La dieta de un bebé con intolerancia a la lactosa varía según el tipo de intolerancia. Los bebés menores de 6 meses y con intolerancia congénita a la lactosa no pueden recibir leche materna, y se recomienda el uso de fórmulas infantiles sin lactosa, según consejo del pediatra.
Los bebés menores de 6 meses y con intolerancia secundaria a la lactosa, un tipo de intolerancia que surge por daños en el intestino provocados por rotavirus o gastroenteritis, por ejemplo, pueden recibir leche materna.
A partir de los 6 meses, que es la fase en la que se introducen otros alimentos en la dieta del bebé, es importante ofrecerle también alimentos ricos en calcio como sardinas, berros, garbanzos y espinacas. Ver otros alimentos ricos en calcio.
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¿Cómo debe ser la dieta?
La dieta de un bebé con intolerancia a la lactosa varía según el tipo de intolerancia.
1. Intolerancia congénita a la lactosa
Este tipo de intolerancia es un cambio genético poco común que ocurre cuando el cuerpo del bebé no puede producir lactasa, que es la enzima responsable de la digestión y absorción de la lactosa. Obtenga más información sobre los tipos de intolerancia a la lactosa.
En este caso no se debe amamantar al bebé, y se recomienda el uso de fórmulas infantiles sin lactosa, como Nan SL, Aptamil ProExpert sin lactosa o Enfamil O-Lac Premium, según prescripción del pediatra.
Ya en la fase de introducción de alimentos, a partir de los 6 meses, es importante incluir en la dieta del bebé alimentos que sean fuentes de calcio, como sardinas, espinacas, judías y garbanzos. Sin embargo, debes evitar ofrecerle a tu bebé alimentos que contengan lactosa, como yogur, queso y leche.
2. Intolerancia secundaria a la lactosa
Este tipo de intolerancia puede ser temporal y está provocada por un daño en las células intestinales que se encargan de la producción de lactasa, como en el caso de la prematuridad, el rotavirus o la gastroenteritis, por ejemplo.
En la alimentación de bebés con intolerancia secundaria a la lactosa se debe mantener la lactancia materna o fórmulas infantiles sin lactosa, según prescripción del pediatra.
A partir de los 6 meses, el nutricionista, o pediatra, puede recomendar comer pequeñas porciones de alimentos con lactosa y observar si el niño presenta síntomas. Esto se debe a que el grado de este tipo de intolerancia varía de un bebé a otro.
Además, los alimentos ricos en lactosa, como la leche y los productos lácteos, también son grandes fuentes de calcio y vitamina D, nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo del bebé.
Diferencia entre cólicos normales e intolerancia a la lactosa
La principal diferencia entre los cólicos normales en los bebés y los síntomas de la intolerancia a la lactosa es la intensidad de los síntomas y la frecuencia con la que aparecen.
Los bebés que solo amamantan pueden tener cólicos durante todo el día, pero estos cólicos no aparecen después de cada toma. Los bebés con intolerancia a la lactosa pueden experimentar distensión abdominal, exceso de gases y diarrea que comienzan unos 30 minutos después de cada toma.
¿Cómo se diagnostica la intolerancia a la lactosa en los bebés?
El diagnóstico de intolerancia a la lactosa en bebés debe ser realizado por un pediatra, quien evaluará los signos y síntomas que presenta el niño.
Además, el pediatra también podrá ordenar algunas pruebas para confirmar el diagnóstico y la cantidad de lactasa que aún produce el cuerpo, como una prueba respiratoria y una prueba de acidez de las heces. Infórmese sobre los exámenes y pruebas de intolerancia a la lactosa.