¿Son malas las semillas de tomate? 10 mitos y verdades

Apendicitis

Las semillas de tomate normalmente son inofensivas porque son ricas en quercetina, catequinas, kaempferol y ácido cafeico, que son compuestos bioactivos con acción antiinflamatoria, antimicrobiana y antioxidante, que promueven varios beneficios para la salud.

Asimismo, el tomate también reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, ayuda a prevenir el cáncer de próstata, aumenta las defensas del organismo y mantiene la salud de la piel, el cabello y la visión. Descubre todos los beneficios para la salud del tomate.

A pesar de todos los beneficios del tomate, todavía existen algunas dudas sobre si consumir las semillas puede ser perjudicial para la salud o no. Esto se debe a que, en algunas situaciones, la semilla de este vegetal puede causar algunos problemas.

1. Provoca cálculos renales

DEPENDE. Los tomates y las semillas de tomate son ricos en oxalato, una sustancia que, cuando se ingiere en exceso, aumenta el riesgo de formación de cálculos de oxalato cálcico en los riñones. Pero este riesgo sólo existe en personas que ya tienen cálculos renales o que tienen más probabilidades de desarrollar este problema, como en casos de cambios en la función renal, predisposición genética, baja ingesta de agua o consumo excesivo de sal.

En estos casos, para prevenir la formación de cálculos de oxalato cálcico en los riñones, se recomienda consumir hasta 50 mg de oxalato al día, lo que corresponde a 40 g de tomate crudo o 80 g de salsa de tomate. Además, es recomendable priorizar siempre el tomate cocido y sus semillas, ya que la cocción reduce el contenido de oxalato en el alimento.

Es importante recordar que para las personas que no tienen un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales, los tomates y las semillas de tomate no aumentan el riesgo de desarrollar este problema.

2. Es malo para quienes tienen gastritis o reflujo.

DEPENDE. Algunas personas con gastritis o reflujo pueden experimentar ardor, dolor de estómago o mala digestión al comer semillas de tomate porque tienen un alto contenido de ácidos. En este caso se recomienda evitar el consumo de estas semillas.

Sin embargo, las semillas de tomate son ricas en quercetina, catequinas, kaempferol y ácido cafeico. Estos compuestos bioactivos tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, por lo que pueden ayudar en el tratamiento de la gastritis y el reflujo.

Por ello, se recomienda llevar un diario de alimentos para valorar, junto con su médico o nutricionista, si el consumo de semillas de tomate está provocando la aparición o empeoramiento de síntomas de gastritis o reflujo.

3. Empeora los ataques de diverticulitis

VERDADERO. Las semillas y la piel del tomate pueden empeorar un ataque de diverticulitis, ya que en la diverticulitis se recomienda que la persona siga una dieta baja en fibra. Vea cómo debe ser la dieta para la diverticulitis.

Sin embargo, las semillas y la piel del tomate no aumentan el riesgo de desarrollar diverticulitis ni provocan un nuevo ataque, por lo que pueden consumirse cuando la enfermedad esté controlada.

4. La semilla de tomate está prohibida en la gota.

MITO. Se cree que los tomates y las semillas de tomate pueden provocar o empeorar un ataque de gota. Sin embargo, las verduras suelen tener un bajo contenido de purinas. Además, el tipo de purinas presentes en los vegetales, como la guanina y la xantina, no aumentan el nivel de ácido úrico en sangre.

Los alimentos de origen animal, en cambio, tienen un mayor contenido en hipoxantina, un tipo de purina que se convierte en el organismo en ácido úrico, y por tanto es la principal responsable del aumento de los niveles de ácido úrico en sangre, lo que puede provocar o empeorar la enfermedad. gota. .

5. Es perjudicial para el páncreas y la vesícula biliar.

MITO. Los tomates y sus semillas realmente mejoran la salud del páncreas y la vesícula biliar, ya que ayudan a que todo el sistema digestivo funcione correctamente y elimine toxinas. Además, los tomates también ayudan a prevenir y combatir enfermedades hepáticas.

6. Causas de la apendicitis

MITO. No existe evidencia científica que demuestre que la ingestión de semillas de tomate cause apendicitis.

La apendicitis puede ser causada por factores como una dieta baja en fibra, una infección intestinal o lombrices intestinales, por ejemplo. Descubre las principales causas de la apendicitis.

7. Protege contra el cáncer de próstata

VERDADERO. Los tomates y las semillas de tomate son aliados importantes para proteger contra el cáncer de próstata, debido a la presencia de sustancias antioxidantes como el licopeno y la vitamina C. Consulta otros alimentos que son buenos para la próstata.

8. Ayuda a mantener una circulación más fluida

MITO. De hecho, los tomates y sus semillas ayudan a la microbiota intestinal a producir vitamina K, responsable de la coagulación de la sangre. Por esta razón, comer tomates no adelgaza la sangre.

9. Tiene muchos pesticidas

DEPENDE. La cantidad de pesticidas presentes en los tomates y las semillas de tomate varía dependiendo de la normativa de cada país.

Algunos consejos para reducir el consumo de pesticidas son priorizar alimentos orgánicos o agroecológicos, comprar alimentos de temporada o lavar bien los alimentos con agua corriente, lo que puede ayudar a reducir el nivel de pesticidas presentes en la piel de frutas y verduras.

10. El tomate es una fruta

DEPENDE. Según la clasificación botánica, que evalúa la estructura, función y organización de las plantas, el tomate es considerado un fruto, porque tiene semillas y crece a partir de una flor.

En términos de nutrición y gastronomía, el tomate se considera una verdura. Esto se debe a que la clasificación de los alimentos en estas zonas varía principalmente según la forma de uso y el sabor. En este caso, como el tomate tiene un sabor más suave y amargo y se utiliza generalmente en salsas, ensaladas y guisos, se considera una verdura.