qué es, tipos, cómo se hace y recuperación

Astigmatismo

La cirugía refractiva está indicada para tratar problemas de visión como miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia, permitiendo corregir o mejorar la visión.

Existen varios tipos de cirugía refractiva, la más común es la cirugía Lasik, indicada para miopía, astigmatismo o hipermetropía, y que consiste en utilizar un láser para modificar la curvatura de la córnea, mejorando la forma en que el ojo enfoca las imágenes, permitiendo una mejor vista.

Las cirugías refractivas son realizadas por un cirujano oftálmico y son procedimientos seguros y efectivos, que pueden permitir a la persona dejar de usar anteojos o lentes de contacto, dependiendo del tipo de problema de visión que se esté tratando.

Para qué sirve

Un oftalmólogo recomienda la cirugía refractiva para tratar problemas de visión como:

  • Miopía;
  • Astigmatismo;
  • Hipermetropía;
  • Miopía con astigmatismo;
  • Hipermetropía con astigmatismo;
  • Presbicia.

Es importante consultar a un oftalmólogo para identificar el tipo de problema de visión y recomendar el mejor tipo de cirugía refractiva.

Tipos de cirugía refractiva

Los principales tipos de cirugía refractiva son:

1. Cirugía Lasik

La cirugía Lasik es el tipo de cirugía refractiva más utilizada por los oftalmólogos y está recomendada para tratar problemas comunes de visión como la miopía, el astigmatismo o la hipermetropía. Esta cirugía dura apenas 5 minutos en cada ojo y el láser se aplica durante unos 8 segundos, con la persona despierta y totalmente consciente. Los anestésicos se aplican en forma de gotas para los ojos minutos antes de la cirugía para que la persona no sienta dolor ni molestias.

Como esta hecho: La cirugía LASIK consiste en realizar una pequeña abertura (solapa) sobre la capa superficial de la córnea del ojo, para retirar una pequeña capa de tejido del ojo y aplicar el láser sobre la córnea, modificando su curvatura, mejorando la forma en que el ojo enfoca las imágenes y permitiendo una mejor visión.

Recuperación: Este tipo de cirugía tiene una rápida recuperación, y generalmente solo causa molestias o dolor leve en los ojos en las primeras 24 horas, u ojos secos. Por ello, tras la cirugía, el oftalmólogo puede recomendar el uso de colirios para aliviar las molestias.

Además, es habitual la aparición o aumento de la sensibilidad a la luz, especialmente en los primeros días. Por esta razón, se deben evitar las actividades que dependen en gran medida de la visión, como conducir, inmediatamente después de la cirugía.

2. Cirugía PRK

La cirugía PRK, también llamada queratectomía fotorrefractiva, permite corregir el grado de problemas de visión como miopía, hipermetropía o astigmatismo de leves a moderados, mediante un láser que corrige la curvatura de la córnea. Generalmente esta cirugía es recomendada por el oftalmólogo para personas que tienen una córnea más delgada.

Como esta hecho: Al igual que la cirugía LASIK, la cirugía PRK utiliza un láser para corregir el problema de visión. La técnica consiste en eliminar la capa más fina y superficial de la córnea, para aplicar el láser, que es controlado por una computadora para mapear la superficie del ojo y calcular la cantidad de tejido que se debe eliminar, permitiendo la corrección de la curvatura. de la córnea y mejorando la visión. Comprenda mejor cómo se realiza la cirugía PRK.

Recuperación: Este tipo de cirugía refractiva tiene una recuperación más lenta que Lasik, generalmente de 3 a 5 días, y puede causar efectos secundarios como dolor ocular que puede durar varias semanas, visión borrosa o brillos o halos alrededor de las luces.

3. Ceratotomía

Hay dos tipos de cirugía de queratotomía que puede realizar un oftalmólogo, una para la miopía, llamada queratotomía radial, y otra para corregir el astigmatismo, llamada queratotomía astigmática.

Las cirugías de queratotomía tienen como objetivo cambiar la forma de la córnea y la técnica utilizada es la misma, pero la forma en que se realiza el corte en la córnea es diferente.

