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qué es, síntomas, tratamiento y cuidados esenciales

Enfermedades

El pie diabético es un conjunto de cambios que aparecen en los pies de personas con diabetes no controlada. Normalmente, el pie diabético comienza a manifestarse como pequeñas heridas y úlceras que tardan en cicatrizar y que, por tanto, pueden provocar infecciones, aumentando el riesgo de amputación.

Este tipo de complicaciones es más común cuando los niveles de azúcar en sangre están muy descontrolados y, por ello, una de las mejores formas de prevenir su aparición es llevando un tratamiento adecuado para la diabetes. Consulte las 6 principales complicaciones de la diabetes.

Además, para evitar la aparición del pie diabético, se recomienda realizar la chequeo Tratamiento regular de los pies, que se puede realizar diariamente en casa, pero que también debe realizarlo un médico en el consultorio. En los casos en los que el pie diabético ya está presente, es muy importante realizar los vendajes en el centro de salud u hospital.

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Foto de pie diabético con úlcera que no cicatriza.

Síntomas principales

Los principales síntomas del pie diabético son:

  • Heridas o úlceras en los pies que tardan en sanar;
  • Dolor u hormigueo constante;
  • Pérdida de sensación en el pie;
  • Hinchazón de los pies;
  • Mal olor en el pie;
  • Piel más gruesa en el pie;
  • Sale pus de las heridas;
  • Cambios en la temperatura de la piel del pie.

Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, es muy importante consultar a un médico para realizar una valoración detallada de la piel e identificar el riesgo de pie diabético, iniciando el tratamiento adecuado.

Cómo confirmar el diagnóstico.

El diagnóstico del pie diabético lo realiza un médico general o endocrinólogo o cirujano vascular y se basa en los signos y síntomas que se presentan en el miembro inferior. Sin embargo, el médico también puede utilizar instrumentos clínicos y/u ordenar otras pruebas para confirmar el diagnóstico, como el diapasón de Rydel-Seiffer, que se utiliza para producir una vibración que la persona debe poder sentir en el pie. Otro examen muy común es el Eco-doppler, en el que se aplica una ecografía para evaluar el flujo sanguíneo en las grandes arterias y venas de brazos y piernas.

¿Quién tiene mayor riesgo de padecer pie diabético?

La aparición del pie diabético es más común en personas con:

  • Diagnosticado con diabetes hace más de 10 años;
  • Neuropatía diabética;
  • Historia de úlceras o amputación de miembros inferiores;
  • Cambios en las uñas de los pies.

Este tipo de complicación también es más común en hombres y en personas que no llevan el tratamiento adecuado para la diabetes o que no visitan al médico regularmente para su evaluación.

¿Cómo se clasifica el pie diabético?

Existen dos escalas para identificar el grado de desarrollo del pie diabético:

1. Clasificación de Wagner

El uso de esta escala ha ido disminuyendo, habiendo sido sustituida por la escala de Texas. En esta clasificación existen 6 grados, según el tipo de cambios presentes:

  • gris 0: pie de alto riesgo, pero sin heridas ni úlceras;
  • Grado I: presencia de úlcera superficial;
  • Grado II: presencia de úlcera profunda, con afectación del tendón;
  • Grado III: úlcera con afectación ósea;
  • Grado IV: gangrena localizada;
  • Grado V: gangrena del pie.

2. Clasificación de Texas

Esta escala fue desarrollada por la Universidad de Texas y clasifica las lesiones del pie diabético según la profundidad y presencia de infección o isquemia en el pie:

Es importante que todas las lesiones del pie diabético sean evaluadas y clasificadas por el médico, ya que esto ayudará a adaptar el tratamiento y cuidados necesarios.

Cómo se realiza el tratamiento.

El tratamiento del pie diabético se realiza según los signos y síntomas presentados, además de la clasificación de las lesiones del pie diabético, y siempre debe ser guiado por un médico, incluso en el caso de pequeños cortes o heridas, ya que pueden empeorar rápidamente.

El tratamiento puede implicar:

  • Uso de antibióticos;
  • Uso de ungüentos antimicrobianos en el área afectada;
  • Nuevos cambios en la dieta o uso de medicamentos para controlar la diabetes;
  • Realización de apósitos diarios para heridas.

