La intolerancia a la fructosa es la dificultad para absorber o digerir alimentos ricos en fructosa, lo que puede provocar algunos síntomas, como exceso de gases, dolor abdominal, náuseas, diarrea e hinchazón.
La fructosa es un tipo de azúcar que se encuentra naturalmente en las frutas, la miel y las verduras. Además, algunos productos industrializados, como refrescos, salsas y galletas, también contienen fructosa en forma de jarabe de fructosa, sorbitol y sacarosa. Ver todos los alimentos ricos en fructosa.
El diagnóstico de intolerancia a la fructosa debe ser realizado por un médico y el tratamiento consiste en reducir la ingesta o excluir de la dieta los alimentos ricos en este tipo de azúcar. Sin embargo, como el tipo y grado de intolerancia a la fructosa varía de persona a persona, se recomienda consultar a un nutricionista para tratar la afección y mantener una dieta sana y variada.
![Imagen ilustrativa número 2](https://storelatina.com/wp-content/uploads/2024/06/Fructose-intolerance-what-it-is-symptoms-and-what-to-eat.jpg)
Síntomas principales
Los principales síntomas de la intolerancia a la fructosa son:
- Náuseas y vómitos;
- Exceso de gases;
- Dolor de estómago;
- Diarrea o estreñimiento;
- Vientre hinchado;
- Falta de apetito;
- Irritabilidad;
- Mareo.
En los niños, los signos y síntomas de la intolerancia a la fructosa son vómitos, diarrea, vientre hinchado, piel y/o ojos amarillentos y dificultades en el crecimiento y desarrollo.
Como la fructosa no digerida puede acumularse en el organismo, el consumo regular y continuo de alimentos ricos en este azúcar puede provocar convulsiones, coma e insuficiencia orgánica.
¿Qué es la fructosa?
La fructosa es un tipo de azúcar que se encuentra naturalmente en las frutas, la miel, el agave y algunas verduras y legumbres, alimentos que normalmente no son perjudiciales para el organismo. salud.
Sin embargo, la fructosa también se puede encontrar, en forma de jarabe de fructosa, sorbitol, sacarosa, en productos industrializados como pasteles, chocolates, salsas y refrescos, alimentos que se relacionan con la aparición de obesidad. diabetes y presión arterial alta, por ejemplo.
Tipos de intolerancia a la fructosa
La intolerancia a la fructosa se puede clasificar en intolerancia alimentaria a la fructosa e intolerancia hereditaria a la fructosa.
1. Intolerancia alimentaria a la fructosa
Este tipo de intolerancia, también llamada malabsorción de fructosa, ocurre cuando las células intestinales no pueden absorber adecuadamente la fructosa. Así, el intestino fermenta parte de la fructosa no absorbida, provocando síntomas como exceso de gases, diarrea, dolor abdominal y vientre hinchado.
La intolerancia alimentaria a la fructosa puede aparecer en cualquier etapa de la vida y puede estar provocada por estrés o problemas intestinales, como el síndrome del intestino irritable o la disbiosis, un desequilibrio en la microbiota intestinal que puede provocar inflamación y dificultar la absorción de nutrientes. Comprenda mejor la disbiosis.
2. Intolerancia hereditaria a la fructosa
La intolerancia hereditaria a la fructosa es una enfermedad genética rara causada por cambios en la aldolasa B, que es la enzima responsable del metabolismo de la fructosa. Este tipo de intolerancia puede aparecer en los primeros 6 meses de vida, que es la fase donde el bebé comienza a comer otros alimentos como bebé comida y jugos o frutas.
Las personas con este tipo de intolerancia no absorben la fructosa y pueden experimentar síntomas como dolor abdominal, náuseas y vómitos. Además, el consumo habitual de alimentos ricos en fructosa también puede provocar problemas más graves, como insuficiencia renal, fibrosis hepática y cambios en el sistema nervioso.
Posibles causas
Las posibles causas de la intolerancia a la fructosa son:
-
disbiosis;
-
Problemas intestinales como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad celíaca o la colitis;
-
Ingestión de alimentos procesados.
La intolerancia hereditaria a la fructosa es una enfermedad genética que se transmite de padres a hijos.
Cómo confirmar el diagnóstico.
El diagnóstico de intolerancia a la fructosa debe ser realizado por un médico general o gastroenterólogo, mediante la evaluación de los signos y síntomas presentados y la dieta de la persona.
Además, el médico también podrá ordenar pruebas genéticas, análisis de orina o heces. También puedes solicitar el aliento prueba de hidrógeno, que es un examen que mide, a través de la respiración, la cantidad de metano e hidrógeno exhalado después de beber un líquido que contiene fructosa.
Cómo se realiza el tratamiento.
El tratamiento de la intolerancia a la fructosa debe ser indicado por un médico o nutricionistavariando según el tipo y grado de esta afección y consiste básicamente en eliminar de la dieta los alimentos ricos en fructosa.
Alimentos que se deben evitar
Hay alimentos que contienen altas cantidades de fructosa y que conviene reducir o excluir de la dieta según el tipo y grado de tolerancia de la persona:
Algunos alimentos como los guisantes, lentejas, judías, garbanzos, judías blancas, maíz y soja pueden provocar gases y, por tanto, su consumo depende de la tolerancia de cada persona.
Alimentos permitidos
Algunos de los alimentos que no contienen fructosa y que se pueden consumir son:
- productos lácteos, como leche, mantequilla, queso y yogur natural;
- edulcorantes, tales como stevia, sucralosa, maltosa y aspartamo;
- semillas oleaginosas, como nueces, maní, castañas, avellanas, chía, sésamo y linaza;
- condimentos naturales, como sal, vinagre, hierbas aromáticas y especias;
- Cereales, como avena, cebada, centeno, pan y arroz, siempre que no contengan fructosa, sacarosa, sorbitol, miel, melaza o jarabe de maíz;
- proteínas, como pollo, pescado, ternera y huevos;
- Bebidas, como agua, tés y cafés.
Como la intolerancia a la fructosa varía según el tipo y grado de esta afección, es importante consultar a un nutricionista para que se pueda indicar un plan nutricional que se adapte a las necesidades individuales.
La dieta FODMAP también puede ser una opción para aliviar la intolerancia a la fructosa. Esta dieta tiene como objetivo excluir alimentos que se absorben mal y que son fermentados por bacterias presentes en el intestino, como la fructosa, lactosa, galactooligosacáridos y alcoholes de azúcar. Obtenga más información sobre la dieta FODMAP.
Menú para la intolerancia a la fructosa
La siguiente tabla contiene un ejemplo de menú para la intolerancia a la fructosa:
Es importante recordar que los tipos y cantidades de alimentos varían según el tipo y grado de intolerancia a la fructosa. Por lo tanto, es recomendable consultar a un nutricionista para realizar una valoración completa y elaborar un menú según las necesidades individuales.
Además, siempre debes evaluar la etiqueta de los alimentos procesados para comprobar si contienen ingredientes como jarabe de fructosa, miel, melaza y los edulcorantes sacarina y sorbitol. Vea cómo leer las etiquetas de los alimentos.
Posibles complicaciones
Como la fructosa no digerida puede acumularse en el organismo, el consumo regular y continuo de este tipo de azúcar puede provocar complicaciones como:
- Convulsiones;
- Insuficiencia renal;
- Fibrosis hepática;
- Cirrosis;
- Dificultades en el crecimiento y desarrollo de los niños.
Además, el consumo excesivo de fructosa también puede provocar insuficiencia orgánica, provocando coma y muerte.