Como esta hecho: La queratotomía se realiza mediante un corte profundo en la córnea utilizando un bisturí de diamante, una hoja de acero inoxidable o láser, para cambiar la forma de la córnea y corregir el problema de visión.

Recuperación: Este tipo de cirugía se considera segura y eficaz, pero ha sido sustituida por la cirugía LASIK, debido al menor tiempo de recuperación y al menor riesgo de complicaciones, como rotura corneal, cataratas o pérdida de visión, por ejemplo.

4. Lente intraocular fáquica

La cirugía refractiva con lentes intraoculares fáquicas está indicada en casos de miopía o hipermetropía severa, en personas que tienen grados elevados o córneas muy curvadas o delgadas, permitiendo una mejor corrección del problema de visión que las cirugías mediante láser.

Este tipo de cirugía refractiva dura alrededor de 30 minutos para cada ojo, y permite colocar de forma permanente un lente corrector dentro del ojo, el cual puede ser rígido o flexible, dependiendo de cada caso.

Como esta hecho: Esta cirugía se realiza a través de un pequeño corte en el ojo para colocar el lente, el cual se puede implantar por delante o por detrás del iris, que es la parte coloreada del ojo, mejorando el problema de visión.

Recuperación: Esta cirugía tiene una recuperación rápida y segura, pero se debe evitar el esfuerzo o la actividad física, al menos durante los 15 días posteriores a la cirugía, para evitar la aparición de complicaciones como infección o hinchazón de la córnea, por ejemplo.

Cómo prepararse para la cirugía

La preparación para la cirugía refractiva debe incluir varios exámenes como topografía, paquimetría, mapeo corneal, medición de presión y dilatación pupilar. En algunos casos existen otras pruebas que también pueden ser necesarias, como la tomografía corneal o la aberrometría ocular.

Cuidados generales de recuperación

La recuperación de la cirugía refractiva es bastante rápida y el mismo día la persona puede verlo todo sin necesidad de gafas ni lentillas. Sin embargo, para garantizar el mejor resultado posible, existen algunas precauciones que se deben mantener durante el primer mes, como:

  • No te frotes los ojos durante al menos 15 días;
  • Limpiar los ojos con gasa y solución salina diariamente;
  • Mantenga siempre sus manos limpias;
  • Utilice protección ocular durante el tiempo indicado por el médico;
  • Descanse y descanse para recuperarse más rápido;
  • Utilice las gotas para los ojos recomendadas por su médico;
  • No entres a la piscina ni al mar;
  • No usar maquillaje durante 30 días;
  • Usar gafas de sol.

En las primeras 6 horas posteriores a la cirugía lo ideal es que la persona descanse recostada boca arriba para no ejercer presión sobre sus ojos. Además, durante el primer mes se recomienda evitar acudir a lugares con mucha gente y poca circulación de aire, como cines o centros comerciales, para reducir el riesgo de contagios.

Posibles complicaciones

La cirugía refractiva se considera muy segura, sin embargo, como ocurre con cualquier tipo de cirugía, pueden presentarse algunas complicaciones como:

  • Inflamación ocular;
  • Empeoramiento de los problemas de visión;
  • Cicatriz superficial en la córnea;
  • Hinchazón de la córnea;
  • Infección ocular;
  • Visión borrosa o pérdida de visión;
  • Sensibilidad a la luz;
  • Ver círculos alrededor de las luces;
  • Debilitamiento de la córnea;
  • Catarata.

Es importante realizar un seguimiento con un oftalmólogo después de la cirugía refractiva, para que el médico pueda identificar cualquier tipo de complicación e iniciar el tratamiento más adecuado, que puede implicar el uso de colirios para lubricar los ojos, corticoides o antibióticos, por ejemplo.

¿Quién no debería operarse?

Las cirugías refractivas no están recomendadas para quienes aún no han cumplido 18 años, en caso de embarazo y también en caso de:

  • Córnea muy delgada;
  • Queratocono;
  • Enfermedad autoinmune, como artritis reumatoide o lupus;
  • Herpes ocular u otras infecciones oculares;
  • Mientras usa medicamentos como la isotretinoína para el acné.

Si se pretende corregir problemas de visión se debe consultar con un oftalmólogo para que le indique el mejor tipo de tratamiento.