¿Es curable una hernia de disco?

Enfermedades

En la mayoría de los casos, no existe cura para la hernia de disco, sin embargo, es posible reducir la inflamación y aliviar todos los síntomas, permitiendo a la persona volver a una vida completamente normal.

La única forma de curar una hernia de disco es la cirugía, que extirpa la parte del disco que se está presionando. Sin embargo, esta cirugía tiene varios riesgos y como casi siempre es posible eliminar los síntomas con fisioterapia y reposo, la mayoría de los médicos prefieren no recomendar la cirugía.

La fisioterapia es, por tanto, el principal tratamiento de las hernias discales. Entiende mejor en este vídeo cómo funciona el tratamiento de las hernias discales:

Cómo se hace la fisioterapia

La fisioterapia para las hernias de disco varía según los síntomas y limitaciones de cada persona. Inicialmente es necesario tratar el dolor, la inflamación y las molestias locales, y para lograr este objetivo pueden ser necesarias varias sesiones de fisioterapia pasiva, con la ayuda de aparatos y el uso de medicamentos antiinflamatorios prescritos por el médico.

Eliminados estos síntomas, la persona ya puede realizar otro tipo de fisioterapia más intensa y combinar sesiones de osteopatía y técnicas de reeducación postural global (RPG), pilates o hidroterapia, como forma de mantener el disco intervertebral en su sitio, lo que ha demostrado buenos resultados en la reducción de los síntomas.

Las sesiones de fisioterapia deben realizarse preferentemente 5 días a la semana, con descanso los fines de semana. El tiempo total del tratamiento varía de una persona a otra, ya que, mientras que en algunos casos es posible aliviar los síntomas en 1 mes de tratamiento, otros requieren más sesiones, dependiendo de la gravedad de la lesión.

Ver más detalles sobre el tratamiento de fisioterapia para hernias de disco.

Cuando se recomienda la cirugía

La cirugía para tratar una hernia discal normalmente sólo está indicada en casos muy graves, en los que el disco intervertebral está muy comprometido, hasta el punto de que el tratamiento, con el uso de medicación y fisioterapia, no es suficiente para aliviar los síntomas.

Esta cirugía es realizada por un ortopedista o neurocirujano, bajo anestesia general, en un procedimiento que extirpa el disco intervertebral afectado. Este procedimiento también se puede realizar por vía laparoscópica, en la que se inserta un tubo delgado en la piel con una cámara en el extremo.

La estancia hospitalaria es rápida, generalmente de 1 a 2 días, pero es necesario descansar aproximadamente 1 semana en casa, pudiendo recomendarse el uso de collar o chaleco para mantener la postura durante este periodo. Se permiten actividades más intensas, como ejercicio físico, 1 mes después de la cirugía.

Vea cómo se realiza la cirugía, cómo es la recuperación y cuáles son los riesgos.