qué es, síntomas, causas y tratamiento

Enfermedades

La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes que afecta a los ojos, provocando un aumento de la permeabilidad de los vasos sanguíneos de los ojos e interfiriendo con la visión.

Inicialmente, la retinopatía diabética no causa signos ni síntomas y puede descubrirse durante exámenes de rutina. Sin embargo, si el nivel de azúcar en sangre permanece descontrolado durante mucho tiempo, pueden aparecer síntomas como empeoramiento gradual de la visión, visión borrosa, manchas oscuras en la visión, pérdida parcial de la visión o ceguera irreversible.

El tratamiento de la retinopatía diabética lo realizan conjuntamente un oftalmólogo y un endocrinólogo, ya que implica un control adecuado de los niveles de azúcar en sangre con dieta, ejercicio físico y medicamentos antidiabéticos. Además, si surgen complicaciones de la retinopatía diabética, como el edema macular, el oftalmólogo puede recomendar medicamentos para aplicar dentro de los ojos. Vea cómo se trata la diabetes.

Síntomas de la retinopatía diabética

Los principales síntomas de la retinopatía diabética son:

  • Dificultad para leer o ver objetos distantes;
  • Pequeños puntos o líneas negras en la visión;
  • Visión borrosa;
  • Manchas oscuras en la visión, llamadas “moscas volantes”;
  • Dificultad para ver;
  • Dificultad para identificar diferentes colores.

Sin embargo, estos síntomas no siempre son fáciles de identificar antes de que aparezca la ceguera y, por ello, es muy importante que las personas que padecen diabetes mantengan bien controlados sus niveles de azúcar y acudan periódicamente al oftalmólogo para valorar su salud ocular. Descubra qué hacer para controlar la diabetes.

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Cómo se hace el diagnóstico

La retinopatía diabética es diagnosticada por un oftalmólogo a través de un examen de la vista, además de una evaluación detallada de su historial de salud, cuánto tiempo ha tenido diabetes, así como los medicamentos antidiabéticos que usa y los resultados de los exámenes de glucosa en sangre. Consulta las principales pruebas para la diabetes.

Además, en algunos casos el médico también puede recomendar una angiografía con fluoresceína, que es una prueba que le permite identificar imágenes de los vasos sanguíneos que están presentes en la retina.

Posibles Causas

La retinopatía diabética es causada por una diabetes no controlada durante mucho tiempo. Esto se debe a que los niveles altos de azúcar en sangre pueden bloquear los pequeños vasos sanguíneos que llegan a la retina, provocando pérdida de líquido o sangrado.

Para compensar los vasos sanguíneos bloqueados, los ojos desarrollan nuevos vasos sanguíneos que no funcionan correctamente. Sin embargo, estos nuevos vasos sanguíneos pueden tener fugas o sangrar fácilmente, lo que provoca síntomas.

Tipos de retinopatía

La retinopatía diabética se puede dividir en 2 tipos diferentes:

  • Retinopatía diabética no proliferativa: que corresponde a la etapa inicial de la enfermedad, en la que se puede observar la presencia de pequeñas lesiones en los vasos sanguíneos del ojo;
  • Retinopatía diabética proliferativa: Es el tipo más grave en el que se produce un daño permanente a los vasos sanguíneos de los ojos y la formación de vasos más frágiles, que pueden romperse, empeorando la visión o provocando ceguera.

Para evitar la retinopatía diabética es importante que el tratamiento de la diabetes se realice de acuerdo con las recomendaciones del endocrinólogo, así como llevar una dieta saludable y practicar actividad física regularmente, además de controlar los niveles de glucosa a lo largo del día. Vea más sobre las complicaciones de la diabetes.

Cómo se realiza el tratamiento.

El tratamiento de la retinopatía diabética debe ser guiado por un oftalmólogo y puede variar según la gravedad y el tipo de retinopatía.

