qué es, síntomas, causas y qué hacer

Anemia

La esclerótica azul es la coloración azulada de la parte blanca de los ojos, y generalmente está causada por enfermedades congénitas o hereditarias, como la osteogénesis imperfecta o el síndrome de Ehlers-Danlos, que adelgazan la esclerótica, que acaba saliendo de los vasos sanguíneos y de la úvea. más visible, dando a la esclerótica un tono azul.

Sin embargo, la esclerótica azul también puede aparecer a lo largo de la vida debido a anemia ferropénica, hiperhomocisteinemia o incluso al uso de medicamentos, como la amiodarona o la minociclina, por ejemplo, provocando adelgazamiento de la esclerótica.

El tratamiento de la esclerótica azul lo lleva a cabo un médico general, pediatra, hematólogo u ortopedista, y varía según la causa y la gravedad de la enfermedad, pudiendo estar indicados cambios en la dieta, uso de medicamentos o fisioterapia, por ejemplo.

Síntomas de la esclerótica azul

El síntoma principal de la esclerótica azul es el color azul de la parte blanca del ojo, que en algunos casos puede ser azul grisáceo o azul violeta.

Además, dependiendo de su causa, la esclerótica azul puede afectar uno o ambos ojos.

¡No ignores tus síntomas!

Posibles Causas

Las principales causas de la esclerótica azul son:

1. Anemia por deficiencia de hierro

La anemia por deficiencia de hierro es causada por la deficiencia de hierro, que es importante para producir hemoglobina y formar glóbulos rojos, que son células que transportan oxígeno a los tejidos del cuerpo.

Así, la reducción de oxígeno, especialmente en el cerebro, puede provocar debilidad, dolor de cabeza, cambios en la menstruación, cansancio excesivo e incluso puede provocar la aparición de esclerótica azul. Sepa identificar todos los síntomas de la anemia ferropénica.

Qué hacer: el tratamiento de la anemia ferropénica debe realizarse según las orientaciones del hematólogo y normalmente incluye el uso de suplementos de hierro, además del consumo de alimentos ricos en hierro como lentejas, perejil, frijoles y carnes rojas. , Por ejemplo. ejemplo. Vea cómo hacer una dieta rica en hierro.

2. Osteogénesis imperfecta

La osteogénesis imperfecta es una enfermedad congénita que provoca fragilidad ósea debido a algunos cambios genéticos asociados al colágeno tipo 1.

Los síntomas de esta enfermedad, también conocida como enfermedad de los huesos de cristal, comienzan a aparecer en la infancia, siendo uno de los síntomas la presencia de esclerótica azul, además de deformidades óseas en el cráneo y la columna, así como laxitud en los ligamentos óseos. Conoce todos los síntomas de la osteogénesis imperfecta.

Qué hacer: Debes consultar a tu pediatra u ortopedista para iniciar el tratamiento más adecuado, que puede implicar el uso de medicamentos con bisfosfonatos para fortalecer los huesos y fisioterapia.

3. Síndrome de Marfan

El síndrome de Marfan es una rara enfermedad hereditaria causada por una mutación en el gen fibrilina-1, responsable de producir proteínas importantes para el funcionamiento del corazón, ojos, músculos y huesos.

Este síndrome provoca síntomas oculares, como esclerótica azul, desplazamiento de retina, glaucoma o cataratas, por ejemplo, además de cambios en los huesos, columna más curvada hacia un lado o cambios en el corazón, por ejemplo.

Qué hacer: El diagnóstico de este síndrome se puede realizar durante el embarazo, sin embargo, si se sospecha después del nacimiento, el pediatra puede recomendar pruebas genéticas y pruebas de sangre o de imágenes para comprobar qué partes del cuerpo ha afectado el síndrome. Como el síndrome de Marfan no tiene cura, el tratamiento se basa en controlar los cambios en los órganos.

Para las familias que presentan casos de este síndrome, se recomienda someterse a un asesoramiento genético, en el que se analizarán los genes y un equipo de profesionales orientará respecto al tratamiento. Obtenga más información sobre qué es el asesoramiento genético y cómo se realiza.

4. Síndrome de Ehlers-Danlos

El síndrome de Ehlers-Danlos es un conjunto de enfermedades hereditarias caracterizadas por un defecto en la producción de colágeno, lo que provoca elasticidad de la piel y las articulaciones, así como problemas de soporte de las paredes de las arterias y vasos sanguíneos.

Los síntomas de este síndrome varían, con dislocaciones del cuerpo, hematomas musculares y piel de la nariz y los labios más delgada de lo normal, lo que hace que sea más probable que se produzcan lesiones.

Qué hacer: El tratamiento es realizado por médicos de diversas especialidades, como cardiólogo, oftalmólogo, dermatólogo o reumatólogo, de manera que sea el mejor tratamiento indicado según el órgano afectado. Vea cómo se trata el síndrome de Ehlers-Danlos.

5. Uso de medicamentos

Algunos medicamentos, como la minociclina o la prednisona, también pueden provocar la esclerótica azul.

La mitoxantrona es otro medicamento que puede provocar esclerótica azul, además de provocar despigmentación de las uñas, dejándolas de color grisáceo. Este medicamento está indicado para el tratamiento del cáncer de mama, leucemia o linfoma, por ejemplo.

Qué hacer: Estas situaciones son muy raras, sin embargo, si una persona está tomando alguno de estos medicamentos y observa que la parte blanca del ojo tiene un color azulado, es importante avisar al médico que le recetó el medicamento, para que suspenda, cambie la dosis. o cambiar a otro medicamento. Bajo ninguna circunstancia debe interrumpir usted mismo el tratamiento y el uso del medicamento.

6. Hiperhomocisteinemia

La hiperhomocisteinemia es un aumento de la homocisteína en sangre, un aminoácido que participa en el metabolismo celular y en la síntesis de proteínas, y está provocada por una dieta rica en proteínas, especialmente carnes rojas, niveles bajos de hormonas tiroideas o una baja ingesta de alimentos con vitamina B6, B12 o ácido fólico.

Cuando sus niveles son elevados en sangre, la homocisteína puede provocar esclerótica azul, además de aumentar el riesgo de embolia pulmonar, ictus o infarto.

Qué hacer: El tratamiento de la hiperhomocisteinemia lo lleva a cabo un médico general o cardiólogo, y suele implicar cambios en la dieta o suplementos dietéticos, siendo importante mantener un seguimiento médico periódico para evaluar los niveles de homocisteína en sangre y evitar enfermedades cardiovasculares. Mira cómo se realiza el test para medir la homocisteína en sangre.