Las semillas de sandía son ricas en vitaminas, minerales y ácido fólico, garantizando varios beneficios para la salud, como mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico, reducir la hinchazón, fortalecer los huesos, regular la presión arterial y prevenir enfermedades cardiovasculares.
A pesar de ser muchas veces desechadas, las semillas de sandía pueden usarse para preparar té o tostarse y consumirse junto con yogures y ensaladas, por ejemplo, permitiendo aprovechar sus propiedades.
Sin embargo, para garantizar los beneficios que aportan las semillas de sandía, es importante que la persona lleve una alimentación sana y equilibrada, además de ser imprescindible practicar actividad física de forma habitual.
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Beneficios de la semilla de sandía
Los principales beneficios de las semillas de sandía son:
- Reduce la retención de líquidos;
- Ayuda a regular la presión arterial;
- Mejora el funcionamiento del sistema renal;
- Reduce el riesgo de infecciones urinarias;
- Reduce la posibilidad de formación de cálculos renales;
- Previene enfermedades cardiovasculares;
- Promueve la salud de dientes y huesos;
- Previene la anemia;
- Mejora el funcionamiento del sistema inmunológico;
- Promueve el buen funcionamiento del sistema nervioso;
- Mejora la salud de la piel y el cabello;
- Mejora la función intestinal.
Los beneficios de las semillas de sandía se deben a la presencia de omega-6, vitamina B, aminoácidos y ácido fólico. Además, debido a la presencia de zinc y magnesio en su composición, las semillas de sandía tienen una gran acción antioxidante, pudiendo neutralizar la acción de los radicales libres.
Cómo utilizar las semillas
Las semillas de sandía se pueden consumir tostadas con yogur o ensaladas, por ejemplo, o usarse para preparar té.
1. Té de semillas de sandía
El té de semillas de sandía se puede utilizar para reducir la retención de líquidos y mejorar la presión arterial. Para preparar este té es necesario añadir 2 cucharaditas de sandía deshidratada a 500 ml de agua hirviendo y dejar actuar unos 10 minutos. Luego cuela, deja enfriar y bebe. El té se debe consumir fresco, en pequeñas cantidades, varias veces al día.
2. Semillas de sandía tostadas
Las semillas también pueden ingerirse como bocadillo o añadirse a ensaladas, yogures o sopas, por ejemplo. Para darles un mejor sabor se pueden tostar las semillas. Para ello basta con introducirlo en el horno, sobre una bandeja, durante unos 15 minutos a 160ºC.