Los mejores tés para el intestino irritable

Tratamientos naturales

Algunos tés, como el té de manzanilla o el té de menta, pueden ayudar a aliviar los síntomas del síndrome del intestino irritable, como dolor abdominal, cólicos o exceso de gases, por ejemplo, ya que contienen sustancias con propiedades antiinflamatorias, antiespasmódicas y calmantes del tracto gastrointestinal. .

Además, algunos de estos tés también ayudan a aliviar la ansiedad, el nerviosismo y el estrés, factores que pueden provocar la aparición o empeoramiento del intestino irritable.

Aunque no pueden sustituir el tratamiento médico, los tés son una buena opción para complementar el tratamiento. Además, es importante llevar una dieta baja en cafeína, alcohol, azúcares y grasas ya que son sustancias que irritan el intestino y empeoran los síntomas. Consulta cómo debe ser tu dieta para el síndrome del intestino irritable.

1. Té de manzanilla

El té de manzanilla es rico en compuestos fenólicos como la apigenina, quercetina y patuletina, con propiedades antiinflamatorias y calmantes para el tracto gastrointestinal que ayudan a aliviar los cólicos provocados por el intestino irritable.

Además, la manzanilla tiene propiedades calmantes que pueden ayudar a reducir la ansiedad que puede desencadenar o empeorar el intestino irritable.

Ingredientes:

  • 2 cucharaditas de flores secas de manzanilla;
  • 250 ml de agua hirviendo.

Modo de preparación:

Añade las flores secas de manzanilla a una taza de agua hirviendo, tapa, deja reposar unos 5 a 10 minutos y cuela antes de beber.

Este té se puede beber 3 veces al día y, si es necesario, se puede endulzar con una cucharadita de miel.

Otra forma de preparar té de manzanilla es utilizando una bolsita de té, que se puede encontrar en supermercados o farmacias. Vea otras formas de preparar té de manzanilla.

2. Té de menta

El té de menta es una buena opción como remedio casero para el intestino irritable ya que contiene aceites esenciales en su composición, como mentol, mentona y limoneno, que tienen acción analgésica y antiespasmódica, ayudando a relajar los músculos intestinales y reducir la formación de gases. , que reduce las contracciones que provocan los cólicos intestinales.

Ingredientes:

  • 2 a 3 cucharadas de hojas de menta frescas, secas o trituradas;
  • 150 ml de agua hirviendo.

Modo de preparación:

Coloca las hojas de menta en una taza de té y llénala con agua hirviendo. Déjalo reposar de 5 a 7 minutos y cuela. Este té se debe beber de 3 a 4 veces al día.

Otra opción para usar menta para el síndrome del intestino irritable es el aceite esencial de menta. Aprenda a utilizar el aceite esencial de menta para el síndrome del intestino irritable.

3. Té de hinojo

El té de hinojo contiene sustancias con efectos antiinflamatorios, analgésicos, antiespasmódicos y digestivos, como el anetol, el ursol y el alcanfor, que ayudan a aliviar la inflamación intestinal, reduciendo el dolor abdominal, los calambres, la diarrea o los gases, provocados por el síndrome intestinal. irritable.

Ingredientes:

  • 1 cucharada de semillas de hinojo;
  • 1 taza de agua hirviendo.

Modo de preparación:

Agrega las semillas de hinojo a la taza de agua hirviendo. Tapar y dejar enfriar durante 10 a 15 minutos. Colar y luego beber de 2 a 3 tazas al día, 20 minutos antes de la comida. Otra opción para preparar este té es utilizar una bolsita de té de hinojo. Descubra otras formas de utilizar el hinojo.

El té de hinojo no debe ser utilizado por mujeres embarazadas o en período de lactancia.

4. Té de comino

El té de comino es rico en luteolina y apigenina, de acción antiinflamatoria y antiespasmódica, que ayudan a aliviar los calambres y gases provocados por el síndrome del intestino irritable.

Ingredientes:

  • 1 cucharada de hojas o 1 cucharadita de semillas de comino;
  • 200 ml de agua hirviendo.

Modo de preparación:

Agrega el comino al agua hirviendo, tapa y deja reposar por 10 minutos. Colar y beber un máximo de 2 a 3 tazas de este té al día.

El té de comino no debe ser utilizado por mujeres embarazadas o en período de lactancia ni por personas que tengan diabetes o utilicen medicamentos anticoagulantes.