicación o los tratamientos pueden ser muy importantes para controlar y curar la incontinencia fecal. Así que mira en este vídeo lo que enseña el fisioterapeuta especialista al respecto:
¿Es posible ingerir fibra en casos de incontinencia fecal?
Aunque la fibra es muy importante en la dieta, ya que ayuda al correcto funcionamiento del intestino, su consumo excesivo puede provocar la aparición de síntomas como hinchazón abdominal, exceso de gases e incluso diarrea. Por tanto, no se debe eliminar el consumo de fibra, sino regularlo correctamente.
Hay dos tipos de fibra: soluble e insoluble. Lo ideal es evitar la fibra insoluble, ya que su consumo excesivo puede acelerar considerablemente las deposiciones y provocar ataques de diarrea. Las fibras solubles pueden aportar beneficios a quienes padecen incontinencia fecal, ya que pueden mejorar la consistencia de las heces, haciéndolas menos blandas, además de reducir ligeramente la velocidad del tránsito intestinal.
Algunos estudios también indican que las personas que tienen incontinencia fecal y una capacidad reducida del colon y el recto para almacenar heces suelen sufrir diarrea crónica y, por tanto, deben evitar el consumo de fibra en la medida de lo posible. Las personas que tienen una capacidad normal para almacenar heces en el colon y el recto pueden beneficiarse de una suplementación con 15 gramos de fibra soluble de psyllium, por ejemplo, que ayuda a mejorar la consistencia de las heces.