La enfermedad degenerativa del disco es el desgaste progresivo de los discos intervertebrales de la columna, provocado por el envejecimiento natural del cuerpo, y es común en personas mayores de 40 años. Generalmente este desgaste no produce dolor, sin embargo, en algunos casos, puede aparecer dolor en la zona lumbar, espalda o cuello, sensación de hormigueo o debilidad en brazos o piernas, por ejemplo.
Los discos intervertebrales son cartílagos situados entre las vértebras de la columna con la función de amortiguar los impactos y aportar flexibilidad a la columna. Por tanto, la degeneración del disco perjudica la función del propio disco vertebral y también puede ejercer presión sobre otras estructuras importantes de la columna, como la raíz nerviosa o la médula espinal.
El diagnóstico de la enfermedad degenerativa del disco, también llamada degeneración discal, lo realiza un ortopedista, quien puede indicar el tratamiento más adecuado, el cual puede realizarse con el uso de medicamentos, como antiinflamatorios o analgésicos, para aliviar el dolor. fisioterapia y, en algunos casos, cirugía.
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Síntomas de la enfermedad degenerativa del disco.
Los principales síntomas de la enfermedad degenerativa del disco son:
- Dolor lumbar o lumbar, que puede irradiarse a las nalgas, muslos o piernas;
- Dolor en la nuca que puede irradiarse a los brazos, hombros o costillas;
- Dificultad para mover el cuello;
- Sensación de entumecimiento u hormigueo en brazos o piernas;
- Debilidad muscular o pérdida de sensibilidad en brazos o piernas;
- Rigidez en la columna;
- Dolor de espalda que empeora al sentarse, levantar o flexionar la columna;
- Dolor que mejora al acostarse, caminar o cambiar de posición.
La enfermedad degenerativa del disco no siempre presenta síntomas y suele descubrirse mediante pruebas de imagen, como la resonancia magnética o la tomografía computarizada.
Sin embargo, estos síntomas pueden aparecer cuando el disco intervertebral se sale de su posición correcta, o se rompe, provocando una hernia de disco. Sepa cómo identificar todos los síntomas de una hernia de disco.
Además, el desgaste de los discos intervertebrales puede hacer que las vértebras de la columna se acerquen y avancen, provocando una afección llamada espondilolistesis, o puede provocar un estrechamiento de los espacios alrededor de la columna, conocido como estenosis espinal.
Cómo confirmar el diagnóstico.
El diagnóstico de la enfermedad degenerativa del disco lo realiza el ortopedista a través de síntomas, antecedentes de salud, hábitos de vida y pruebas de imagen, como radiografías de columna, tomografía computarizada o resonancia magnética.
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Estas pruebas de imagen permiten al médico evaluar las características de los discos intervertebrales, como el adelgazamiento o endurecimiento del disco, la presencia de una hernia discal u osteofitos, que son el crecimiento de pequeñas estructuras óseas en las vértebras de la columna.
Estos cambios en los discos intervertebrales son más frecuentes en la región lumbar, entre las vértebras L4-L5, o en la región cervical, entre las vértebras C5-C6.
Posibles Causas
La causa más común de la enfermedad degenerativa del disco es el proceso natural de envejecimiento del cuerpo, que hace que los discos intervertebrales pierdan agua, volviéndose más deshidratados y delgados.
Algunos factores pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad degenerativa del disco, como:
- Mala postura;
- Obesidad;
- Estilo de vida sedentario;
- El hábito de fumar;
- Lesiones o traumatismos en la columna.
Además, practicar ejercicio vigoroso o trabajar con esfuerzos físicos repetitivos, como en el caso de conductores, secretarias o dentistas, por ejemplo, puede aumentar el riesgo de presentar algunas alteraciones en el disco intervertebral.
Aunque la enfermedad degenerativa del disco es más común después de los 40 años, también puede afectar a personas más jóvenes.
Cómo se realiza el tratamiento.
El tratamiento de la enfermedad degenerativa del disco debe realizarse bajo la orientación de un ortopedista, con el objetivo de aliviar los síntomas y prevenir el empeoramiento de la degeneración del disco intervertebral.
Por ello, algunos tratamientos que puede recomendar el ortopedista son:
1. Cambios en los hábitos de vida
Algunos cambios en los hábitos de vida pueden ser recomendados por el ortopedista en casos de enfermedad degenerativa del disco, sin síntomas y sin hernia de disco, como una forma de preservar la columna, prevenir la progresión de la degeneración discal y la aparición de síntomas.
Por tanto, las principales recomendaciones son:
- Mantener una buena postura al caminar, sentarse, acostarse, dormir o estar de pie;
- Evite realizar esfuerzos físicos excesivosy siempre que sea necesario levantar objetos pesados, debes hacerlo correctamente, sin forzar la columna;
- Practica ejercicio fisicofortalecer los músculos de la espalda, bajo la dirección del educador físico, de 2 a 3 veces por semana;
- Haz ejercicios de estiramiento diariamente.ya que ayudan a preparar los músculos de la columna para las actividades cotidianas y ayudan a prevenir lesiones;
- Dejar de fumar.
Además, es importante mantener un peso saludable y llevar una dieta equilibrada, ya que el exceso de peso puede sobrecargar la columna y aumentar el riesgo de desarrollar los síntomas de la enfermedad degenerativa del disco. Aprenda a llevar una dieta equilibrada.
2. Uso de medicamentos
Los remedios recomendados por el ortopedista para la enfermedad degenerativa del disco tienen como objetivo reducir el dolor y las molestias en la columna.
Los principales remedios que pueden estar indicados son:
- Antiinflamatorios;
- Analgésicos;
- Relajantes musculares.
Además, existen otros medicamentos que pueden estar indicados para la enfermedad degenerativa del disco, como las inyecciones de corticosteroides, aplicadas por el médico en la columna vía epidural, para aliviar rápidamente el dolor y la inflamación.
3. Fisioterapia
El ortopedista puede recomendar fisioterapia si la persona tiene dificultades para limitar el movimiento o para aliviar el dolor más rápidamente.
Las sesiones de fisioterapia deben realizarse con la orientación de un fisioterapeuta, respetando las limitaciones de cada persona, pudiendo recomendarse ejercicios de estiramiento para aumentar la flexibilidad y mejorar la estabilidad de la columna.
Además, se pueden realizar ejercicios para fortalecer los músculos de la espalda y los músculos abdominales, que sostienen la columna, lo que ayuda a reducir el movimiento de las vértebras, reducir la inflamación y, en consecuencia, aliviar el dolor. Descubra cómo se realiza la fisioterapia de la columna.
4. Cirugía
La cirugía es recomendada por el médico en los casos en los que ninguna otra opción de tratamiento ha sido efectiva para controlar el dolor de la enfermedad degenerativa del disco, y generalmente se realiza extirpando las partes dañadas del disco intervertebral afectado, lo que alivia la compresión de los nervios alrededor de la vértebra.
Normalmente, tras la cirugía, el ortopedista puede recomendar fisioterapia, que sirve como ayuda a la recuperación posquirúrgica, fortalecimiento muscular, analgesia y mejora de la postura.