por ser Rico en minerales y tiene un alto valor nutricional., Las castañas son un gran aliado para quienes quieren cuidar bien su alimentación. Sin embargo, la manipulación de este producto es algo que pasa desapercibido y debe tenerse en cuenta, ya que si se hace incorrectamente puede provocar daño a la salud. “Las castañas son un alimento que sacamos del paquete y nos llevamos a la boca. Por eso, es importante prestar atención a los procesos y a la higiene del lugar donde se compra”, explica Talita Knupp Souza, directora general de Taína Alimentos.
El mal almacenamiento también es un enemigo. “Si no se siguen correctamente los métodos de tratamiento y conservación, el castaño puede desarrollar un hongo que genera altos niveles de aflatoxinas. Esta toxina es nociva para el organismo y puede provocar aflatoxicosis, provocando dolores, vómitos, baja inmunidad e incluso favoreciendo la aparición de patologías más graves. La contaminación está directamente asociada a complicaciones hepáticas, como cirrosis y hepatitis B”, añade. jaime Augusto Menegassi, ingeniero ingeniero comida en Tainá Alimentos.
El proceso hasta llegar al consumidor
A diferencia de la manzana y muchas otras frutas, que se pelan o limpian antes de comerlas, las castañas son un producto que comemos directamente. Por ello, es necesario comprobar cómo operan las empresas y qué procesos pasa por el producto hasta llegar a ti. “Aquí en Tainá Alimentos, para empezar, validamos el proveedorevaluando condiciones sanitarias, realizando visitas, etc., para asegurarnos de que recibiremos materia prima de calidad”, explica Talita.
El siguiente paso de la empresa es informes internos el cual validará la información recibida por el proveedor. “Tenemos nuestro propio laboratorio y realizamos pruebas de certificación global del producto. Todo para asegurar que la tuerca esté dentro del calidad apta para el consumo y, principalmente, si los niveles de aflatoxinas se encuentran dentro de los límites permitidos”.
Todos los empleados de Tainá Foods también pasan por pruebas constantes comprobar la higiene de manos y recibir formación periódica sobre limpieza. “Revisamos las salas de manipulación y las manos en distintos momentos, para que nuestros profesionales no sepan cuándo les van a hacer la prueba. Además, nuestro proceso de almacenamiento incluye envases adecuados para los alimentos, que se mantienen en una habitación separada, para que no se produzca contaminación. Instalamos todos estos procesos pensando en el cliente. De esta manera, tiene la seguridad de que cuando compre nuestro producto podrá consumirlo sin riesgos”, explica.
Cómo conservar castañas en casa.
No hay necesidad de asustarse y eliminar los frutos secos de su dieta, al fin y al cabo, existen algunas precauciones sencillas que pueden añadirse a su rutina diaria para comer frutos secos sin miedo. Experta en el tema, Talita da algunas recomendaciones para mantener los alimentos bien protegidos. Verificar:
No se exceda al comprar: Las castañas no son un producto para comprar en grandes cantidades y dejar en casa. Lo ideal es comprarlo en paquetes pequeños con la cantidad que consumirás durante la semana, así estará siempre fresco.
Conservar en un recipiente bien cerrado.: El envase del producto es propio, para evitar que se desarrolle el aceite de nuez. Por tanto, cuando se retire del almacén, se deberá conservar en un recipiente adecuado. La mejor opción es guardarlo en un recipiente sellado y sin exposición a la luz.
Limpiar y organizar el contenedor de almacenamiento: Cada vez que guardes la oleaginosa, es necesario que limpies el frasco, aunque ya queden restos de producto. Lo correcto es retirar las castañas que hay en el tarro, lavar y secar bien el recipiente. A continuación, asegúrate de que el producto que ya tenías sea de buena calidad, si es así coloca primero las nueces que acabas de comprar y encima las que ya estaban.
Puedes ponerlo en la nevera.: las castañas almacenadas en refrigeración mantienen su textura y crujiente, además de prevenir la oxidación de las grasas que provoca el enranciamiento.
No laves: La castaña es un producto que no se debe lavar. Pensando en la higiene lo que hay que tener en cuenta es: el lugar de compra. Revisa si existe una etiqueta con el origen, lote y fecha de vencimiento antes de comprar, además, analiza la higiene del almacén y de los frascos, de esta manera estarás seguro de que el producto no esté contaminado.