11 secuelas comunes del ictus (y cómo es la recuperación)

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Después de sufrir un derrame cerebral, una persona puede experimentar consecuencias como debilidad muscular, pérdida de control de los movimientos, dolor en partes del cuerpo, asimetría facial, dificultad para hablar y/o confusión mental dependiendo de la región del cerebro afectada.

Un ictus es una situación provocada por la interrupción del flujo sanguíneo a través de un vaso cerebral o la rotura de un vaso en el cerebro, que puede provocar graves consecuencias si no se identifica y trata rápidamente. Comprenda mejor qué es el accidente cerebrovascular y sus síntomas.

Para reducir las limitaciones que provoca un ictus, se recomienda consultar a un neurólogo, que es el mejor médico para valorar las consecuencias de un ictus y aconsejar el tratamiento más adecuado para cada persona.

Principales secuelas

Las principales secuelas del ictus son:

1. Debilidad muscular

Dependiendo de la gravedad y del área del cerebro afectada, un derrame cerebral puede causar debilidad muscular, lo que resulta en dificultad para mover el cuerpo. Puede perjudicar a la persona al caminar, sentarse, mover los brazos o sujetar objetos, por ejemplo.

¡No ignores tus síntomas!

2. Pérdida de control del movimiento.

El accidente cerebrovascular puede afectar áreas del cerebro responsables de controlar el movimiento, lo que puede provocar que la persona experimente síntomas como contracciones musculares involuntarias, posturas anormales y temblores.

3. Cambios de sensibilidad

Cuando las áreas del cerebro responsables de la sensibilidad se ven afectadas por un accidente cerebrovascular, pueden aparecer síntomas como entumecimiento, dolor y aumento o disminución de la sensibilidad, lo que indica el desarrollo de dolor neuropático. Comprenda qué es el dolor neuropático y sus síntomas.

4. Asimetría del rostro

Después de un derrame cerebral, una persona puede tener una cara asimétrica si no recupera el control de sus músculos faciales. Así, puedes tener la boca torcida, una frente sin arrugas y un ojo caído sólo en un lado de la cara, por ejemplo.

5. Dificultad para comunicarse

Algunas personas tienen dificultades para comunicarse después de un derrame cerebral y pueden tener dificultades para hablar correctamente y/o cambiar el tono de su voz, por ejemplo, lo que dificulta la interacción con familiares y amigos.

La dificultad para comunicarse en caso de accidente cerebrovascular se debe a la pérdida de control de los músculos necesarios para producir el habla correctamente y se conoce como disartria. Vea qué es la disartria y los síntomas.

6. Cambios en la visión

En algunos casos, el ictus puede provocar cambios en la visión como visión borrosa o doble, disminución del campo visual y dificultad para reconocer objetos. En casos más graves, también puede provocar una pérdida total de la visión.

7. Incontinencia urinaria y/o fecal

La incontinencia puede surgir después de un derrame cerebral debido al desarrollo de debilidad en los músculos que controlan la micción y la evacuación, lo que lleva a la pérdida involuntaria de orina y/o heces. La incontinencia urinaria es la más común después de un derrame cerebral. Consulta los síntomas de la incontinencia urinaria.

8. Dificultad para tragar alimentos

Algunas personas también pueden tener dificultad para tragar alimentos después de un derrame cerebral, lo que se conoce como disfagia y aumenta el riesgo de asfixia. Entiende mejor qué es la disfagia.

Por ello, es importante adaptar la alimentación a la capacidad de cada persona para comer, preparando alimentos más blandos o utilizando espesantes para mejorar la consistencia de las comidas, por ejemplo.

9. Confusión mental

La confusión mental después de un derrame cerebral puede hacer que una persona tenga dificultades para comprender lo que se dice, razonar o reconocer personas y/o lugares familiares, por ejemplo, debido a cambios en el funcionamiento del cerebro. Descubra más síntomas de confusión mental.

10. Convulsiones

Algunas personas pueden experimentar convulsiones después de un derrame cerebral. El riesgo es mayor en el caso de un ictus hemorrágico, pero también depende de qué parte del cerebro esté afectada y de la gravedad del ictus.

11. Depresión

Las personas que han sufrido un derrame cerebral tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión, que puede ser causada por cambios hormonales debido al daño cerebral y/o dificultades para vivir con las limitaciones resultantes del derrame cerebral.

¿Cómo es la recuperación después de un accidente cerebrovascular?

Para reducir las limitaciones que provoca el ictus y recuperar parte de los daños causados ​​por la enfermedad, es fundamental someterse a un tratamiento con un equipo multidisciplinar, incluso después del alta hospitalaria.

Las terapias más recomendadas para la recuperación después de un accidente cerebrovascular son:

  • Fisioterapia a través de sesiones con un fisioterapeuta especializado para ayudar a la persona a recuperar el equilibrio, la forma y el tono muscular, permitiéndole volver a caminar, sentarse y tumbarse sola.
  • Estimulación cognitiva con terapeutas ocupacionales y enfermeras que realizan juegos y actividades para reducir la confusión mental;
  • Terapia del lenguaje con sesiones con logopedas para recuperar la capacidad de comunicación.

El tratamiento debe iniciarse lo antes posible, preferiblemente mientras aún esté en el hospital, y continuar realizándose en clínicas de rehabilitación y/o en casa.

La duración de la estancia hospitalaria depende de la gravedad del accidente cerebrovascular. Sin embargo, es común que una persona permanezca hospitalizada durante al menos una semana y necesite someterse a terapias de rehabilitación durante un mes más en algunos casos.