Una interacción farmacológica ocurre cuando se afecta la absorción y eliminación de un medicamento, cambiando el tiempo y la intensidad de su efecto en el organismo. Por tanto, la interacción farmacológica no provoca la producción de una sustancia venenosa para el organismo, pero es igualmente peligrosa, especialmente si se aumenta el efecto del medicamento, provocando una sobredosis.
Este tipo de interacción es más común cuando se toman dos medicamentos diferentes juntos, los cuales no se deben mezclar, pero también puede ocurrir por la ingesta de alimentos junto con algunos medicamentos e incluso por la presencia de enfermedades en el cuerpo, por ejemplo.
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1. Entender para qué sirve cada medicamento
Saber el motivo por el que tomas cada medicamento es más importante que saber su nombre, ya que varios medicamentos tienen nombres similares que pueden cambiarse al informar al médico sobre lo que estás tomando.
Por eso, a la hora de informar al médico es importante intentar decir el nombre de los medicamentos, pero también decir para qué sirven, porque así es más fácil identificar el medicamento correcto, evitando la prescripción de un medicamento que pueda interactuar con los que ya estás tomando.
2. Sepa cómo tomar cada medicamento
Antes de comenzar a tomar cualquier medicamento, es importante consultar con su médico la forma correcta de hacerlo, especialmente si debe tomarse con o sin alimentos. Esto se debe a que varios medicamentos, como los que se utilizan para tratar la osteoporosis, ven reducido su efecto si se toman menos de 30 minutos después de la leche, el jugo o cualquier tipo de comida.
Por otro lado, algunos medicamentos, como los antibióticos o el ibuprofeno, deben tomarse inmediatamente después de comer para evitar irritar las paredes del estómago.
3. Comprar medicamentos en la misma farmacia
A menudo, los medicamentos utilizados son recetados por diferentes médicos en diferentes hospitales y clínicas. Por lo tanto, las posibilidades de que no se registren los medicamentos de cada persona son muy altas, facilitando una interacción farmacológica.
Sin embargo, algunas farmacias tienen un registro electrónico de los medicamentos vendidos a cada persona a lo largo del tiempo y, por tanto, al comprar siempre en el mismo lugar hay mayor garantía de que el farmacéutico identifique los medicamentos que pueden interactuar y advierta sobre este riesgo, indicando los mejores. forma de tomar cada uno.
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4. Evita el uso de suplementos
La mayoría de los suplementos pueden interactuar fácilmente con los medicamentos recetados por su médico, principalmente debido a las altas cantidades de vitaminas y minerales que contienen.
Además, los suplementos se pueden adquirir fácilmente sin necesidad de receta médica, lo que aumenta las posibilidades de que el médico no sepa lo que estás tomando al recetarte otro medicamento. Por lo tanto, los suplementos sólo deben utilizarse bajo prescripción médica.
5. Haz una lista de los medicamentos que usas
Si ninguno de los consejos anteriores funciona, puede resultar útil escribir una lista con el nombre de todos los medicamentos que está tomando, junto con el nombre del principio activo y la hora del día. Es importante no olvidar agregar también los suplementos que esté usando.
Esta lista siempre debe mostrarse al médico o farmacéutico cuando se empieza a utilizar un nuevo medicamento.
Medicamentos que no se deben tomar juntos.
Algunos ejemplos de medicamentos que no se deben consumir juntos son:
- Corticosteroides y antiinflamatorios. No se deben tomar al mismo tiempo, especialmente cuando el tratamiento con corticoides dura más de 5 días. Algunos ejemplos de corticosteroides son Decadron y Meticorden y antiinflamatorios son Voltaren, Cataflan y Feldene.
- Antiácidos y antibióticos. Tampoco se deben tomar al mismo tiempo, ya que el antiácido reduce el efecto del antibiótico hasta en un 70%. Algunos antiácidos son Pepsamar y mylanta plus, y antibióticos, Trifamox y cefalexina.
- Medicamentos para bajar de peso y antidepresivos. Sólo deben tomarse juntos bajo supervisión médica, ya que uno puede potenciar los efectos secundarios del otro. Algunos ejemplos son Deprax, Fluoxetina, Prozac, Vazy y medicamentos a base de sibutramina.
- Supresores del apetito y ansiolíticos. También pueden ser peligrosos si se toman juntos, ya que pueden generar confusión mental y desencadenar psicosis y esquizofrenia. Ejemplos son: Inibex, Dualid, Valium, Lorax y Lexotan.
Para evitar este tipo de problemas no se debe tomar ningún medicamento sin consejo médico. El consejo también se aplica al tomar medicamentos y plantas medicinales al mismo tiempo, ya que también pueden ser peligrosos.