qué es, causas y tratamiento

Autismo

El trastorno del espectro autista (TEA) es un grupo de cambios en el desarrollo neurológico que pueden afectar en algún grado la comunicación, la interacción social y/o el comportamiento del niño, provocando dificultad para formar oraciones, realizar expresiones faciales o comportarse dentro del entorno. «norma social».

La identificación del trastorno del espectro autista normalmente se realiza en la infancia, pero puede persistir durante la adolescencia y la edad adulta, y es importante mantener un seguimiento con un equipo multidisciplinario, que incluya pediatra, logopeda, psicoterapeuta y terapeuta ocupacional, para mejorar los síntomas. y calidad de vida.

El trastorno del espectro autista (TEA) no es una enfermedad, sino una forma diferente de expresarse y reaccionar ante uno mismo y la sociedad. No suele empeorar con la edad, sin embargo, cuanto antes se haga el diagnóstico y se inicie el tratamiento individualizado, mejor será la calidad de vida.

Cómo identificar el TEA

El trastorno del espectro autista generalmente se identifica en los primeros 5 años de vida, a través de características como:

1. Cambios en la comunicación

Una de las características más fuertes del trastorno del espectro autista es el cambio en el desarrollo de la comunicación, donde el niño/persona puede presentar retraso en el inicio del habla o ausencia total, dificultad para formar oraciones o pedir lo que quiere.

Además, es posible que tampoco responda cuando lo llamen o que tenga un tono de voz cambiado, que puede sonar como un canto o similar a un robot.

2. Dificultad o falta de interacción social

Las dificultades en la interacción social pueden surgir desde los primeros meses de vida, como evitar mirar a los ojos o directamente a la cara, la falta de expresiones faciales, la falta de interés por estar con otras personas o no buscar a nadie cuando se está solo. .

3. Cambios de comportamiento

Los cambios de comportamiento se dan en diferentes niveles, que van desde repeticiones como aplaudir o caminar de un lado a otro sin motivo aparente, hasta no aceptar nuevas rutinas.

Como el comportamiento suele ser diferente a la “norma social”, pueden presentarse episodios de agitación, irritabilidad o llanto, por no sentirse cómodo en el ambiente.

Comprender mejor las características del autismo.

¿Es lo mismo TEA que autismo?

El autismo es uno de los tipos de trastorno del espectro autista, que también incluye otras afecciones que afectan el desarrollo neurológico.

En términos generales, el trastorno del espectro autista incluye:

  • Autismo clásico o trastorno autista: Generalmente, este tipo de TEA provoca síntomas más severos en el lenguaje, la interacción social, la comunicación, los intereses y el comportamiento, pudiendo presentar también discapacidad intelectual, y generalmente se identifica hasta los 3 años de edad. Obtenga más información sobre el autismo;
  • Síndrome de Asperger: Es un tipo más leve de trastorno del espectro autista y el niño puede tener más dificultades para interactuar socialmente. Sin embargo, no muestran ningún cambio en su aprendizaje y pueden tener un aprendizaje superior al promedio y más concentración e interés en ciertas materias. Entiende mejor qué es el síndrome de Asperger.
  • Trastorno desintegrativo infantil o síndrome de Heller: Es el tipo de TEA más raro y grave, en el que el niño presenta un desarrollo motor, intelectual, del lenguaje y de la interacción social normal hasta aproximadamente los 2 y 4 años de edad, y, a partir de cierto momento, comienza a perder todas las capacidades previamente adquiridas.

Además, otro tipo de TEA es el trastorno generalizado del desarrollo, que es una forma más grave del síndrome de Asperger y menos grave que el autismo clásico.

Posibles Causas

Las causas del TEA aún no se conocen del todo, sin embargo, factores genéticos, hereditarios y ambientales pueden contribuir a su desarrollo, siendo los principales:

  • Antecedentes familiares de TEA, especialmente tener un hermano con el trastorno;
  • Cambios genéticos, como síndrome de Down, síndrome de X frágil, síndrome de Rett o esclerosis tuberosa;
  • Infecciones virales o complicaciones durante el embarazo;
  • Nacimiento prematuro, antes de las 26 semanas;
  • Embarazo de alto riesgo;
  • padres ancianos;
  • Bajo peso al nacer.

Además, el consumo de bebidas alcohólicas, tabaco, medicamentos u otras drogas durante el embarazo también puede aumentar el riesgo de desarrollar TEA.

Cómo se realiza el tratamiento.

El tratamiento del trastorno del espectro autista se lleva a cabo por un equipo multidisciplinar que incluye a pediatra, psicólogo, psiquiatra, pedagogo, logopeda y terapeuta ocupacional, por ejemplo, adaptando las estrategias según las características de cada niño/persona, ya que no existe un único tratamiento estándar para el TEA.

Así, los principales tratamientos para el trastorno del espectro autista son:

1. Terapia conductual

La terapia conductual tiene como objetivo reducir los problemas de conducta, enseñar nuevas habilidades y desarrollar habilidades sociales, de lenguaje y de autocuidado.

Este tipo de terapia generalmente utiliza sistemas de recompensa para fomentar comportamientos «aceptables» y reducir los comportamientos problemáticos, y debe realizarse con la orientación de profesionales como psicólogos o terapeutas ocupacionales.

El tratamiento debe contar también con la participación de la familia y de sus personas más cercanas, ya que es importante que sepan reconocer las limitaciones y capacidades del niño con TEA. Esto permite mantener las terapias desarrolladas por profesionales en casa y en los entornos más cercanos.

2. Terapia del habla

La logopedia puede estar indicada para ayudar a estimular el habla, construir oraciones y mejorar la modulación de la voz, y siempre debe estar guiada por un logopeda.

Además, las sesiones de logopedia son importantes para ayudar a los niños con TEA a comunicarse, mejorando su convivencia con otras personas.

3. Uso de medicamentos

Aunque no existe un medicamento específico para tratar el trastorno del espectro autista, el médico puede recetar medicamentos antipsicóticos, antidepresivos, ansiolíticos o anticonvulsivos para ayudar a aliviar algunos síntomas, como el comportamiento repetitivo, la agresividad, la ansiedad, la depresión o el trastorno por déficit de atención. e hiperactividad (TDAH), por ejemplo.

Además, en el caso de niños con epilepsia o convulsiones asociadas al TEA, el médico puede recomendar el uso de medicamentos anticonvulsivos. Vea cuáles son los principales tratamientos para el autismo.