En casos más graves, puede ser necesaria una cirugía para extirpar el área de piel afectada y promover la curación. Sin embargo, cuando la herida no se detecta a tiempo o cuando el paciente no cumple adecuadamente el tratamiento, la región afectada puede ser muy grande, pudiendo ser necesario amputar el pie o parte del pie.

En algunos casos, cuando la úlcera es muy profunda y requiere cuidados muy constantes, se puede recomendar el ingreso hospitalario.

5 cuidados esenciales del pie diabético

Algunas precauciones fundamentales que se deben mantener durante el tratamiento, pero que también ayudan a evitar el desarrollo del pie diabético son:

1. Mantenga controlado el azúcar en sangre

Este es el paso más importante para tratar o prevenir el pie diabético, porque cuando los niveles de azúcar se mantienen altos por mucho tiempo, la sangre tiene más dificultades para llegar a las extremidades del cuerpo, y los pies son la región más afectada por la mala circulación. .

Así, cuando llega poca sangre a los pies, las células se debilitan y el pie empieza a perder sensibilidad, provocando que los cortes o heridas sanen muy lentamente y sólo se noten cuando están en un estado muy avanzado.

2. Observa tus pies diariamente

Debido al riesgo de pérdida de sensibilidad, los diabéticos deben adquirir el hábito de evaluar sus pies diariamente, ya sea a la hora del baño o al despertar, por ejemplo. Si tu condición física no te lo permite o si la visibilidad no es buena, puedes utilizar un espejo o pedir ayuda a otra persona a la hora de inspeccionar tus pies.

Es necesario buscar grietas, sabañones, cortes, heridas, callos o cambios de color, y se debe consultar al médico si notas la presencia de alguno de estos cambios.

3. Mantén tus pies limpios e hidratados

Debes lavar tus pies todos los días con agua tibia y jabón neutro, cuidando de limpiar entre los dedos y el talón. Después, seca tus pies con una toalla suave, sin frotar la piel, simplemente secando con una ligera presión de la toalla.

Después del lavado, también es importante aplicar una crema hidratante sin perfume por todo el pie, teniendo cuidado de no dejar crema acumulada entre los dedos y las uñas. Déjalo secar naturalmente antes de usar calcetines o zapatos cerrados.

4. Córtate las uñas dos veces al mes y no te quites los callos

Es importante evitar arreglarse las uñas con demasiada frecuencia, idealmente hacerlo solo dos veces al mes, para no favorecer la aparición de comisuras o uñas encarnadas. Además, debes evitar quitar la cutícula, ya que es importante proteger la piel de heridas y rasguños.

También es importante cortar las uñas rectas y los callos sólo deben ser eliminados por un profesional especializado en pies y consciente de la presencia de diabetes. Si los callos aparecen con mucha frecuencia, debes hablar con tu médico para investigar las causas e iniciar el tratamiento.

5. Use zapatos cerrados y suaves

El zapato ideal para diabéticos debe ser cerrado, para evitar heridas y grietas, además de ser suave, cómodo y con suela rígida, para brindar seguridad al caminar.

Las mujeres deberían preferir tacones bajos y cuadrados, que proporcionan un mejor equilibrio al cuerpo. Se deben evitar los zapatos de plástico, puntiagudos o ajustados, y un buen consejo es tener siempre un segundo par de zapatos para cambiarse a mitad del día, para que el pie no sufra la presión y las molestias del mismo zapato durante mucho tiempo. tiempo. .

Posibles complicaciones del pie diabético

Las complicaciones más comunes del pie diabético son la infección de las extremidades inferiores, el dolor o entumecimiento de la zona y la isquemia. La principal y más grave complicación del pie diabético es la amputación del miembro inferior, es decir, el corte quirúrgico, ya sea sólo del pie o de la pierna.

Además, al ser la neuropatía diabética una etapa avanzada de la diabetes, la persona puede experimentar problemas de visión como ceguera e incluso problemas renales que lleven a un tratamiento de diálisis o hemodiálisis después de la cirugía. La infección del pie diabético más común es la osteomielitis, que puede provocar la amputación de la piel por un mal control de la enfermedad. Obtenga más información sobre los síntomas y el tratamiento de la osteomielitis. Comprenda mejor qué es la neuropatía diabética y cómo evitarla.