¡Algunas cosas son tan deliciosas como simples y esa es una proporción que me encanta!
Para reproducir esta receta necesitas pan firme (yo uso una ciabatta rústica, pero puede ser el pan que prefieras, incluso puede estar duro y duro).
Preparé el tomate 2 horas antes (cuanto más se macere mejor) de la siguiente manera:
Corté un tomate grande y firme por la mitad, le quité las semillas y lo corté en cubos pequeños. Agregué flor de sal, pimienta negra, 1 diente de ajo machacado (pequeño), 1 cucharada de balsámico, 1 cucharada de orégano seco, mezclé bien y cubrí con aceite de oliva. Lo guardé en la nevera.
Para Bruschettas:
Corté un diente de ajo por la mitad, lo froté en una bandeja de horno y luego lo unté con abundante aceite de oliva. Algunas personas frotan ajo sobre rebanadas de pan, pero yo prefiero el sabor más suave.
Corté el pan (no muy fino) y lo coloqué en la sartén, encima esparcí una fina capa de queso crema (esto evita que el pan se ablande), queso mozzarella, tomates, rociado con el líquido que sobró de la marinada y meter al horno caliente (220º) hasta que el queso se derrita. La saqué del horno y la espolvoreé con tomillo fresco (podría haber sido albahaca, pero podé mi planta y se está recuperando).
¡Tan simple y tan delicioso! Utilice únicamente ingredientes de buena calidad.
Camarilla AQUÍ para ver otra opción de esta delicia.
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