Was es ist, Symptome, Übertragung und Behandlung

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Enfermedades

La hepatitis C es una inflamación del hígado causada por el virus de la hepatitis C, VHC, que se transmite principalmente al compartir jeringas y agujas para el uso de drogas inyectables, cuidado personal, tatuajes o perforaciones.

La infección por VHC puede provocar manifestaciones clínicas tanto agudas como crónicas. Por lo tanto, las personas infectadas con este virus pueden no presentar síntomas durante años o síntomas de progresión de la enfermedad, como ojos y piel amarillos, que indican que el hígado está más comprometido.

La hepatitis C rara vez se cura por sí sola y, por lo tanto, siempre se recomienda el tratamiento con medicamentos. Aunque no existe una vacuna contra la hepatitis C, la transmisión de la enfermedad se puede evitar utilizando condón en todas las relaciones sexuales y evitando compartir agujas y jeringas.

Síntomas de hepatitis C

Los principales síntomas de la hepatitis C son:

  • Fiebre;
  • Náuseas;
  • Pérdida de apetito;
  • Dolor abdominal, muscular y articular;
  • Orina oscura;
  • Heces claras;
  • Color amarillento de la piel y los ojos;
  • Dolor en la región superior derecha del vientre;
  • Cansancio excesivo;
  • Vientre hinchado.

Por lo general, las personas infectadas con el virus de la hepatitis C no desarrollan síntomas, por lo que la persona puede ser portadora del virus sin saberlo. Sin embargo, en algunos casos, los síntomas pueden aparecer hasta 45 días después de la infección.

Si aparece alguno de los síntomas, es importante consultar a un médico de cabecera para que pueda realizar un diagnóstico e indicar el tratamiento más adecuado para aliviar los síntomas y favorecer la eliminación del virus del organismo.

¡No ignores las señales que te está dando tu cuerpo!

Prueba de síntomas en línea

Para conocer tu riesgo de tener hepatitis, selecciona los síntomas que presentas en el siguiente test:

La prueba de síntomas es sólo una herramienta de orientación y no sirve como diagnóstico ni reemplaza la consulta con un especialista en enfermedades infecciosas o un médico de cabecera.

Cómo se hace el diagnóstico

El diagnóstico inicial de hepatitis C lo realiza el médico general o hepatólogo con base en la evaluación de los signos y síntomas que presenta la persona, además de análisis de sangre que permiten identificar la presencia del virus en la sangre y, así, confirmar la hepatitis. y su causa. tipo.

Además, para valorar la gravedad de la infección, el médico puede recomendar la realización de pruebas de imagen, como una ecografía abdominal para observar las características del hígado, y la medición de enzimas hepáticas en sangre, como TGO y TGP. que evalúan el funcionamiento del hígado. órgano y, según sus niveles, es posible indicar el riesgo que tiene la persona de desarrollar complicaciones como cirrosis o cáncer de hígado, por ejemplo.

Lea también: Pruebas para evaluar el hígado: sangre, imágenes y biopsia.

Transmisión de la hepatitis C

Las principales vías de transmisión del virus de la hepatitis C son:

  • Contacto con sangre o secreciones de personas contaminadas, como semen o secreciones vaginales, durante relaciones sexuales sin protección;
  • Compartir jeringas y agujas utilizadas para tatuajes, piercings o para administrar drogas inyectables, por ejemplo;
  • Compartir maquinillas de afeitar, cepillos de dientes o herramientas de manicura o pedicura;
  • Transfusión de sangre antes de 1993, ya que durante ese período aún no se realizaban análisis de sangre para detectar el virus de la hepatitis C;
  • Sin embargo, durante el parto esta situación es más rara.

Para evitar la transmisión de la hepatitis C, es importante utilizar condón en todas las relaciones sexuales, no compartir materiales de uso personal y exigir el uso de material desechable al realizar tatuajes, piercings y manicuras, por ejemplo.

Cómo se realiza el tratamiento.

El tratamiento de la hepatitis C debe ser guiado por un hepatólogo, médico general o infectólogo y consiste en el uso de medicamentos antivirales como Interferón, Daklinza y Sofosbuvir, por ejemplo, durante aproximadamente 6 meses.

Sin embargo, si el virus permanece en el organismo después de este período, la persona puede desarrollar hepatitis C crónica, que está estrechamente relacionada con la cirrosis y el cáncer de hígado, requiriendo otros tratamientos, como un trasplante de hígado.

Además, la nutrición es muy importante y ayuda a mantener el hígado sano, previniendo complicaciones de la hepatitis C, como la cirrosis. Vea el siguiente vídeo para obtener algunos consejos sobre nutrición para la hepatitis: