La piel amarilla es uno de los principales síntomas de las enfermedades hepáticas, como la cirrosis, la insuficiencia hepática o la hepatitis, especialmente cuando también se presenta una coloración amarillenta del blanco de los ojos.
Sin embargo, la piel amarilla también puede ser signo de otras enfermedades como anemia o anorexia nerviosa. Además, la ingesta elevada de alimentos ricos en betacaroteno como la zanahoria o la papaya también puede hacer que la piel se ponga amarilla. Sin embargo, en estos casos, los ojos no se vuelven amarillos, sólo la piel.
Es importante acudir al médico en cuanto se note una piel amarillenta, sobre todo si además hay fiebre, heces blanquecinas, orina oscura, debilidad y cansancio excesivo, para identificar la causa e iniciar el tratamiento más adecuado.

Piel y ojos amarillos.
Las principales causas de la piel amarilla incluyen:
1. hepatitis
La hepatitis es la causa más común de ictericia y corresponde a la inflamación del hígado causada por un virus, el uso continuado de medicamentos o una enfermedad autoinmune, provocando síntomas como piel amarillenta, dolor e hinchazón abdominal, fiebre leve, picazón, náuseas, vómitos. y pérdida de apetito. Vea cuáles son los síntomas de la hepatitis.
Qué hacer: El tratamiento de la hepatitis debe realizarse de acuerdo con las recomendaciones médicas, pudiendo recomendarse el uso de medicación o reposo, una adecuada nutrición e hidratación dependiendo de la causa de la hepatitis.
¡No ignores tus síntomas!
2. Insuficiencia hepática
La insuficiencia hepática se produce cuando el hígado no es capaz de realizar sus funciones normales, como desintoxicar el organismo, por ejemplo. En este caso, además de ictericia, la persona suele presentar hinchazón del cuerpo, dolor corporal, sangrado y ascitis, que es la acumulación de líquidos en el abdomen.
Qué hacer: Es importante consultar a un hepatólogo para descubrir la causa de la enfermedad y establecer la mejor forma de tratamiento, que muchas veces se realiza mediante un trasplante de hígado.
3. Quiste hepático
El quiste es una cavidad llena de líquido y en el hígado normalmente no produce síntomas, sin embargo, en algunos casos puede provocar un aspecto amarillento de la piel, además del abdomen, pérdida repentina de peso, fiebre superior a 38ºC y cansancio. .
Qué hacer: El quiste hepático normalmente no requiere un tratamiento específico, pero si gradualmente aumenta de tamaño y causa síntomas, puede ser necesaria su extirpación quirúrgica. Obtenga más información sobre los quistes hepáticos.
4. Cirrosis hepática
La cirrosis hepática corresponde a una inflamación crónica y progresiva del hígado caracterizada por la destrucción de las células del hígado, lo que puede provocar piel y ojos amarillentos, uñas blanquecinas, mal aliento, venas prominentes y visibles en el abdomen e hinchazón abdominal. Consulte otros síntomas de la cirrosis hepática.
Qué hacer: El tratamiento para la cirrosis hepática varía según la causa, sin embargo es importante mantener una dieta rica en frutas, verduras, carnes magras y cereales integrales, ya que son de fácil digestión. Comprenda cómo se trata la cirrosis.
5. Cálculos biliares
Los cálculos biliares se forman debido a la acumulación de calcio y colesterol en el interior de la vesícula biliar y pueden provocar una infección de la vesícula biliar, llamada colangitis, que provoca ictericia, fiebre superior a 38ºC, dolor intenso en el abdomen, dolor de espalda, náuseas, vómitos y pérdida de apetito.
Qué hacer: El tratamiento se puede realizar con el uso de medicamentos, cirugía y una dieta adecuada, rica en frutas, verduras, ensaladas y productos integrales.
6. Anemia falciforme
La anemia falciforme es un tipo de anemia hereditaria en la que los glóbulos rojos se malforman, cambiando de forma, provocando una deficiencia en el transporte de oxígeno a las células del cuerpo, lo que puede provocar ictericia, hinchazón y enrojecimiento de manos y pies, además. como dolor en los huesos y las articulaciones. Obtenga más información sobre la anemia falciforme.
Qué hacer: El tratamiento de la anemia falciforme se realiza según las indicaciones del hematólogo y normalmente implica el uso de medicamentos y transfusiones de sangre de por vida.
7. Talasemia
La talasemia es una enfermedad sanguínea genética y hereditaria que provoca, además de piel y ojos amarillos, síntomas como cansancio, anemia, debilidad y retraso en el crecimiento.
Qué hacer: la talasemia no tiene cura, sin embargo el tratamiento se realiza según la gravedad de los síntomas, con transfusiones de sangre y el uso de suplementos de ácido fólico. Vea cómo se trata la talasemia.
8. Anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa se caracteriza por una pérdida de peso exagerada y repentina con distorsión de la imagen corporal, y es común que las personas anoréxicas tengan la piel seca y amarilla, así como pérdida de cabello o cabello fino y quebradizo.
Qué hacer: El tratamiento implica terapia grupal, familiar y conductual, además del seguimiento nutricional, habitualmente con la ingesta de complementos dietéticos para eliminar las deficiencias nutricionales.
9. Ingesta excesiva de betacaroteno
El betacaroteno es un antioxidante presente en muchos alimentos, siendo el principal responsable de mejorar el sistema inmunológico, además de ayudar a mejorar el bronceado. Así, el consumo excesivo de alimentos ricos en betacaroteno, como la zanahoria, la papaya, la calabaza, el tomate y el brócoli, por ejemplo, puede provocar un aspecto amarillento de la piel. Vea qué alimentos son ricos en betacaroteno.
Qué hacer: La mejor manera de que tu piel recupere su color normal es reduciendo el consumo de estos alimentos y buscando otros que tengan las mismas propiedades.
10. Ictericia neonatal
La ictericia neonatal corresponde a la presencia de piel amarillenta en los bebés en los primeros días de vida y se produce por la acumulación de bilirrubina en el torrente sanguíneo, que debe ser tratada en el hospital y, en casos más graves, preferiblemente en la UCI neonatal.
Qué hacer: El tratamiento de la ictericia en bebés se realiza en el hospital mediante fototerapia, que consiste en exponer al bebé a la luz durante unos días con el objetivo de reducir la concentración de bilirrubina en sangre. Comprenda qué es la ictericia neonatal y cómo se trata.
11. Malaria
La malaria es una enfermedad causada por el parásito. Plasmodio que puede transmitirse por la picadura de un mosquito hembra Anofeles infectado.
Generalmente, los síntomas de la malaria son fiebre alta, dolor de cabeza o muscular o malestar general. Sin embargo, en los casos más graves puede provocar ictericia, dejando la piel amarilla en todo el cuerpo, además de confusión mental o incluso convulsiones.
Qué hacer: El tratamiento contra la malaria debe iniciarse lo antes posible, ya que puede progresar gravemente, y generalmente se realiza con medicamentos antipalúdicos recetados por el médico de cabecera o infectólogo, como la cloroquina o la primaquina, por ejemplo. Vea todas las opciones de medicamentos contra la malaria.
12. Cáncer de hígado o vesícula biliar
El cáncer de hígado o de vesícula biliar puede provocar piel amarilla en todo el cuerpo y ojos amarillos, además de otros síntomas como náuseas y vómitos frecuentes, dolor en el lado derecho del abdomen o hinchazón en el vientre. Sepa cómo identificar los síntomas del cáncer de hígado y del cáncer de vesícula biliar.
Qué hacer: Debes consultar a tu médico de cabecera o hepatólogo para que te realice pruebas y diagnostique el tipo de cáncer y estadio. El tratamiento de estos tipos de cáncer lo realiza un oncólogo, pudiendo estar indicada, por ejemplo, cirugía, quimioterapia o radioterapia.
13. Cáncer de páncreas
El cáncer de páncreas puede no presentar síntomas en sus primeras etapas, pero a medida que el cáncer avanza puede provocar síntomas como coloración amarillenta de la piel y los ojos, picazón en todo el cuerpo, orina oscura, heces pálidas o pérdida de apetito, por ejemplo. Vea otros síntomas del cáncer de páncreas.
Qué hacer: El tratamiento del cáncer de páncreas lo lleva a cabo un oncólogo y consiste en una cirugía para extirpar la parte afectada del páncreas o todo el páncreas, pudiendo estar indicada también quimioterapia, terapia dirigida y/o radioterapia.