qué es, síntomas, tipos, causas y tratamiento

Enfermedades

La diabetes es una enfermedad crónica caracterizada por un aumento de los niveles de azúcar en sangre, que puede provocar daños en varios órganos si no se trata.

Hay cinco tipos principales de diabetes: diabetes tipo 1, diabetes tipo 2, diabetes tipo 3, diabetes gestacional y prediabetes. La principal causa de la diabetes es la mala alimentación, especialmente el consumo excesivo de alimentos azucarados y procesados ​​y la falta de ejercicio físico.

El tratamiento de la diabetes suele implicar cambios en el estilo de vida, especialmente en la dieta y el ejercicio físico. Pero también pueden ser necesarios medicamentos, como antidiabéticos orales o insulina.

Síntomas de diabetes

Los síntomas clásicos de la diabetes incluyen:

  • Sensación exagerada de sed;
  • Aumento del hambre;
  • Necesidad frecuente de orinar;
  • Boca seca;
  • Fatiga fácil;
  • Cambios de visión.

Lo habitual es que los síntomas de la diabetes tipo 2 aparezcan a lo largo de la vida y se deban principalmente a malos hábitos alimentarios, especialmente al consumo excesivo de azúcar y carbohidratos, así como a la falta de ejercicio físico.

Los síntomas de la diabetes tipo 1 generalmente se identifican durante la infancia o la adolescencia y también pueden incluir otros signos más generalizados como dificultad para ganar peso, picazón en todo el cuerpo o irritabilidad y cambios bruscos de humor.

En el caso de la diabetes gestacional, los síntomas son más raros y, por lo tanto, la mujer suele descubrir que tiene diabetes durante los exámenes prenatales de rutina, especialmente después de realizarse una prueba de glucosa.

¡No ignores tus síntomas!

Principales tipos de diabetes

La diabetes se puede dividir en 4 tipos principales:

  • Diabetes tipo 1: Es el tipo menos común y aparece desde el nacimiento, considerándose una enfermedad autoinmune, ya que el propio sistema inmunológico ataca a las células del páncreas encargadas de producir insulina. Así, no se produce insulina, la glucosa no se transporta a las células y acaba acumulándose en la sangre;
  • Diabetes tipo 2: es el tipo más común y se produce debido a la resistencia a la insulina que aparece a lo largo de la vida, normalmente por malos hábitos alimentarios. Esta resistencia disminuye la acción de la insulina en el cuerpo y hace que la glucosa se acumule en el cuerpo;
  • Diabetes gestacional: es un tipo de diabetes que sólo se presenta durante el embarazo y está relacionada con la producción, por parte de la placenta, de otras hormonas que bloquean la acción de la insulina;
  • diabetes tipo 3: es un tipo de diabetes que aún no está reconocida oficialmente y podría ser causada por la dificultad del cerebro para responder a la insulina producida por el cuerpo, debido a cambios en los receptores de esta hormona en las neuronas;
  • Prediabetes: ocurre cuando el nivel de azúcar en sangre aumenta pero aún no es lo suficientemente alto como para diagnosticar diabetes.

Además de estos, la diabetes también se puede dividir en otros tipos más raros, como la diabetes autoinmune latente en adultos o la diabetes desencadenada por el uso de medicamentos.

Otra condición, conocida como diabetes insípida, aunque tiene un nombre similar, no se considera un tipo de diabetes, ya que ocurre cuando los riñones eliminan el exceso de líquido del cuerpo, y no está directamente relacionada con los niveles de insulina o azúcar en sangre. .

Causas de la diabetes

Las causas de la diabetes varían según el tipo de diabetes:

1. Diabetes tipo 1

No se conoce la causa exacta de la diabetes tipo 1, sin embargo, se sabe que el sistema inmunológico identifica las células ß del páncreas, encargadas de la producción de insulina, y provoca su destrucción, por lo que se la conoce como una enfermedad autoinmune. .

Al no estar causada por el estilo de vida, la diabetes tipo 1 puede estar presente desde el nacimiento y se identifica durante la infancia o la adolescencia.

