4 exfoliantes de pies caseros (y cómo prepararlos)

Tratamientos naturales

Los exfoliantes caseros para pies, como el de jengibre y miel o el de aceite de coco y azúcar moreno, son una buena forma de mantener la piel más suave e hidratada, porque ingredientes como el azúcar o la sal ayudan a eliminar la capa de piel áspera y las células muertas, en además de tener aceites que favorecen la hidratación profunda de la piel, dando un tacto suave a los pies.

La exfoliación elimina las células muertas de la capa más externa de la piel, donde se puede acumular el exceso de queratina. Por ello, debes hidratar tu piel después de la exfoliación, para que se forme una barrera protectora, con una crema hidratante o aceite para pies antes de ir a dormir. Vea otras formas de hidratar sus pies.

La exfoliación de los pies se puede realizar hasta dos veces por semana, y es importante lavar los pies con agua tibia y jabón neutro para limpiar y abrir los poros, facilitar la eliminación de células muertas y permitir que los aceites penetren mejor en la piel. Además, al contener aceites, se recomienda hacer una prueba frotando un poco de la crema hidratante en el dorso de la mano para saber si eres alérgico. Si tu piel se enrojece o se irrita, no se recomienda utilizar un exfoliante casero.

Algunas opciones de exfoliantes caseros para pies son:

1. Exfoliante de jengibre y miel

El exfoliante de jengibre y miel ayuda a eliminar las células muertas e hidratar la piel, además de tener un efecto suavizante en los pies.

Ingredientes

  • 1 cucharada de azúcar refinada o cristalina;
  • 1 cucharada de jengibre en polvo;
  • 1 cucharada de miel;
  • 3 cucharadas de aceite de almendras dulces.

Modo de preparación

Mezclar muy bien todos los ingredientes y después de formar una pasta, aplicar en los pies frotando con movimientos circulares rápidos, incidiendo en las zonas más ásperas, como el talón y el empeine. Luego, simplemente enjuaga con agua tibia, seca con una toalla y aplica una crema humectante adecuada para tus pies.

2. Exfoliante de maíz, avena y almendras

El exfoliante de maíz, avena y almendras, además de favorecer la renovación celular, este exfoliante también contribuye a la hidratación y nutrición de la piel.

Ingredientes

  • 45 g de harina fina de maíz;
  • 30 g de copos de avena finamente molidos;
  • 30 g de almendras molidas;
  • 1 cucharada de aceite de almendras;
  • 10 gotas de aceite esencial de lavanda.

Modo de preparación

Mezclar todos los ingredientes en un recipiente y luego frotar sobre los pies previamente mojados en agua caliente y masajear con movimientos circulares. Finalmente, enjuaga tus pies con agua y sécalos bien.

3. Exfoliante con sal y aceites esenciales

Los aceites esenciales de menta, romero y lavanda proporcionan una exfoliación revitalizante.

Ingredientes

  • 110 g de sal marina;
  • 2 gotas de aceite esencial de menta;
  • 3 gotas de aceite esencial de romero;
  • 5 gotas de aceite esencial de lavanda;
  • 2 cucharadas de aceite de almendras.

Modo de preparación

Agrega los aceites esenciales y el aceite de almendras a la sal marina, mezcla bien y masajea los pies previamente mojados con movimientos circulares y, finalmente, enjuaga con agua tibia y seca con una toalla.

Vea también cómo dar un masaje tonificante en los pies.

4. Exfoliante de aceite de coco y azúcar

El aceite de coco ayuda a hidratar profundamente la piel durante mucho tiempo, reduciendo su aspecto áspero y ayudando a eliminar grietas y escamas en los pies. Además, el azúcar moreno favorece la exfoliación de la piel, ayudando a eliminar las células muertas, facilitando la penetración del aceite de coco en la piel.

Ingredientes

Modo de preparación

Calienta el aceite de coco hasta que alcance una consistencia semisólida para poder amasarlo con un tenedor y agregarlo al azúcar. Mezclar y aplicar sobre la piel limpia y seca del pie, mediante suaves movimientos circulares. Luego enjuague sus pies y séquelos con una toalla limpia y seca.

Para mantener la hidratación, también puedes aplicar aceite de coco en los pies antes de ir a dormir y ponerte un calcetín.