cuando usar y como hacerlo

Tratamientos naturales

Las compresas frías y las compresas calientes tienen efectos opuestos. Mientras que algunos ayudan a reducir el flujo sanguíneo, otros aumentan la circulación sanguínea, por lo que saber cuándo utilizarlos es importante para obtener el efecto deseado.

Las compresas frías, por ejemplo, reducen el flujo sanguíneo y, por tanto, son ideales para ayudar a desinflamar y aliviar el dolor, y se recomiendan en situaciones traumáticas, como golpes, esguinces o inyecciones. Las compresas calientes favorecen la dilatación de los vasos sanguíneos y reducen la tensión muscular, favoreciendo la relajación, pudiendo utilizarse cuando hay dolor de espalda, manchas moradas en la piel, granos, forúnculos o tortícolis, por ejemplo.

Una compresa es un material absorbente que puede usarse para aplicar frío o calor en una región del cuerpo, pudiendo también usarse para aplicar medicamentos, cataplasmas o cubrir una herida, y puede estar hecha de algodón, malla o gel.

Cuándo usar una compresa caliente

La compresa tibia o caliente promueve un aumento del flujo sanguíneo local, aumenta la movilidad y promueve la relajación, y puede usarse en algunas situaciones, como:

  • Dolor muscular;
  • Hematomas;
  • Hervir y orzuelo;
  • tortícolis;
  • Antes de la actividad física.

La compresa caliente o tibia se puede colocar en la espalda, el pecho o cualquier lugar del cuerpo que requiera un mayor flujo sanguíneo, sin embargo no se recomienda hacerlo cuando se tiene fiebre, por ejemplo, ya que puede haber un aumento de temperatura. cuerpo.

La compresa tibia se puede utilizar de 3 a 4 veces al día, durante 15 a 20 minutos, pero siempre se debe envolver en un pañal de tela u otra tela fina, para que no se queme la piel.

Cómo hacer una compresa caliente en casa.

Para hacer una compresa caliente en casa, basta con utilizar una funda de almohada y 1 kg de cereales secos, como arroz o frijoles, por ejemplo. Debes colocar los granos dentro de la funda de la almohada, atar bien para formar un manojo, calentar en el microondas por unos 3 a 5 minutos, dejar enfriar y aplicar en la zona dolorida por 15 a 20 minutos.

Si aún usando hielo o agua caliente el dolor no disminuye o los síntomas empeoran, se debe acudir al médico para que se realicen pruebas que identifiquen la causa del dolor y así indicar un tratamiento específico.

Cuando usar compresas frías

Las compresas frías con hielo reducen el flujo sanguíneo en la región, reduciendo la inflamación y el dolor, además de prevenir la aparición de hematomas. Por ello, este tipo de compresas se recomienda para:

  • Después de golpes, caídas o torceduras;
  • Después de recibir una inyección o vacuna;
  • En dolor de muelas;
  • tendinitis;
  • Después de la actividad física.

Cómo hacer una compresa fría en casa.

Para hacer una compresa fría en casa, simplemente envuelve una bolsa de verduras congeladas, por ejemplo, en una toalla o paño y aplícala en la zona dolorida durante 15 a 20 minutos.

Otra posibilidad es mezclar 1 parte de alcohol con 2 partes de agua y colocar en una bolsa. ziploc y dejar en el congelador. El contenido no debe estar completamente congelado y se le puede dar la forma que sea necesaria. El método de uso es el mismo.