En la nevera había unos calabacines que había que aprovechar, unos palitos de requesón que sobraron de alguna “barbacoa” y unos restos de setas en escabeche que había que aprovechar y así nació esta quiche. ¡¡¡Estaba delicioso!!!
Usé la masa del fantástico pastel de pollo. Esto –> aquí.
Para el relleno:
– 3 cucharadas de aceite de oliva;
– 1/2 cebolla picada;
– 2 dientes de ajo picados;
– 1 calabacín grande rallado (yo omití el corazón con las semillas);
– 100 g de champiñones en conserva;
– 3 cucharadas de cebolla verde picada;
– sal y pimienta negra al gusto.
Sofreí la cebolla y el ajo en aceite de oliva, agregué el calabacín y los champiñones y dejé sofreír bien. Agregué las cebolletas, sazonadas con sal y pimienta. Lo dejé enfriar para el siguiente paso.
Al saltear el relleno agregué:
– 1 taza de requesón en cubitos (puede ser cualquier otro queso);
– 3 huevos pequeños, ligeramente batidos;
– 100 ml de nata (1/2 caja pequeña);
– 2 cucharadas de parmesano rallado;
Puse la mezcla sobre la masa (cruda) y la horneé a 200º hasta que estuviera dorada por encima. ¡¡¡Quedó divino!!!
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