La demencia vascular es un tipo de cambio que aparece en varias áreas del cerebro y se produce principalmente debido a una disminución de la circulación sanguínea en estas localizaciones. Por este motivo, este tipo de demencia es más común en personas que han sufrido un ictus, dando lugar a síntomas como dificultad para realizar las actividades del día a día, pérdida de memoria y dificultad para hablar.
Este tipo de demencia es irreversible, sin embargo puede tratarse para retrasar su progresión, recomendando el médico medidas que pueden reducir las posibilidades de sufrir un ictus, como dejar de fumar, practicar actividad física regular y llevar una dieta equilibrada.
Síntomas principales
La demencia vascular se caracteriza por pequeñas interrupciones en el flujo sanguíneo, llamadas infarto, que se producen en el cerebro a lo largo de la vida y pueden provocar demencia. La falta de sangre en el cerebro conlleva consecuencias neurológicas que pueden derivar en dependencia, como por ejemplo:
- Pérdida de memoria;
- Dificultad para hablar;
- Dificultad para realizar actividades cotidianas sencillas, como caminar y comer, por ejemplo, generando dependencia;
- Desnutrición, ya que puede haber dificultad para tragar;
- Falta de atención;
- Desequilibrio;
- Mayores posibilidades de infección.
- Problemas de coordinación.
La demencia vascular es una enfermedad progresiva con síntomas irreversibles que suele ser consecuencia de un ictus, que se produce principalmente por situaciones que pueden interferir en la circulación, como la hipertensión arterial, la diabetes o el tabaquismo, por ejemplo. Vea cuáles son las principales causas del ictus.
El diagnóstico de la demencia vascular se realiza mediante pruebas neurológicas y de imagen, como la resonancia magnética y la tomografía computarizada, además de que el médico evalúa los síntomas y hábitos de vida del paciente.
¿Quién tiene mayor riesgo de sufrir demencia vascular?
El riesgo de desarrollar demencia de tipo vascular es mayor en personas que tienen algún tipo de factor que puede reducir la circulación sanguínea en el cerebro. Por esta razón, muchos de estos factores son los mismos que los identificados para el accidente cerebrovascular, incluido el tabaquismo, la presión arterial alta, la diabetes, una dieta rica en grasas y la falta de ejercicio físico, por ejemplo.
Cómo se realiza el tratamiento.
El tratamiento de la demencia vascular se lleva a cabo con el objetivo de prevenir la progresión de la enfermedad y aliviar los síntomas, ya que no existe cura. También es posible prevenir la aparición de accidentes cerebrovasculares y, en consecuencia, demencia vascular a través de algunas actitudes que se pueden implementar en la vida cotidiana, como la práctica de actividades físicas y una dieta equilibrada y saludable. Comprender cómo se lleva a cabo el tratamiento del ictus.
Además, el médico puede recomendar medicamentos específicos que puedan tratar enfermedades subyacentes, como la hipertensión y la diabetes, que son factores que aumentan las posibilidades de sufrir un derrame cerebral en el futuro.
