qué es, síntomas, causas, tipos y tratamiento

Cáncer

El melanoma es un cáncer de piel maligno que se desarrolla en los melanocitos, que son las células de la piel encargadas de producir melanina, la sustancia que da color a la piel, y puede identificarse a través de síntomas como lunares, manchas o signos asimétricos en la piel, con formas irregulares. bordes y diferentes colores, por ejemplo.

Este tipo de cáncer de piel es más común en adultos con piel más clara y en áreas de la piel más expuestas a la radiación ultravioleta del sol o del bronceado artificial. Sin embargo, a pesar de ser más raro, el melanoma también puede aparecer en los ojos, las uñas, las mucosas de la boca, la nariz, la garganta, el ano, la vagina o el tracto gastrointestinal.

El melanoma es un cáncer agresivo que puede extenderse a otros órganos y, por tanto, a la primera señal de un cambio en la piel aparecen manchas o crecimiento. manchas, se debe consultar a un dermatólogo para identificar el melanoma de manera temprana, facilitando el tratamiento y aumentando las posibilidades de curación.

Foto de cáncer de piel melanoma

Síntomas del melanoma

Los principales síntomas del melanoma son manchas, manchas o lunares en la piel con las siguientes características:

  • Asimetría, en la que la mitad de la mancha es diferente de la otra;
  • Bordes o contornos irregulares;
  • Diferentes colores, como rojo, azul, marrón, negro o blanco;
  • Diámetro superior a 6 mm;
  • superficie elevada;
  • Aumento de tamaño, cambio de color o forma;
  • Prurito o sangrado fácil;
  • Heridas que tardan mucho en sanar o úlceras.

Estos síntomas pueden aparecer en un lunar o una mancha en la piel nueva o existente, o en las membranas mucosas o las uñas.

Además, en el caso de las metástasis también pueden aparecer otros síntomas, que varían según el órgano afectado, como los pulmones, el cerebro, el hígado, los huesos o el intestino, por ejemplo. Consulta los principales síntomas del melanoma metastásico.

Cómo confirmar el diagnóstico.

El diagnóstico de melanoma lo realiza un dermatólogo u oncólogo a través de la evaluación de las características del lunar, lunar o mancha en la piel mediante el método ABCDE y el uso de un dermatoscopio, además de una evaluación de la historia de salud y el examen físico. de los ganglios linfáticos.

Si presenta signos y síntomas de melanoma, programe una cita con el dermatólogo de la región más cercana:

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Para confirmar el diagnóstico, el médico debe realizar una biopsia de piel, extrayendo una muestra o todo el lunar, lesión o parche de piel, para ser analizada en el laboratorio y comprobar la presencia de células malignas. Descubra cómo se realiza una biopsia de piel.

Posibles Causas

El melanoma es causado por un daño a los melanocitos, que son células de la piel encargadas de producir la melanina que da color a la piel, los cuales comienzan a multiplicarse de forma rápida, anormal y descontrolada.

Este daño es causado por una combinación de factores genéticos y ambientales, principalmente la exposición a los rayos ultravioleta del sol o las camas solares.

El melanoma puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluso en lugares que no están expuestos a la radiación UV, como los ojos o mucosas como la boca, la nariz, la garganta, el ano, la vagina o el tracto gastrointestinal, por ejemplo.

¿Quién tiene mayor riesgo de contraer melanoma?

Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar melanoma son:

  • Historia familiar de melanoma;
  • Piel clara, cabello rubio o pelirrojo y ojos azules;
  • Quemaduras solares fáciles o antecedentes de quemaduras solares;
  • Pecas o nevos melanocíticos benignos y/o displásicos;
  • Tener muchas manchas o imperfecciones inusuales en la piel;
  • Personas que han tenido un trasplante o tienen cáncer de sangre.

Las personas con 1 o más de estos factores deben acudir periódicamente a un dermatólogo para realizar una evaluación completa de la piel con el fin de identificar posibles cambios que podrían ser un signo temprano de cáncer.

Tipos principales

Los tipos de melanoma varían según el lugar de aparición y la forma en la que se desarrolla, siendo los principales tipos:

1. Melanoma superficial extenso

El melanoma superficial extenso es el tipo más común de melanoma y se desarrolla inicialmente en las células más superficiales de la piel y puede extenderse a regiones más profundas de la piel.