Los principales tratamientos para la retinopatía diabética son:

1. Seguimiento médico

En el caso de la retinopatía diabética no proliferativa, el médico puede optar por simplemente seguir la evolución de la situación sin realizar ningún tratamiento específico.

Por lo que se debe realizar seguimiento con el oftalmólogo:

  • Una vez al año, en casos de retinopatía diabética no proliferativa muy leve;
  • cada 6 a 12 meses, en casos de retinopatía diabética no proliferativa de leve a moderada;
  • cada 2 a 4 meses, retinopatía diabética no proliferativa de grave a muy grave.

Además, el médico debe garantizar que el tratamiento de la diabetes se realiza de forma adecuada, con seguimiento por parte de un endocrinólogo, y que se utilizan correctamente los medicamentos antidiabéticos, además de comprobar los resultados de las pruebas que miden los niveles en sangre. azúcar en sangre, para prevenir la progresión de la retinopatía diabética.

2. Uso de medicamentos

El oftalmólogo puede recomendar el uso de medicamentos en casos de complicaciones de la retinopatía diabética proliferativa, como el edema macular.

En estos casos, los principales medicamentos son los inhibidores del crecimiento endotelial vascular (VGFR), como:

  • bevacizumab;
  • ranibizumab;
  • Aflibercept;
  • brolucizumabe;
  • Faricimab.

Estos medicamentos los aplica un oftalmólogo dentro del ojo, utilizando anestesia local, y pueden ayudar a retrasar o revertir la retinopatía diabética y mejorar la visión.

Esto se debe a que estos medicamentos actúan bloqueando una proteína conocida como factor de crecimiento endotelial vascular, que es responsable de filtrar los vasos sanguíneos, provocando inflamación en la retina y crecimiento anormal de los vasos sanguíneos, dañando el ojo.

3. Cirugía láser

La cirugía láser, llamada fotocoagulación láser, está indicada en casos más avanzados de retinopatía diabética proliferativa ya que elimina los vasos sanguíneos que se están formando en los ojos y que están causando problemas de visión, permitiendo detener el sangrado, si está presente.

4. Implante de corticosteroides

Un implante de corticosteroides de acción prolongada, como la dexametasona, aplicado por un oftalmólogo dentro del ojo, ayuda a reducir la inflamación y la hinchazón debido al edema macular causado por la retinopatía diabética proliferativa.

Generalmente, este tipo de tratamiento está indicado cuando no hay mejoría con el uso de inhibidores del crecimiento endotelial vascular (VGFR), ya que controlan la inflamación a largo plazo, pero pueden tener el efecto secundario de aumentar la presión intraocular y el desarrollo de glaucoma.

5. Vitrectomía

En los casos en los que hay sangrado constante y hay muchas cicatrices en los ojos, el médico puede recomendar una cirugía llamada vitrectomía, en la que se reemplaza el turbo vítreo y se reparan las fuentes de sangrado en la retina.

Lea también: Vitrectomía: qué es, cuándo está indicada, tipos y cómo se hace
Sin embargo, la persona siempre debe mantener un tratamiento adecuado de la diabetes para evitar que la retinopatía empeore, incluso en casos de retinopatía diabética no proliferativa, y evitar la aparición de otras complicaciones, como pie diabético y alteraciones cardíacas.

Cómo prevenir la retinopatía diabética

La retinopatía diabética se puede prevenir con un control adecuado de la diabetes, una dieta equilibrada, actividad física regular y el uso de medicamentos hipoglucemiantes utilizados correctamente para controlar los niveles de azúcar en sangre. Vea cómo debería ser una dieta para la diabetes.

Además, las personas con diabetes deben consultar al menos una vez al año con un oftalmólogo, para que sea detectada y tratada tempranamente, para evitar complicaciones como el edema macular, que puede derivar en pérdida parcial de la visión o ceguera irreversible, que generalmente ocurre en los dos ojos.