Os debo la receta de rollito de carne molida que os comenté el otro día que hice. ¡Así que estoy pagando mi deuda!
La carne ya la tenía sazonada, igual que la que usé para las albóndigas en otro post (ver aquí la receta), luego simplemente ábrelo como una manta, agrega el relleno y enróllalo.
Para el relleno utilicé jamón cocido, zanahorias crudas en rodajas y cubitos de queso provolone. Lo enrollé, presioné los extremos con fuerza para que no se escapara el queso y lo horneé en una bandeja para hornear forrada con papel de aluminio y untada con aceite de oliva (esto es solo para evitar ensuciar la bandeja para hornear).
Lo serví con un puré rústico de papa y calabaza (verduras cocidas, machacadas con un tenedor con aceite de oliva y sal).
Para que quede aún mejor lo ideal es cubrirlo con lonchas de tocino antes de meterlo al horno, pero estoy en una fase ligera, así que mejor no, ¿no?
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