qué es, síntomas, causas, tipos y tratamiento

Absceso Síntomas

Un absceso es una bolsa que contiene una acumulación de pus y tejido inflamado circundante, que puede aparecer debajo de la piel, membranas mucosas o en órganos internos, generalmente causada por una infección bacteriana, lo que resulta en síntomas como un bulto debajo de la piel que contiene un color blanco o amarillento. líquido, enrojecimiento alrededor del bulto, dolor en el sitio, hinchazón, fiebre o escalofríos.

El absceso es más común que aparezca en la piel, como en las axilas, la ingle, el ano o la vagina, pero también puede desarrollarse dentro del cuerpo, denominándose absceso interno, como absceso cerebral o absceso abdominal, por ejemplo. en este caso más difícil de identificar.

El tratamiento del absceso debe ser realizado por un médico general, cirujano o dermatólogo, quien puede recomendar el uso de compresas calientes para drenar el pus cuando el absceso es pequeño, el uso de antibióticos para eliminar las bacterias o drenaje quirúrgico, si el absceso es largo. grandes y causan dolor y fiebre alta.

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Síntomas de absceso

Los principales síntomas del absceso son:

  • Bulto debajo de la piel que contiene pus blanco o amarillento;
  • Dolor e hinchazón en el área afectada;
  • Enrojecimiento alrededor del absceso;
  • Aumento de temperatura en el lugar;
  • Fiebre alta;
  • Escalofríos;
  • Bultos cerca del sitio del absceso;
  • Malestar general.

Además, en el caso de los abscesos internos, que son más difíciles de identificar, además de fiebre y escalofríos, puede haber aumento de la producción de sudor, cansancio excesivo, pérdida de apetito o pérdida de peso sin motivo aparente.

Dependiendo de su localización, pueden aparecer otros síntomas relacionados con el órgano o región afectada, como coloración amarillenta de la piel y los ojos, en el caso de un absceso hepático, dificultad para respirar o tos, en el caso de un absceso pulmonar, o dolor de muelas o aflojamiento de los dientes, por ejemplo en el caso de un absceso periodontal.

Es importante consultar a un médico general, cirujano o dermatólogo siempre que aparezcan síntomas de un absceso, para que pueda diagnosticarlo, identificar su causa e iniciar el tratamiento más adecuado.

Cómo confirmar el diagnóstico.

El diagnóstico del absceso se realiza mediante la evaluación de síntomas, antecedentes de salud y traumatismos recientes, y examen físico de la piel, tacto rectal, en el caso de absceso anorrectal o perianal, y también se puede realizar una toma de muestra. El pus del absceso se analizará en el laboratorio, permitiendo identificar el tipo de microorganismo que causa el absceso cutáneo.

Además, el médico puede ordenar pruebas de glucosa en sangre o de orina, que pueden identificar la diabetes, lo que aumenta el riesgo de desarrollar abscesos en la piel.

Si el médico sospecha de un absceso interno, se pueden solicitar algunas pruebas de imagen, como ecografía, tomografía computarizada o resonancia magnética, que permiten evaluar internamente los órganos e identificar el tipo y ubicación del absceso.

En el caso del absceso dental, el diagnóstico lo realiza el odontólogo, mediante la evaluación de las encías, la mucosa oral y los dientes, y exámenes radiológicos dentales.

Tipos principales

Los abscesos se pueden clasificar en diferentes tipos, según la región del cuerpo afectada, e incluyen:

1. Absceso anorrectal

Un absceso anorrectal es causado por una infección bacteriana que conduce a la formación de una cavidad llena de pus alrededor de la región anal o rectal, lo que provoca dolor al sentarse o defecar, por ejemplo.

2. Absceso perianal

El absceso perianal, o absceso anal, es un tipo de absceso anorrectal, que afecta la piel alrededor del ano, y generalmente aparece debido a la obstrucción de las glándulas en la región del ano, las cuales pueden infectarse por bacterias, provocando síntomas. . Aprenda a identificar y tratar el absceso anal.

3. Absceso periodontal

El absceso periodontal se caracteriza por la presencia de una bolsa de pus en la encía cerca de la raíz del diente y normalmente es causado por infecciones que afectan el hueso y los tejidos que sostienen el diente.

4. Absceso dental

El absceso dental puede ocurrir debido a una caries no tratada, una lesión o un trabajo dental mal realizado, que permite la entrada de bacterias, afectando la pulpa del diente y las encías alrededor del diente. Comprenda qué es un absceso dental y qué hacer.

