qué significa cada color (verde, blanco, amarillo…)

Síntomas

La flema es una secreción producida por las vías respiratorias, que surge debido a afecciones como alergias respiratorias, resfriados o gripe, que provocan una flema transparente o blanquecina.

Sin embargo, el color de la flema puede variar, especialmente cuando hay una infección, como neumonía o tuberculosis, y puede volverse más amarillento o verdoso. Además, la flema también puede ir acompañada de sangre, que puede ser roja o rosada.

Independientemente del color, siempre es recomendable consultar a un médico de cabecera o a un neumólogo, para identificar la causa e iniciar el tratamiento más adecuado, sobre todo cuando existen otros síntomas asociados como fiebre, sibilancias o sensación de dificultad para respirar, por ejemplo.

¿Qué significa cada color de flema?

Las principales causas de cada color de flema son:

1. Flema verde o amarilla

Estos colores normalmente aparecen cuando hay presencia de neutrófilos en las vías respiratorias, que son las células de defensa del cuerpo que producen una proteína verde que se disuelve en la flema, y ​​el color varía según la cantidad de proteína. Por tanto, este tipo de flema puede indicar una infección del tracto respiratorio o de los senos nasales, como sinusitis o neumonía, por ejemplo.

Vea qué otros signos pueden indicar una infección pulmonar.

Qué hacer: Se debe consultar a un neumólogo o médico de cabecera para identificar el tipo de infección que está provocando la flema y comenzar el tratamiento adecuado.

2. Flema roja o con sangre

Cuando aparece sangre en las flemas, puede deberse a diversas enfermedades, desde neumonía o sinusitis, hasta problemas más graves como tuberculosis, neumonía o cáncer de pulmón. Comprenda cuándo podría ser bronquitis.

Qué hacer: Es necesario consultar a un neumólogo para realizar pruebas diagnósticas, como radiografías y cultivo microbiológico del esputo, para identificar el problema e iniciar el tratamiento adecuado, que variará según el diagnóstico establecido por el médico. La presencia de sangre en la flema es una señal de alerta y siempre debe ser evaluada por un médico.

3. Flema blanca o gris

Este tipo de flema es generalmente un signo de inflamación del tracto respiratorio superior, a menudo debido a infecciones virales, y por lo tanto no requiere tratamiento con antibióticos. Además, tanto la gripe como la sinusitis pueden provocar flemas con esta característica.

En casos más raros, esta coloración también puede ocurrir cuando se consumen muchos productos lácteos, ya que los derivados de la leche espesan la flema, dándole un color blanquecino cuando se elimina.

Qué hacer: Se deben beber alrededor de 2 litros de agua al día para ayudar a eliminar las flemas y, si no hay mejoría, se debe consultar a un médico de cabecera para iniciar el tratamiento adecuado del problema que está provocando las flemas.

En el caso de la gripe, por ejemplo, el tratamiento normalmente se realiza con el objetivo de aliviar los síntomas, recomendando el médico el uso de Paracetamol o Ibuprofeno, por ejemplo. La sinusitis también se puede tratar de esta forma, pero el médico también puede recomendar el uso de corticosteroides o antibióticos según la causa de la sinusitis. Es muy importante en estos casos mantener hidratadas las vías respiratorias superiores lavando la nariz con solución salina. Aprenda a lavarse la nariz.

4. Flema marrón o negra

Los fumadores y trabajadores de lugares con mucha contaminación, como minas o obras de construcción, generalmente presentan flema de color marrón o negro, que se produce por la presencia de partículas como alquitrán o resina que se adhieren a las vías respiratorias. Al igual que en las personas que fuman, la flema puede ser de color oscuro.

Qué hacer: Se recomienda evitar lugares con mucho polvo o contaminación, así como dejar de fumar, si es el caso.

5. Catarro rosado

Toser flema rosada puede ser un indicador de que hay líquido en los pulmones y, por tanto, es muy común en casos de problemas cardíacos, como la insuficiencia cardíaca, en la que la sangre se acumula alrededor de los pulmones, provocando que entre líquido en los pulmones. pulmones.

Qué hacer: En este caso, es importante consultar a un neumólogo o cardiólogo general para adaptar el tratamiento del problema que está provocando la flema rosada, lo que se puede hacer tomando medicamentos específicos en el caso de problemas cardíacos.

¿Qué puede cambiar la consistencia de la flema?

La flema normal y saludable generalmente tiene una consistencia más líquida y, por lo tanto, el cuerpo la reabsorbe fácilmente y no dificulta la respiración. Sin embargo, la flema puede volverse más espesa, especialmente debido a situaciones como:

  • Estar en un ambiente muy seco, como una habitación con aire acondicionado;
  • No beber suficiente agua durante el día;
  • Tiene alergia respiratoria al polen o al polvo, por ejemplo;
  • Tomar medicamentos que puedan secar las secreciones, como antidepresivos, antihistamínicos o descongestionantes.

Además, la flema también se vuelve más espesa durante la gripe o el resfriado, por ejemplo, pero cualquier otra infección también puede tener este resultado. Esto sucede porque el cuerpo tiene que trabajar más para eliminar virus y bacterias y, por lo tanto, necesita más agua para funcionar, dejando la flema más seca.

Por eso, para eliminar las flemas espesas, es muy importante beber alrededor de 2 litros de agua al día y nebulizar con agua o solución salina, ya que esto ayuda a fluidificar las secreciones y facilitar su eliminación. Además, existen algunos remedios caseros con propiedades expectorantes que ayudan a eliminar las flemas. Descubra qué remedios caseros existen para eliminar el esputo.