8 pruebas que confirman la anemia

Anemia

Para diagnosticar la anemia es necesario realizar un análisis de sangre para valorar la cantidad de glóbulos rojos y hemoglobina, siendo normalmente indicativo de anemia cuando los valores de hemoglobina son inferiores a 12 g/dL en el caso de las mujeres y 14 g/dL en el caso de las mujeres. dL en el caso de los hombres. hombres.

Sin embargo, la concentración de hemoglobina no es el único parámetro para diagnosticar la anemia, normalmente se solicitan otras pruebas para identificar la causa de la hemoglobina baja e iniciar el tratamiento más adecuado. Obtenga más información sobre la anemia.

Dado que la anemia ferropénica es la más común, el médico comienza valorando la cantidad de ferritina en la sangre, ya que cuando esta sustancia está en baja cantidad significa que hay poco hierro en el organismo. Sin embargo, si los valores de ferritina son normales, puede ser necesario realizar pruebas adicionales como la electroforesis de hemoglobina o el recuento de los niveles de vitamina B12 y ácido fólico, que ayudan a identificar otros tipos de anemia.

Exámenes principales

Las principales pruebas recomendadas para confirmar la anemia son:

1. recuento sanguíneo

El hemograma es la principal prueba que se realiza para diagnosticar la anemia, observando principalmente los niveles de hemoglobina. En general, se considera anemia cuando los niveles de hemoglobina en la sangre son:

  • En hombres: menos de 14 g/dL de sangre;
  • En mujeres: menos de 12 g/dL de sangre;

Además de evaluar la cantidad de hemoglobina, en el hemograma también se evalúa la cantidad, tamaño y características de los glóbulos rojos. A pesar de ser la principal prueba para diagnosticar la anemia, debe complementarse con otros análisis de sangre que permitan identificar el tipo de anemia y, así, iniciar el tratamiento más adecuado. Descubra qué pueden indicar los valores alterados de hemoglobina.

2. Frotis de sangre

Por lo general, se toma un frotis de sangre junto con un hemograma y su objetivo es evaluar la apariencia de las células sanguíneas, incluidos los glóbulos rojos, bajo un microscopio para determinar su tamaño, forma, número y apariencia. De esta forma, es posible ayudar en el diagnóstico de anemia falciforme, talasemia, anemia megaloblástica y otros cambios hematológicos.

3. Electroforesis de hemoglobina

Esta prueba tiene como objetivo identificar los diferentes tipos de hemoglobina que se encuentran circulando en la sangre de la persona, siendo útil para identificar la anemia falciforme y la talasemia, por ejemplo, que también se conoce como anemia mediterránea.

Es importante que el resultado de la electroforesis de hemoglobina sea evaluado por el médico y complementado con los resultados del hemograma y frotis sanguíneo, los resultados de otros análisis de sangre y los signos y síntomas que presenta la persona. Obtenga más información sobre la electroforesis de hemoglobina.

4. Recuento de reticulocitos

El recuento de reticulocitos es un tipo de prueba que se puede solicitar junto con el hemograma y tiene como objetivo identificar la presencia de reticulocitos en la sangre, que son “glóbulos rojos jóvenes”. De esta forma es posible evaluar si la médula ósea está funcionando correctamente, permitiendo identificar la anemia aplásica. Obtenga más información sobre el recuento de reticulocitos.

5. Hierro, ferritina y transferrina

La dosis de hierro, ferritina y transferrina es importante para el diagnóstico de la anemia ferropénica, también conocida como anemia ferropénica. Estas pruebas normalmente se solicitan junto con el hemograma, ya que la deficiencia de hierro es una de las principales causas de la disminución de la concentración de hemoglobina y, en consecuencia, de la anemia.

El índice de saturación de transferrina es una medida que se calcula en base a los niveles de hierro y transferrina en sangre, y es común que se altere en casos de anemia ferropénica. Comprenda mejor cuál es el índice de saturación de transferrina.

6. Vitamina B12

La medición de vitamina B12 en sangre puede ser solicitada por el médico con el objetivo de investigar la anemia perniciosa, ya que una deficiencia de esta vitamina puede provocar anemia. Esta prueba está indicada principalmente cuando el hemograma muestra, además de una disminución de la hemoglobina, una disminución del número de glóbulos rojos y un tamaño mayor de lo normal, además de cambios en la forma de los glóbulos rojos.

7. Biopsia de médula ósea

Una biopsia de médula ósea es un examen que se puede realizar cuando se encuentran cambios en el hemograma y frotis de sangre que sugieren que la anemia está relacionada con cambios en este órgano. Al tratarse de una prueba más invasiva, la biopsia de médula ósea sólo está indicada después de haber realizado otras pruebas principales capaces de identificar la anemia.

8. Otros exámenes

El médico puede recomendar algunas otras pruebas para identificar la anemia y su tipo e investigar la causa, como por ejemplo:

  • Examen de heces;
  • Medición de bilirrubina;
  • Medición de niveles de cobre en sangre;
  • Pruebas para evaluar la función hepática y renal.

Es importante que los resultados de las pruebas sean evaluados por el médico, ya que es la única forma de iniciar el tratamiento adecuado a la situación. Tener una concentración de hemoglobina por debajo del valor de referencia no es suficiente para determinar la anemia, y es muy importante realizar pruebas adicionales. Obtenga más información sobre los diferentes tipos de anemia.

Una forma de evitar la deficiencia de hierro y la anemia perniciosa, que pueden surgir como consecuencia de la dieta, es cambiando los hábitos alimentarios.