5. Absceso de las encías

Un absceso de encía puede formarse en la mucosa de las encías, sin afectar los dientes, y puede surgir por acumulación de bacterias debido a una mala higiene o en casos de condiciones de salud que provocan un debilitamiento del sistema inmunológico, como la infección por VIH o el cáncer. Por ejemplo. Obtenga más información sobre el absceso de las encías.

6. Absceso axilar

Un absceso axilar suele ser el resultado de una foliculitis, que es una inflamación de la raíz del cabello, pero también puede surgir debido a una hidradenitis supurativa, debido a la inflamación de las glándulas sudoríparas, que son las glándulas que producen el sudor. Entiende qué es la hidradenitis supurativa.

7. absceso vaginal

El absceso vaginal ocurre debido a la inflamación de la glándula de Bartolino, que es una glándula ubicada en la región anterior de la vagina cuya función es lubricarla. Descubra cómo tratar la inflamación de la glándula de Bartolino.

8. Absceso inguinal

El absceso inguinal suele surgir debido a una inflamación del folículo piloso o de los tejidos que lo rodean, como en el caso de la foliculitis, provocada por infecciones bacterianas.

9. Absceso cerebral

Este tipo de absceso es poco común y ocurre debido a la presencia de bacterias en otras regiones de la cabeza o en el torrente sanguíneo que llegan al cerebro, dando lugar a la formación del absceso. El tratamiento suele implicar el uso de antibióticos y cirugía para drenar el absceso.

10. Absceso pulmonar

El absceso pulmonar se identifica mediante radiografía de tórax y puede ser causado por la presencia de bacterias que viven en la boca y llegan a los pulmones. Este absceso puede provocar síntomas como cansancio, pérdida de apetito y fiebre.

11. Absceso hepático

El absceso hepático afecta al hígado, siendo posibles uno o más abscesos, y siendo causados ​​por diferentes microorganismos, como bacterias u hongos, debido a la propagación de estos microorganismos a través de la sangre o infecciones en el abdomen, como es el caso de la apendicitis. Enfermedades asociadas con el hígado. biliar o pileflebitis, por ejemplo.

Posibles Causas

El absceso suele ser el resultado de infecciones bacterianas, en las que el sistema inmunológico inicia una respuesta inflamatoria debido a la presencia de bacterias, o incluso hongos o parásitos, que conducen a la formación de pus en el lugar, formado por bacterias, células de defensa y tejido necrótico. .

Algunos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar abscesos, como:

  • Diabetes;
  • Más higiene;
  • Alimentos ricos en grasas;
  • El hábito de fumar;
  • Consumo excesivo o frecuente de bebidas alcohólicas;
  • Obesidad o sobrepeso;
  • Síndrome metabólico;
  • Problemas circulatorios;
  • Infección por el virus del VIH;
  • Uso de medicamentos corticosteroides;
  • Quimioterapia para el tratamiento del cáncer.

Sin embargo, el absceso también puede producirse por obstrucción en glándulas o pelos encarnados, como es el caso de la foliculitis, en la que se produce una inflamación en la raíz del pelo, dando lugar a la aparición de pequeñas ampollas llenas de pus que pueden provocar ardor y picor. Descubre qué es la foliculitis y cómo tratarla.

Cómo se realiza el tratamiento.

El tratamiento de los abscesos debe realizarse bajo la orientación de un médico general o dermatólogo, y normalmente está indicado el uso de antibióticos con el objetivo de eliminar o evitar infecciones bacterianas. Además, es posible que sea necesario drenar el absceso, lo que debe realizar un médico.

Está contraindicado realizar drenajes en casa, ya que existe mayor posibilidad de exposición a microorganismos, que podrían infectar otras zonas de la piel y empeorar la afección. También se recomienda no apretar el absceso, ya que esto puede introducir pus, que contiene bacterias, en el tejido, empeorando la infección.

Una de las opciones caseras para tratar un absceso es aplicar una compresa con agua tibia y limpiar la zona con jabón neutro. También se puede aplicar una cataplasma de hierbas sobre el absceso, cuyo objetivo es acelerar el proceso de curación y reducir el riesgo de infecciones. Aprende a preparar la cataplasma de hierbas.

En el caso de un absceso dental, de encía o periodontal, el tratamiento normalmente lo realiza el dentista drenando el absceso y utilizando antibióticos. Sin embargo, en casos más graves, el dentista puede recomendar la extracción del diente afectado.