2. Diabetes tipo 2

La diabetes tipo 2 es causada principalmente por malos hábitos alimentarios, especialmente el consumo excesivo de alimentos con azúcar o carbohidratos. Además, llevar un estilo de vida sedentario también puede contribuir a la aparición de diabetes.

Las personas con acumulación de grasa en la región abdominal también parecen tener un mayor riesgo de diabetes tipo 2, ya que las células grasas parecen contribuir a la resistencia a la insulina.

3. Diabetes gestacional

La diabetes gestacional se desarrolla principalmente debido a las hormonas que produce la placenta durante el embarazo. Estas hormonas parecen bloquear parcialmente la acción de la insulina, lo que facilita el aumento de los niveles de azúcar en sangre durante el embarazo.

Aún así, las mujeres que tienen sobrepeso, que aumentaron mucho de peso durante el embarazo, que previamente han tenido diabetes gestacional o que tienen antecedentes familiares de diabetes tipo 2 parecen tener un mayor riesgo de desarrollar diabetes gestacional.

Cómo confirmar el diagnóstico de diabetes.

El diagnóstico de diabetes se puede realizar con una serie de análisis de sangre que permiten valorar la cantidad de glucosa.

Sin embargo, una de las pruebas más utilizadas, que generalmente se incluye en los exámenes de rutina, es la prueba de glucemia en ayunas. Esta prueba mide la cantidad de glucosa en sangre después de un período de ayuno de al menos 8 horas, siendo los valores de referencia:

  • Normal: inferior a 99 mg/dL;
  • Prediabetes: entre 100 y 125 mg/dL;
  • Diabetes: por encima de 126 mg/dL.

Cuando los valores de glucosa en ayunas se ven alterados en al menos 2 mediciones en días diferentes, normalmente se recomienda realizar otra prueba para confirmar los valores y ayudar al diagnóstico. Sin embargo, el médico también puede ordenar otras pruebas, como la hemoglobina glucosilada o la prueba de tolerancia a la glucosa (OGTT).

Cómo saber si es diabetes

Para comprender mejor los resultados de la prueba de glucosa, seleccione la prueba realizada en la calculadora a continuación e ingrese su resultado:

Cómo se realiza el tratamiento.

Los principales objetivos del tratamiento de la diabetes son mejorar la calidad de vida, aliviar los síntomas y prevenir el desarrollo de complicaciones de salud más graves.

Aunque algunas precauciones se consideran generales para tratar cualquier tipo de diabetes, como planificar el tipo de comida que se ingiere y hacer ejercicio con regularidad, el tratamiento puede variar ligeramente según el tipo de diabetes:

1. Tratamiento de la diabetes tipo 1

El principal tratamiento para la diabetes tipo 1 es el uso diario de insulina inyectable, ya que, como el cuerpo no puede producir la hormona, es necesario inyectar insulina en el cuerpo. Normalmente, se administra una inyección de acción lenta al inicio del día para mantener un nivel basal de la hormona en el organismo, pero también es necesario medir la glucosa en sangre antes y después de las comidas para valorar si es necesario realizar un suplemento. inyección, generalmente de insulina rápida o ultrarrápida.

Además de la insulina, también se recomienda mantener un plan de alimentación, especialmente en cuanto a la cantidad de azúcar y carbohidratos consumidos, así como adoptar un estilo de vida activo, con ejercicio físico regular.

2. Tratamiento de la diabetes tipo 2

El tratamiento de la diabetes tipo 2 no siempre necesita hacerse con medicación porque, dependiendo de los niveles de azúcar en sangre, puede ser posible controlar la glucosa simplemente haciendo cambios en el estilo de vida, especialmente en la dieta, reduciendo la ingesta de alimentos azucarados y carbohidratos. . , así como ejercicio físico regular.

En los casos en los que sea necesario el uso de medicación, el médico podrá prescribir el uso de dos tipos diferentes:

  • Antidiabéticos orales: son la primera línea de tratamiento farmacológico para la diabetes tipo 2 y ayudan a mantener controlados los niveles de azúcar a través de varios mecanismos, ya sea estimulando la producción de insulina por el páncreas, eliminando la glucosa a través de la orina o reduciendo la producción de glucosa por el hígado;
  • Insulina: se utiliza cuando los antidiabéticos orales no fueron suficientes para controlar la glucosa o cuando los antidiabéticos no son una opción de tratamiento, como en el caso de personas con insuficiencia renal.

