6 causas principales del sudor frío (y qué hacer)

Síntomas

El sudor frío es una respuesta del organismo con el objetivo de proteger al organismo en situaciones peligrosas o en los casos en los que hay una disminución de la cantidad de oxígeno que circula en la sangre, el sudor frío se puede notar en casos de hipoglucemia, hipotensión, ansiedad, hipoxia, infección generalizada y shock.

El sudor frío normalmente no se produce en el cuerpo, siendo localizado. Es decir, puede aparecer en las palmas de las manos, en las axilas y en las plantas de los pies, ocurriendo de forma repentina.

Aunque el sudor desaparece de forma natural, si es frecuente, es importante consultar al médico de cabecera para comprobar si existe alguna afección que lleve al sudor frío y, por tanto, se pueda iniciar el tratamiento más adecuado.

Las principales causas del sudor frío son:

1. hipoglucemia

La hipoglucemia generalmente ocurre cuando los niveles de azúcar en sangre caen por debajo de 70 mg/dl, provocando síntomas como sudores fríos, dolor de cabeza, desmayos, visión borrosa, confusión mental, debilidad, malestar general, náuseas o somnolencia. Vea más síntomas que pueden ocurrir durante la hipoglucemia.

Para conocer tus valores de glucosa en sangre puedes realizar una prueba rápida con un dispositivo de mano, llamado glucómetro, o acudir al centro de salud para que te realicen la medición, que la mayoría de las veces es gratuita.

Qué hacer: Ante los primeros síntomas de hipoglucemia, la persona debe sentarse lo antes posible y comer alimentos ricos en azúcar o carbohidratos de fácil digestión, como zumos de frutas, dulces o pasteles. Si los síntomas persisten, o la persona se desmaya, ponga un poco de azúcar debajo de la lengua y acuda a urgencias para recibir ayuda médica.

2. Presión arterial baja

Cuando se produce hipotensión arterial, más conocida como presión arterial baja, puede producirse una disminución del oxígeno que llega al cerebro y a algunos órganos, lo que puede provocar no sólo sudores fríos, sino también mareos, palpitaciones, debilidad, visión borrosa, malestar general, palidez o desmayos. . .

Qué hacer: Durante una crisis de hipotensión, la persona debe intentar elevar las piernas para que queden por encima del tronco y beber líquidos. Descubra qué puede hacer para evitar tener la presión arterial baja.

3. Estrés y ansiedad

Ante situaciones de estrés y ansiedad, el cuerpo reacciona produciendo sudores fríos, principalmente en la frente, manos, pies y axilas. Además de estos síntomas, una persona que sufre ansiedad también puede sentir tensión muscular, malestar general, náuseas, vómitos, palpitaciones y temblores. Vea otros síntomas que puede tener en situaciones de ansiedad.

Qué hacer: Existen algunas formas que pueden ayudar a controlar la ansiedad, como recibir un masaje relajante o tomar un baño tibio, tomando remedios naturales como el té de manzanilla o el jugo de maracuyá. En casos más graves en los que resulta difícil controlar la ansiedad, puede ser necesario apoyo psicológico o incluso medicamentos que puedan ser recetados por un médico.

También es importante que en los casos en los que los síntomas del ataque de ansiedad sean intensos, se derive a la persona al hospital para que se descarte la posibilidad de un infarto.

4. Disminución del oxígeno.

En los casos de hipoxia, que es la reducción del suministro de oxígeno a los tejidos del cuerpo, pueden aparecer síntomas como sudores fríos, dificultad para respirar, debilidad, confusión mental, mareos y en casos más graves desmayos y coma que pueden provocar la muerte. , Por ejemplo. Esto significa que debes acudir urgentemente a urgencias en cuanto aparezcan los primeros síntomas.

La disminución del oxígeno puede ocurrir en situaciones de mala circulación sanguínea, en casos de intoxicación, en lugares con altitudes superiores a los 3000 metros, en personas con enfermedades pulmonares o anemia.

Qué hacer: el El tratamiento consiste en utilizar una máscara de oxígeno para normalizar los niveles en sangre y resolver la causa de la hipoxia con tratamientos específicos como nebulización para el asma, medicamentos para mejorar el funcionamiento de los pulmones o el corazón, tratamientos para la anemia o antídotos para las intoxicaciones, por ejemplo. En casos severos, puede ser necesario el uso de respiración artificial.

5. Infección generalizada

La infección generalizada o sepsis consiste en una infección causada por bacterias, virus u hongos que afecta a diversos órganos del cuerpo, pudiendo provocar su fallo y dificultar la oxigenación, pudiendo provocar sudores fríos, fiebre alta, temblores, descenso de la tensión arterial o taquicardia.

Qué hacer: El tratamiento de la infección generalizada consiste en la toma de antibióticos, analgésicos y antiinflamatorios y la reposición de líquidos. Sin embargo, estas medidas pueden no ser suficientes y puede ser necesaria la respiración artificial en una unidad de cuidados intensivos.

6. Choque

Durante un estado de shock, que puede ocurrir debido a un traumatismo mayor, golpe, reacción alérgica o un accidente, se puede producir una caída de oxígeno, impidiendo que los órganos reciban la cantidad suficiente que necesitan para funcionar, lo que puede provocar síntomas como el resfriado. Sudores, palidez, aumento del pulso, náuseas y vómitos, debilidad, mareos o ansiedad.

Qué hacer: La persona que entra en estado de shock puede estar consciente o no, pero en todos los casos es recomendable buscar ayuda médica de inmediato, llamar a una ambulancia o llevar a la persona a urgencias para que reciba el tratamiento más rápido posible.