Los principales síntomas que pueden indicar hepatitis son dolor de cabeza, malestar general, falta de apetito, náuseas, cansancio excesivo, dolor en la parte superior del vientre y piel y ojos amarillentos, en los casos más graves de la enfermedad.
En la mayoría de los casos, la hepatitis B no causa ningún síntoma, especialmente en los primeros días después de la infección por el virus. Sin embargo, en algunos casos la infección por el virus de la hepatitis B puede ser sintomática, confundiéndose a menudo los síntomas con los de una simple gripe, lo que acaba retrasando el diagnóstico de la enfermedad y su tratamiento.
Mire la conversación entre la nutricionista Tatiana Zanin y el Dr. Drauzio Varela, sobre la hepatitis:
Síntomas principales
Los principales síntomas de la hepatitis B son:
- Color amarillento de la piel y los ojos;
- Dolor en la región superior del vientre;
- Vientre hinchado;
- Heces amarillentas, grises o blanquecinas;
- Orina oscura;
- Fiebre baja constante;
- Dolor en las articulaciones;
- Falta de apetito;
- Náuseas o mareos frecuentes;
- Cansancio excesivo.
Si se sospecha hepatitis B, es importante consultar a un hepatólogo o médico de cabecera para que se realicen pruebas que confirmen la infección.
¡No ignores las señales que te está dando tu cuerpo!
Prueba de síntomas de hepatitis B
Para conocer su riesgo de tener hepatitis B, seleccione los síntomas que se presentan en la prueba a continuación:
La prueba de síntomas de hepatitis B es sólo una herramienta orientativa y no sirve como diagnóstico ni reemplaza la consulta con un hepatólogo, especialista en enfermedades infecciosas o médico de cabecera.
¿Cómo se contrae la hepatitis B?
Algunas de las formas más comunes de contaminación por hepatitis B son:
- Contacto íntimo sin condón;
- Hacer una manicura con unos alicates contaminados;
- Compartir jeringas;
- Hacerse perforaciones o tatuajes con material contaminado;
- Haber recibido una transfusión de sangre antes de 1992;
- De madre a hijo a través del parto normal;
- Lesión en la piel o accidente con agujas contaminadas.
La transmisión de la hepatitis B se produce por contacto con sangre o secreciones corporales contaminadas por el virus VHB. La saliva también puede transmitir este virus a través de mordeduras, pero no a través de besos u otros tipos de exposición a la saliva. Sin embargo, los fluidos corporales como las lágrimas, el sudor, la orina, las heces y la leche materna no son capaces de transmitir la enfermedad.
Cómo protegerte
La mejor manera de evitar contagiarse de hepatitis B es vacunarse, sin embargo, también es importante no tener relaciones íntimas sin protección, así como usar guantes siempre que sea necesario entrar en contacto con sangre o secreciones de otra persona.
Además, también se deben confirmar las condiciones de higiene y esterilización de las zonas de manicura o piercing y tatuaje, ya que existe manipulación de objetos que fácilmente pueden cortar la piel y contaminar la sangre.
Cómo se realiza el tratamiento.
El tratamiento de la hepatitis B aguda consiste en reposo, alimentación ligera, buena hidratación y no consumo de bebidas alcohólicas. La hepatitis se cura espontáneamente en la mayoría de los casos.
En el caso de la hepatitis B crónica, que se produce cuando el virus permanece en el hígado durante más de 180 días, también es recomendable tomar medicación durante aproximadamente 1 año para evitar mayores complicaciones hepáticas. Conoce más detalles sobre el tratamiento en estos casos y qué medicamentos se utilizan.
Cuando un adulto está infectado con el virus y goza de buena salud general, la enfermedad normalmente se presenta de forma leve y el propio organismo es capaz de eliminar el virus. Pero los niños que fueron infectados con el virus durante el parto o la lactancia tienen un mayor riesgo de desarrollar la forma crónica de la enfermedad y sufrir complicaciones como cirrosis, ascitis o cáncer de hígado.