En caso de utilizar insulina, es importante realizar una valoración diaria y periódica de la glucemia capilar, especialmente antes y después de las comidas mediante un glucómetro, que es un dispositivo que mide la glucemia capilar.

3. Tratamiento de la diabetes gestacional

El tratamiento de la diabetes gestacional se realiza fundamentalmente con cambios en la dieta y ejercicio regular, ya que son medidas naturales que permiten controlar los niveles de glucosa en sangre.

Sin embargo, si los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar los niveles de azúcar y si los niveles de azúcar en sangre son siempre muy altos, el médico puede recomendar el uso de antidiabéticos orales o insulina, y también es importante medir periódicamente los niveles de azúcar en sangre. niveles de azúcar en sangre en casa, utilizando un dispositivo para medir los niveles de azúcar en sangre.

Dieta para diabéticos

Uno de los pasos más importantes para controlar la diabetes es ajustar la dieta, que debe basarse principalmente en reducir el consumo de azúcar y alimentos ricos en carbohidratos. Lo ideal es que la dieta esté guiada por un nutricionista, que tendrá en cuenta la diabetes y los gustos personales.

Hay algunos alimentos que se consideran “prohibidos”, pues se debe evitar en la medida de lo posible consumirlos en exceso, como por ejemplo:

  • Dulces en general;
  • Bebidas azucaradas;
  • Bebidas alcohólicas.

Otros alimentos, como la fruta, el arroz o la pasta, aunque se pueden comer, se deben consumir con moderación. También hay alimentos que ayudan a controlar mejor la diabetes, como los cereales integrales, las legumbres o las oleaginosas, por ejemplo.

Este tipo de dieta puede seguirse en casos de diabetes confirmada, pero también pueden realizarla aquellas personas con prediabetes, ya que permite regular los niveles de glucosa en sangre, previniendo el desarrollo de diabetes.

Diabetes en el embarazo

La diabetes durante el embarazo, también conocida como diabetes gestacional, es una afección relativamente común que puede ocurrir incluso en mujeres que nunca antes han tenido niveles altos de glucosa en sangre.

Este tipo de diabetes se produce debido a la producción de hormonas por parte de la placenta que bloquean parcialmente el efecto de la insulina del cuerpo, haciendo que los niveles de azúcar en sangre aumenten con mayor facilidad.

La diabetes gestacional debe identificarse lo antes posible para evitar complicaciones en el desarrollo del bebé o parto prematuro. Por este motivo, durante las consultas prenatales, el médico suele ordenar pruebas de glucosa. El tratamiento consiste en cambiar el estilo de vida, llevar una dieta más saludable y hacer ejercicio, pero en algunos casos también puede incluir el uso de medicamentos.

Diabetes en niños

La diabetes también puede desarrollarse en los niños, causando diabetes infantil. El tipo de diabetes más común durante la infancia es la diabetes tipo 1, sin embargo, con los cambios dietéticos que se han dado a lo largo de los años, la diabetes tipo 2 también se ha vuelto más común, principalmente por el consumo excesivo de productos industrializados. Comida rápida y alimentos azucarados, así como un aumento del sedentarismo.

Vea qué síntomas son más comunes en los niños.

La diabetes infantil debe tratarse lo antes posible para evitar retrasos en el desarrollo, así como para prevenir la aparición de enfermedades crónicas a una edad temprana.

Posibles complicaciones

Cuando la diabetes no se trata adecuadamente, los niveles de azúcar en sangre pueden permanecer altos durante mucho tiempo y causar daños a varios órganos. Por este motivo, las principales complicaciones de la diabetes incluyen:

Además, los niveles elevados de azúcar también aumentan el riesgo de infección, ya que el azúcar facilita el crecimiento y desarrollo de hongos y bacterias, y las personas con diabetes suelen sufrir, por ejemplo, infecciones urinarias recurrentes.

Al favorecer el desarrollo de diversos microorganismos y dificultar la circulación sanguínea, la diabetes también provoca problemas en la cicatrización de las heridas.