5 causas principales (y qué hacer)

Síntomas

La flema amarilla suele ser signo de algún tipo de infección bacteriana, como sinusitis, faringitis, bronquitis o incluso neumonía, por ejemplo.

Esto sucede principalmente porque, cuando hay bacterias desarrollándose, la mucosidad se vuelve más espesa para adherirse a los microorganismos y eliminarlos mediante la tos, adquiriendo un color más amarillento. A medida que la infección empeora, es posible que el color de la flema también cambie, volviéndose más verdoso. Vea qué podría indicar la flema verde y qué hacer.

Cuando aparece flema amarilla, especialmente acompañada de otros síntomas como fiebre, dolor de garganta o dificultad para respirar, es importante consultar a un neumólogo para identificar la causa e iniciar el tratamiento más adecuado.

¿Qué puede ser flema amarilla?

Las causas más comunes de flema amarilla son:

1. faringitis

Otra causa de flema amarilla es la faringitis bacteriana, que se caracteriza por la inflamación de la faringe. Debido a la presencia de bacterias, además de las flemas, pueden aparecer otros síntomas como dolor de garganta intenso, dificultad para tragar, fiebre y dolor de cabeza. Descubre los principales síntomas de la faringitis y cómo tratarla.

Qué hacer: En caso de sospecha de faringitis, es importante consultar a un médico de cabecera para que valore los síntomas e indique el tratamiento más adecuado, que normalmente se realiza con antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos, que reducen la inflamación de la faringe. aliviar el dolor y reducir la fiebre.

2. Sinusitis

La presencia de flema amarilla puede estar asociada con la sinusitis bacteriana, que ocurre debido a la inflamación de los senos nasales causada por bacterias.

En estos casos, además de las flemas, es normal que aparezcan otros síntomas, como secreción nasal frecuente, fiebre, dolor de cabeza y dificultad para respirar por la congestión nasal. Descubra los síntomas de la sinusitis bacteriana y su tratamiento.

Qué hacer: El tratamiento de la sinusitis bacteriana debe ser indicado por el otorrinolaringólogo tras una valoración de los síntomas, pero suele estar indicado el uso de antibióticos. Además, se puede recomendar inhalar vapor de agua para ayudar a destapar la nariz y permitirle respirar mejor.

3. Bronquitis

La flema amarilla puede aparecer en el caso de la bronquitis causada por bacterias, ya que los bronquios se inflaman y producen una flema más espesa para eliminar las bacterias mediante la tos.

Cuando hay bronquitis, además de flema amarilla, es normal que aparezcan otros síntomas, como tos, dificultad para respirar, fiebre y cansancio. Entiende todo sobre la bronquitis, síntomas, causas y tratamiento.

Qué hacer: Cuando la flema se asocia con otros signos de bronquitis, es importante consultar a un neumólogo para evaluar los síntomas e indicar el tratamiento más adecuado, que suele realizarse con broncodilatadores, antiinflamatorios, corticoides y expectorantes. Además, es importante beber mucho líquido para ayudar a que la mucosidad salga más fácilmente.

4. Neumonía bacteriana

La neumonía bacteriana normalmente no es contagiosa y puede ser una de las causas de la flema amarilla, ya que se caracteriza por la presencia de bacterias en los pulmones.

Además de la flema amarilla, la neumonía bacteriana también puede provocar otros síntomas como fiebre, dolor en el pecho, dificultad para respirar y tos, que elimina las bacterias de los pulmones.

Qué hacer: El tratamiento de la neumonía bacteriana se realiza con antibióticos y debe ser recomendado por un neumólogo ya que se deben evaluar todos los síntomas.

5. Bronquiectasias pulmonares

La flema amarilla también puede estar asociada a las bronquiectasias pulmonares, que es una enfermedad en la que los bronquios están más dilatados, por obstrucción de las vías respiratorias o por la presencia de bacterias, lo que provoca la producción de mocos más espesos.

Uno de los principales síntomas de las bronquiectasias es la flema, sin embargo, con frecuencia aparecen otros síntomas como tos con sangre, dificultad para respirar, malestar general y dolor en el pecho.

Qué hacer: Aunque no existe cura para las bronquiectasias pulmonares, es posible someterse a un tratamiento, recomendado por un neumólogo, que ayuda a reducir los síntomas, aliviando las molestias. El tratamiento se puede realizar con antibióticos y broncodilatadores, que facilitan la respiración. Vea qué es la bronquiectasia pulmonar y cómo se trata.