¿Sabes cuando asamos carne y queda ese trozo en el frigorífico que nos cansa pero nos da pena tirarlo? ¡Haz un ragú!
No voy a entrar en el tema del origen del plato, la receta original y bla, bla, bla porque esta conversación ya se dio en otra ocasión. El caso es que hoy en día toda la carne desmenuzada, cocida durante mucho tiempo (o no), cubierta con una salsa, se llama ragú. Aquí usé pierna de cerdo.
Lo corté con un cuchillo en trozos muy pequeños (podrían haber sido más pequeños pero me daba pereza), lo salteé con cebolla hasta caramelizar, le agregué un puñadito de alcaparras y el jugo de asado que había recogido de la sartén y guardé. (después de congelar se quita la grasa que queda en la superficie y solo queda el sabor).
Para el puré cociné 2 papas, 1 zanahoria y 1 yuca y lo trituré dejando pedacitos (por eso queda rústico), le agregué una cucharada de mantequilla, un poco de leche y lo puse al fuego por un minuto. Le espolvoreé suficiente sal. Serví el ragú encima del puré y ni siquiera parecía “descansar“.
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