Este tipo de melanoma comienza como áreas de color marrón o marrón claro en la piel o como pequeños puntos rojos, blancos, negros o azules.

2. Melanoma nodular

El melanoma nodular es el segundo tipo de melanoma más común y el más agresivo ya que crece rápidamente y puede afectar a otras partes del cuerpo desde el principio.

Este tipo de cáncer comienza como una mancha o bulto duro y elevado que es de color negro, azulado o rojo azulado y no causa síntomas. Sin embargo, es un tumor fácil de identificar debido al rápido aumento de tamaño de la lesión.

3. Melanoma maligno lentigo

El melanoma lentigo maligno generalmente se presenta en las zonas más expuestas al sol, como la cara, el cuello, el cuero cabelludo y el dorso de las manos, y es más común en personas mayores con la piel muy dañada por el sol.

Este tipo de melanoma puede invadir capas más profundas de la piel y comienza con una mancha plana en la piel, de color marrón o negro, con márgenes irregulares y de diferentes colores como puntos de color marrón oscuro o negro en su superficie.

4. Melanoma lentiginoso acral

El melanoma lentiginoso acral es más raro y afecta inicialmente a las capas más superficiales de la piel, especialmente las palmas de las manos, plantas de los pies y uñas, siendo el melanoma más común en personas de raza negra, asiáticas e hispanas.

5. Melanoma subungueal

El melanoma subungueal es un tipo raro de melanoma que aparece debajo de la uña y puede identificarse inicialmente por la presencia de una mancha vertical oscura en la uña que aumenta con el tiempo. Vea cómo identificar el melanoma subungueal.

6. Melanoma ocular

Melanoma ocular que se desarrolla en el iris del ojo, que es la parte coloreada del ojo, o en la úvea, que es el tejido debajo de la parte blanca del ojo.

Este tipo de melanoma puede provocar síntomas como visión borrosa, luces intermitentes, defectos del campo visual, irritación, enrojecimiento, dolor o sensación de presión en el ojo.

Cómo se realiza el tratamiento.

El tratamiento del melanoma depende del tamaño, el estadio del cáncer y el estado de salud de la persona. Debe ser guiado por un oncólogo o dermatólogo, pudiendo recomendar:

  • Cirugía para la eliminación del melanoma;
  • Inmunoterapia ayudar al sistema inmunológico a combatir el cáncer;
  • Terapia objetivo que actúa directamente sobre las células del melanoma;
  • Radioterapia que se puede hacer si no es posible extirpar completamente el melanoma mediante cirugía o tratar los ganglios linfáticos afectados por el melanoma;
  • Quimioterapia para matar las células del melanoma y puede administrarse directamente en una vena o tomarse por vía oral en forma de tabletas.

Si existen metástasis, se debe iniciar quimioterapia y radioterapia lo antes posible. Sin embargo, las tasas de éxito son relativamente bajas, ya que las metástasis aparecen en etapas más avanzadas del cáncer. Vea más sobre el tratamiento del cáncer de piel.

¿El melanoma tiene cura?

El melanoma tiene una alta tasa de curación cuando aún no se ha extendido a otras partes del cuerpo y cuando el diagnóstico se realiza tan pronto como aparece el primer signo. Por eso, es muy importante observar con frecuencia los signos e imperfecciones de la piel, buscando cambios.

Además, las personas que ya han tenido algún tipo de cáncer de piel o que tienen casos en su familia deben acudir al dermatólogo periódicamente, ya que tienen mayor riesgo de desarrollar melanoma.

Cómo prevenir el melanoma

Algunas medidas pueden ayudar a prevenir o reducir el riesgo de desarrollar melanoma, como por ejemplo:

  • evita el sol durante las horas pico entre las 10 am y las 4 pm;
  • Utilice protector solar diariamentecon al menos SPF 30, incluso en días nublados;
  • Use un sombrero con ala si es inevitable exponerse al sol;
  • Evite el bronceado artificial.

Además, se debe examinar con frecuencia la piel de todo el cuerpo, especialmente las zonas más expuestas al sol como la cara, el cuello, las orejas y el cuero cabelludo, buscando cambios como la aparición de imperfecciones, lunares, pecas, hinchazón o cambios. en marcas de piel. nacimientos existentes. Descubra cómo prevenir el cáncer de piel.